El técnico de Racing transita esta previa con las emociones a flor de piel y contó que ya vio “diez partidos de Cruzeiro”, al que se enfrentará el próximo sábado en Asunción por el título continental.
Las agujas del reloj parecen moverse en cámara lenta para los hinchas de Racing. Sienten que el tiempo no pasa, que la final de la Copa Sudamericana que disputarán el próximo sábado frente a Cruzeiro en Asunción, Paraguay, no llega nunca.
El mundo académico necesita que comience a rodar la pelota y se calmen los nervios. No hay persona que no esté caminando por las paredes, incluido el técnico Gustavo Costas.
En una noche de lunes muy emotiva, en la que se entregaron carnets a socios vitalicios, el experimentado DT reveló cómo está transitando estos días antes de la cita clave por el título continental: “Es difícil. Yo no duermo. Dormí apenas una hora con el partido de ayer, me levanté a las seis de la mañana para ir a entrenar y me vi diez partidos de Cruzeiro”.
Racing. Costas fue mascota del histórico equipo de Juan José Pizzutti. Años más tarde le tocó ser campeón como jugador y ahora sueña con hacerlo del otro lado de la línea de cal. Ya le tocó dirigir finales. Ganó algunas, en otras se fue con las manos vacías, pero esta es muy especial porque saltará al corralito de la Nueva Olla con el escudo albiceleste bordado en el pecho de la campera: «Yo estoy contento, a mí me encanta vivirlo así este momento de Racing porque como hincha me tuve que comer todo”.
Y remarcó su pasión en una charla con Racing Online: “Cuando iba al colegio lo único que podía decirles a los de Independiente era que nosotros cantábamos más que ellos. Hoy vivir este momento, que mi gente esté contenta y mi familia también, es lo que soñé toda mi vida”.
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El delantero colombiano sufrió un esguince de grado dos a mediados de octubre tras una fuerte infracción de Héctor Cuéllar en la derrota de su selección ante Bolivia por las Eliminatorias Sudamericanas. Su recuperación parecía ser más grave, pero se infiltró para poder participar unos minutos de la clasificación a la final contra Corinthians en el Cilindro y estuvo en la enfermería hasta este lunes, cuando volvió a trabajar junto al resto de sus compañeros con normalidad.