La salida del canterano del Atlético de Madrid era una de las cuestiones más delicadas que tenía entre manos el club colchonero.
El Atlético de Madrid tiene varios asuntos delicados entre manos en este mercado de verano. Uno de ellos tiene que ver con la situación de Saúl Ñíguez. El club rojiblanco ya le había comunicado que tenía que salir del club a pesar de contar con contrato hasta 2026, porque la situación era ya insostenible para la entidad.
El hecho de ser una de las fichas más altas de la plantilla, más de siete netos al año, en relación con el peso específico que venía teniendo, marcaban una distorsión que el Atlético de Madrid quiso resolver en las pasadas temporadas. En todas sin éxito. Más allá de la cesión al Chelsea, que no salió como se esperaba, el jugador tenía contrato, estaba a gusto en Madrid y los equipos que preguntaban no se acercaban a las condiciones necesarias para que se marchase.
Con la determinación del Atlético de que no volviese a suceder, se planteó una suerte de ultimátum para este mercado de verano, que puede tener visos de fructificar de una vez por todas. El diario ‘El Desmarque’ adelantó que el Sevilla FC está negociando el fichaje del internacional español.
Los agentes del futbolista lo habían venido ofreciendo en estas semanas, buscando una solución. Tras el ‘no’ del Real Betis, el Sevilla parece ver en él un jugador al que darle una nueva oportunidad e interesante para el proyecto que encabezará García Pimienta.
Por supuesto, uno de los caballos de batalla es el de la ficha. El jugador tendría que reducir muchisimo sus emolumentos para que el asunto prospere. Según el citado medio, la propuesta que tiene sobre la mesa es la de tres temporadas.
En el curso pasado, en el Atlético, disputó nada menos que 2.064 minutos en 49 partidos, 23 como titular, en los que anotó dos goles y dio cinco asistencias. El ilicitano cerraría así media vida en el equipo colchonero, en el que entró siendo un niño y tras 12 temporadas en el primer equipo.