River avanza con voracidad en el mercado de pases.
Con tres refuerzos abrochados –Felipe Peña, Adam Bareiro y Franco Carboni– y negociaciones avanzadas por otro -Federico Gattoni- a la wishlist de Martín Demichelis se sumó otro futbolista: Pedro de la Vega. Un creativo argentino de 23 años que tiene anclaje sentimental por el club de Núñez, que fue ofrecido hace apenas seis meses y por el que ya hubo sondeos.
Recientemente transferido al Seattle Sounders, franquicia de la MLS que pagó u$s 7,5 millones por el 80% de su ficha, De la Vega asoma como un fichaje complicado por el contexto: difícilmente los directivos acepten desprenderse de él en este receso cuando lo han podido explotar poco desde su contratación en enero. Exactamente en la misma ventana en la que fue acercado como alternativa para River.
Pepo tuvo poco rodaje en su primera temporada en el fútbol de los Estados Unidos producto de algunos inconvenientes físicos. Luego de haberse desgarrado durante la preparación para el Preolímpico de Venezuela, De la Vega llegó a Seattle donde apenas disputó 103 minutos divididos en tres partidos (marcó un gol de penal en su estreno frente a Los Ángeles FC). Un bajo nivel de rodaje ligado a un problema muscular sufrido en marzo y del que recaería un mes más tarde.
Ahora bien: incluso dentro de ese contexto, quienes más cerca están del creativo y fanático de River admiten que resulta improbable que los estadounidenses decidan negociarlo. Porque el Sounders lo contrató conociendo su potencial y porque, con cuatro meses más por delante de Temporada Regular, el equipo que dirige Brian Schmetzer todavía aspira a meterse entre los clasificados a los PlayOff (marcha décimo en la Conferencia Oeste).
Aun conociendo las dificultades, desde el Monumental ya entablaron un primer contacto para conocer las condiciones en las que se encuentra el jugador. Una promesa argentina que el 17 de septiembre de 2018 hizo su estreno con apenas 17 años, 7 meses y 9 días y que no deja de resultar apetecible por las condiciones que lo llevaron a ser considerado tanto en Lanús -donde hizo las Inferiores y se estrenó- como en las Selecciones Juveniles.
Por lo pronto, De la Vega ya tuvo la chance de vestir la camiseta de River: lo hizo representando al club en la Liga Metropolitana, en Infantiles, pero sin lugar asegurado eligió volver a su Olavarría natal. “Estuve un año jugando en el club. Yo vivía en Olavarría, jugaba y me volvía porque era chico y no me animaba a venir a vivir a Buenos Aires y mi familia tampoco”, revelaba el argentino hace unos años.
“Hice un año eso, al otro año me tenía que ir y no me animé. En 2015, yo estaba decidido a quedarme en Buenos Aires, pero cuando fui, por diferentes cosas, no quedé y no me dieron pensión: me dijeron que estaba completa. Puede ser que haya sido una excusa, cuando te quieren en realidad creo que te toman, pero bueno, fue un momento», ampliaba aquella reseña quien ahora está en la órbita de Demichelis. Difícil, improbable, pero no imposible.