El Arsenal dejó atrás las dudas sobre su falta de un delantero centro y su rendimiento en la Premier League, logrando una aplastante victoria de 1-7 ante el PSV Eindhoven en los octavos de final de la Champions League. Con esta contundente victoria, el equipo londinense prácticamente asegura su lugar en los cuartos de final por segundo año consecutivo, salvo una catástrofe histórica en el partido de vuelta.
Una goleada que despeja dudas
Los ‘Gunners’ firmaron un resultado que responde a las interrogantes sobre cómo sobrevivirán en la recta final de la temporada sin un delantero centro clásico. A pesar de la ausencia de figuras como Gabriel Jesús y Kai Havertz, el técnico Mikel Arteta volvió a confiar en Mikel Merino como su referente ofensivo. Esta decisión, que podría haber sido arriesgada dada la falta de un ‘9’ puro, terminó siendo un acierto rotundo. Merino no solo marcó un gol, sino que contribuyó al contundente marcador de su equipo, demostrando que Arteta confía plenamente en sus recursos, incluso cuando algunos de sus titulares no están disponibles.
El partido también estuvo marcado por una destacada actuación de los jóvenes canteranos Myles Lewis-Skelly y Ethan Nwaneri, quienes jugaron un papel crucial en la victoria del Arsenal. Lewis-Skelly brindó dos asistencias, mientras que Nwaneri anotó un gol, lo que demuestra el talento y la profundidad de la plantilla de Arteta, incluso cuando no se cuentan con todos los jugadores experimentados. Además, el capitán del equipo, Martin Ødegaard, brilló con un doblete que selló la victoria y dejó claro que el Arsenal tiene múltiples opciones ofensivas para afrontar los desafíos de la temporada.
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El primer gol, un alivio para el Arsenal
El partido comenzó con una notable tensión para el Arsenal, que llevaba más de 200 minutos sin marcar en sus últimos encuentros en la Premier League. Este dato reflejaba las preocupaciones sobre su capacidad para encontrar el gol sin un delantero de referencia. Sin embargo, el equipo inglés rompió rápidamente esa mala racha. El primer tanto llegó por parte del defensor Jurrien Timber, quien aprovechó un centro de Declan Rice a la media vuelta para ganar en el salto a Lang y poner el 0-1. Las celebraciones del Arsenal fueron un claro reflejo del alivio de haberse liberado de la ansiedad de los minutos sin goles. Aunque este tanto no resolvió por completo las dudas sobre la efectividad ofensiva del equipo, sí fue un claro indicio de que el Arsenal estaba tomando el control del encuentro.
Nwaneri y Merino, los artífices de la goleada
Apenas unos minutos después, Ethan Nwaneri amplió la ventaja para los Gunners, aprovechando un pase atrás de Lewis-Skelly para colocar el 0-2 en el marcador. Este gol dejó claro que el Arsenal no iba a conformarse con un simple triunfo, sino que quería asegurar la clasificación de la manera más contundente posible.
Poco después, fue Mikel Merino quien anotó el tercer gol del Arsenal. El español mostró su capacidad para actuar como delantero en situaciones de caos dentro del área, y con una definición precisa, colocó el 0-3 que prácticamente sentenció el partido. Con este marcador, el Arsenal ya se veía encaminado hacia la clasificación, a pesar de los esfuerzos del PSV para reaccionar.
El penalti que recorta distancias
Sin embargo, el PSV no se dio por vencido tan fácilmente. En un desafortunado lance, Thomas Partey cometió una falta innecesaria sobre De Jong en la salida de un córner, lo que permitió al PSV recortar distancias desde el punto de penalti. Lang fue el encargado de transformar la pena máxima y poner el 1-3 en el marcador, lo que levantó temporalmente la esperanza de los aficionados locales. A pesar de este gol, el Arsenal seguía mostrando su superioridad, y rápidamente volvió a tomar el control del partido.
La segunda mitad, un show de goles
El técnico Mikel Arteta protegió a Lewis-Skelly después de que el árbitro español Gil Manzano no sancionara con tarjeta roja una jugada peligrosa en la que el joven canterano del Arsenal estuvo involucrado. Sin embargo, la protección de Arteta a su jugador no impidió que el Arsenal continuara su ataque. En la segunda mitad, Martin Ødegaard amplió la ventaja con un gol tras aprovechar un mal despeje de Walter Benítez, el arquero del PSV, quien tuvo una actuación desastrosa durante todo el encuentro. Con el 1-4 en el marcador, el partido parecía ya decidido.
Apenas unos segundos después, Leandro Trossard anotó el quinto gol para el Arsenal al definir con calma ante la salida de Benítez, quien se vio nuevamente impotente frente al ataque de los londinenses. La pesadilla para el arquero argentino no terminó ahí. Ødegaard, nuevamente, anotó desde fuera del área para colocar el 1-6, dejando al PSV sin respuestas. El Arsenal seguía dominando de manera absoluta y no dejó espacio para dudas sobre el resultado final.
Para rematar la goleada, Calafiori también se sumó a la fiesta al culminar un pase filtrado de Ødegaard, eludiendo la salida de Benítez y poniendo el definitivo 1-7 en el marcador.
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El partido de vuelta, una mera formalidad
Con este resultado, el Arsenal ha dejado prácticamente asegurado su pase a los cuartos de final de la Champions League. El partido de vuelta, que se jugará en el Emirates Stadium la próxima semana, se perfila como una mera formalidad, a menos que el PSV Eindhoven logre la remontada más histórica de la competencia. A juzgar por lo visto en la ida, es casi imposible que los holandeses puedan revertir el marcador y eliminar a un Arsenal que ha demostrado tener un nivel superior tanto en defensa como en ataque.