Unos 4.000 atletas competirán en los Juegos Paralímpicos de París 2024 y enviarán un importante mensaje.
Los Juegos Paralímpicos comienzan en París el 28 de agosto. La capital francesa está preparada para albergar el mayor acontecimiento deportivo destinado a personas con discapacidad.
Equipo de refugiados y críticas por la participación de Rusia y Bielorrusia
Alrededor de 4.000 atletas competirán en 22 deportes en los Juegos Paralímpicos. Un total de 98 deportistas de Rusia y Bielorrusia están autorizados a participar.
Sin embargo, debido a las sanciones impuestas por la guerra en Ucrania, solo se les permite competir como atletas neutrales, sin la bandera de su país de origen. No estarán presentes en la ceremonia de apertura y tampoco sonará el himno nacional en caso de victoria. En los recientes Juegos Olímpicos, solo compitieron 15 rusos y bielorrusos.
«No tendrían que estar», critica Friedhelm Julius Beucher, presidente de la Asociación alemana de Deportes para Discapacitados (DBS por sus siglas en alemán), que se opone al permiso que se les concedió para competir.
«Si se supone que los Juegos Olímpicos y Paralímpicos deben enviar mensajes de paz, un país agresor que invade otro país, provocando muerte y destrucción no debería tener la oportunidad de competir junto a atletas ucranianos», opina Beucher.
Por otro lado, ocho atletas formarán en París el equipo paralímpico de refugiados más nutrido hasta hoy. Estos deportistas representan a los más de 120 millones de desplazados en todo el mundo. En Tokio 2021, el equipo de refugiados contó solo con seis miembros.
Según los organizadores, más de la mitad de los aproximadamente 3,4 millones de entradas para las 164 competiciones estaban ya vendidas pocos días antes de la ceremonia de apertura.
En los últimos siete años, la organización ha invertido unos 125 millones de euros para hacer que la metrópoli francesa sea más integradora. Se han hecho más accesibles los edificios públicos y los transportes locales, y se han instalado 10.400 módulos acústicos en cruces críticos para personas con problemas visuales.
En el verano de 1948, el neurólogo judío alemán Ludwig Guttmann, que huyó de los nazis a Gran Bretaña en 1939, organizó en Londres la primera competición para atletas en silla de ruedas, a la que llamó «Juegos de Stoke Mandeville». Ese fue el origen de los Juegos Paralímpicos, que se celebraron por primera vez en Roma en 1960, con 400 atletas de 23 países. Desde entonces, se celebran cada cuatro años.
Los primeros Juegos de Invierno de la historia de los Juegos Paralímpicos se organizaron en Suecia en 1976 y, desde entonces, también se celebran cada cuatro años. Desde 1988, los Juegos se celebran en la misma sede que los Juegos Olímpicos gracias a un acuerdo entre el Comité Paralímpico Internacional y el Comité Olímpico Internacional.
Los Juegos Paralímpicos constituyen uno de los acontecimientos más importantes del paradeporte. El número de atletas participantes no deja de crecer y el interés de los medios de comunicación también va en aumento.
Para la nadadora paralímpica y campeona del mundo Elena Semechin, los Juegos Paralímpicos son algo más que una competición deportiva. «También lo veo como una forma de ser embajadora, un modelo para otras personas. Por ese motivo, es aún más importante para mí poder representar a Alemania y a nuestro deporte en los Juegos», dice a DW Semechin, que ganó medalla de oro en Tokio.
«Es lo más grande que puedes hacer», afirma, por su parte, el paraciclista Thomas Ulbricht. «Quieres presentarte, quieres hacer que tus padres se sientan orgullosos y, por supuesto, el país», destaca el deportista de 39 años, que compite por quinta vez en unos Juegos Paralímpicos.
Los Juegos Paralímpicos se celebran después de los Juegos Olímpicos, lo que ha implicado, para los organizadores de París, reconstruir parcialmente las sedes de competición y la Villa Olímpica, donde viven los atletas durante los Juegos. «Las plazas públicas, las calles, las aceras y los pasos de peatones se diseñaron de tal forma, que los usuarios de sillas de ruedas puedan utilizarlos sin problemas», explica Laurent Michaud, responsable de la villa.
En la Villa Olímpica solo se utilizarán los departamentos que tengan al menos un baño accesible. En las sedes de competición, se han instalado rampas para usuarios de sillas de ruedas.
El debate sobre la calidad del agua del Sena también continuará en los Juegos Paralímpicos, ya que la natación en las competiciones de triatlón se realizará en el río, en el centro de París, al igual que en los Juegos Olímpicos. Sin embargo, en los Paralímpicos no habrá competiciones de natación en aguas abiertas. (ms/ers)