El combinado de David Martín llevaba desde 2018 jugando todas las semifinales de Europeos, Mundiales y Juegos.
Seis años después de una travesía maravillosa por semifinales en todos los campeonatos europeos, mundiales y olímpicos, una regularidad que creó esperanzas de repetir el oro olímpico de Atlanta, el último que ha logrado un equipo español de cualquier deporte, el waterpolo se despeñó en cuartos. Croacia, los gorros más famosos del deporte mundial, se llevaron por delante a España (10-8) en La Defense Arena.
Era el choque estrella de la ronda. El campeón del mundo Croacia frente al campeón de Europa, España. Se habían enfrentado siete veces en los grandes campeonatos, la última vez en Zagreb en ese Europeo, con sólo una derrota del combinado de David Martín, que estaba firmando unos Juegos de París inmaculados.
Salvo el balón inicial, España lo perdió todo en el primer cuarto. No anotó y se fue 0-2, perdió el parcial, la posesión y hasta Bustos el gorro, que jugó sin él un par de ataques. Croacia, con una defensa agresiva, impedía cualquier acción limpia del ataque español.
Famera ganó de nuevo el balón en el segundo acto y España aún tardó otros dos minutos y medio en anotar. Habían tenido que transcurrir 10.30 para ver un gol en el casillero español, que sufría delante de Bijac, portero del Olympiacos, un muro, En la otra portería, Aguirre estaba superado. Croacia se plantó en el descanso con un 6-3 a su favor, distancia difícil de acometer en este tipo de partidos.
Croacia siguió mandando en el tercer cuarto. España tenía graves problemas para construir cada ataque, la defensa croata les hacía llegar al límite de la posesión y a efectuar malos tiros. Lorrio había entrado por Aguirre e hizo un par de paradas. Bijac enfrente lo rebotaba todo. Fue una hazaña empatar ese periodo.
Había que repetir el último cuarto del Europeo de enero, cuando España a domicilio, remontó con un 0-3 un marcador de 10-8 con ese gol de espaldas de Granados. Marcaron Munarriz y Sanahuja para estrechar el tanteo 7-8 con 5:20 por jugarse. No obstante, Buric y Kharkov sostuvieron la renta y España rompió su ciclo maravilloso.