Bolívar derrotó por la mínima a Flamengo, aunque no le alcanzó para seguir en carrera en la Copa Libertadores.
El ‘Mengao’ respira tranquilo. Flamengo inscribió su nombre entre los ocho mejores equipos de la Copa Libertadores 2024 al clasificar a los cuartos de final, pese a su derrota 1-0 ante Bolívar en los 3.650 metros de altitud de La Paz.
El global quedó 2-1 a favor del Flamengo, que hizo una fiera defensa de sus planes en el estadio Hernando Siles. Su próximo rival, el uruguayo Peñarol, despachó a The Strongest, también en La Paz.
Bolívar salió a la cancha bajo la presión del 2-0 en contra que sufrió hace una semana en el Maracaná. Comenzar a ganar y rápido fue la misión y por eso ajustó el ataque desde el inicio.
Pero, el ‘Mengao’ esperó con paciencia en su cancha a la espera de que el equipo boliviano dejara vacíos en su misión de ir al ataque.
Hasta los 30 minutos, Bolívar fue un claro denominador del juego, con varias jugadas que inquietaron el arco del meta Agustín Rossi, bastante seguro bajo los tres palos.
Al transcurrir los minutos pareció que el plantel celeste afinaba la puntería, con disparos de media distancia, mientras que el rojo y negro mantuvo los nervios templados para buscar su oportunidad, en la búsqueda de algún contragolpe.
Al concluir el primer tiempo se consolidó un 0-0 que para el ‘Fla’ era un negocio redondo, pues había logrado contener el ímpetu de los locales y maniatarlo.
A los 54 Bruno Savio sacudió el escenario deportivo con un disparo que chocó en el palo y fue el aviso que el equipo boliviano no descansaría hasta romper el arco rival.
Tres minutos después el mismo Savio la dio la alegría a la hinchada local, para convertir de cabeza el primer gol.
El marcador le dio ánimos a Bolívar que aumentó las revoluciones para intentar llegar a un 2-2 que igualaba el resultado de la ida y, al menos, le permitía llegar a la tanda de penales.
A los 82 Henry Vaca, quien ingresó nueve minutos antes, disparó de zurda, el meta Rossi manoteó con mucho esfuerzo y el esférico chocó milagrosamente con el larguero. Era también una señal que el arco estaba cerrado.
La desesperación también hizo daño al equipo local que peleó hasta los últimos minutos.
El técnico del equipo celeste Flavio Robatto arengó desde la banca para llegar al segundo tanto que al final nunca llegó. Flamengo no se achicó, hizo un gran juego y mantuvo a raya a los locales.