La selección española de balonmano deberá conformarse con volver pelear por la medalla de bronce, como ya le ocurrió en las otras cuatro ocasiones en las que alcanzó las semifinales olímpicas, tras caer este viernes por 25-24 ante Alemania.
Una derrota incompresible sin la sensacional actuación del portero germano Andreas Wolff, que con las veintidós paradas que contabilizó condenó a los ‘Hispanos’ a quedarse por quinta vez a las puertas de la final olímpica.
Una igualada que los ‘Hispanos’ no pudieron mantener en el arranque de una segunda mitad en la que volvió a surgir imponente la figura de Wolff, que con sus paradas volvió a frustrar (19-16) al equipo español.
Diferencia que los de Jordi Ribera, en otra muestra de carácter competitivo, lograron de nuevo enjugar (20-20) de la mano de Ian Tarrafeta, que tomó el relevo a Casado en la segunda mitad como la referencia del juego ofensivo de los ‘Hispanos’.
Una diferencia que España ya no pudo remontar condenándose a tener que volver a pelear por la medalla de bronce, tras quedarse por quinta vez en su historia a las puertas de una final olímpica.