Racing tuvo una muestra de autoridad en Paraguay y se quedó con el título ante un débil rival que se acordó de jugar en el segundo tiempo.
Como en todos sus partidos, el entrenador de Racing llevó consigo la imagen del Señor de los Milagros en el triunfo por 3 a 1 frente a Cruzeiro en Asunción.
Gustavo Costas afrontó con Racing Club la final de la Copa Sudamericana, en la que la ‘Academia’ ganó un título internacional luego de 36 años. El equipo argentino venció 3-1 a Cruzeiro, a quien precisamente se impuso en aquella final de la Supercopa Sudamericana, en 1988.
Costas, confeso hincha de Racing, se dejó ver en la final con un pin en homenaje al Señor de los Milagros, a quien se encomienda en la previa de todos sus encuentros. El entrenador confesó ser devoto del ‘Cristo Moreno’ desde su primera etapa en Perú con Alianza Lima.
«Yo creo mucho en Dios y el Señor de los Milagros que conocí cuando estaba en Alianza Lima, porque ahí empecé a ganar los campeonatos», dijo Costas.
La adoración del estratega por el Cristo Moreno fue de la mano con el homenaje que el propio cuadro íntimo realiza a su imagen cada año.
«La gente de Alianza es muy creyente del Señor de los Milagros, así como el club y me hice muy devoto», agregó.
Incluso, durante su segunda etapa en tienda victoriana, la cuadrilla 17 de la ‘Hermandad del Cristo Morado’ lo nombró miembro honorario, lo que le permitió acompañar el tradicional recorrido de la imagen del Señor en octubre de aquel año.