Fue un partido que tuvo de todo. Los dos necesitaban sumar de a tres para no quedar lejos de los puestos de clasificación, pero la presión era para los chilenos.
No solo por la necesidad de volver a una victoria por Eliminatorias –la última fue en octubre del 2023 ante Perú- sino que también para dejar en un segundo plano los cuestionamientos hacia Ricardo Gareca, que, tras lo que fue la goleada 0-3 ante Argentina, estuvo en el ojo de la tormenta por los malos rendimiento de su seleccionado y hasta el propio Arturo Vidal, uno de los ídolos de Chile, tuvo comentarios muy fuertes en contra de la labor del entrenador argentino.
Pero volvió a ser una tarde negra para La Roja: perdió ante un Bolivia que se llevó un triunfo histórico -no ganaba como visitante por Eliminatorias hace 31 años- y estiró aún más la agonía de los chilenos, que quedaron anteúltimos con apenas cinco puntos y se apaga la ilusión del Mundial.
La historia comenzó con el peor escenario posible en el Estadio Nacional de Santiago. El conjunto boliviano pegó de arranque y, tras una muy buena contra comandada entre Terceros y Algarañaz, encontró el primero para la sorpresa y el murmullo de los hinchas chilenos.
Los de Gareca sintieron el impacto y no supieron como contrarrestar el sólido bloque defensivo del visitante, que defendía con alma y vida lo que para ellos, hasta el momento, era una histórica victoria, no ganan como visitantes por Eliminatorias hace más de 30 años.
Sin embargo, el empate llegó en el momento menos pensado y como un regalo del cielo para La Roja. Carlos Lampe, arquero de Bolivia, recibió un pase de uno de sus compañeros y se disponía para revolearla ante la presión de Eduardo Vargas. En la carrera, el ex Boca acusó una molestia en su rodilla derecha, cayó lesionado –no pudo seguir en cancha- y poco le importó al segundo máximo goleador de la selección chilena, que tomó la pelota y definió con el arco vacío. Automáticamente, los bolivianos se le fueron al humo al delantero, le reprocharon una actitud “anti fair-play” y el partido estuvo demorado varios minutos. Cuando se reanudó y como una muestra de justicia divina, el visitante armó un contraataque con una jugada idéntica a la del primer gol y Miguel Terceros se encargó de poner el segundo tanto para Bolivia.
A pesar del empuje, el segundo tiempo tuvo como figura a Bruno Zeballos, quien entró en reemplazo del lesionado Lampe y fue clave en la histórica victoria de los bolivianos y la agonía de un Chile que se fue bajo una lluvia de silbidos de Santiago. Chile se ilusionó con un penal, pero el VAR mostró que la pelota no había pegado en la mano de un defensor chileno, por lo que el peligro pasó. Para colmo, la fecha de octubre será durísima para los de Gareca: primero recibe Brasil y luego irá a Barranquilla para medirse ante Colombia, que está invicta en estas Eliminatorias.