La ciudad italiana celebra a lo grande la presentación del Tour. Para el campeón Vingegaard, ser de la partida era un reto importante.
Que el Tour de Francia pise territorio italiano no es algo novedoso, ya que hasta en doce ediciones formaron parte del recorrido, pero hacerlo como inicio es una novedad nunca vista hasta el momento. Florencia será sede de la Grand Départ y este jueves acogió la presentación (ya es tradición que sea dos días antes del inicio en los últimos años en las grandes vueltas) de los 22 equipos y los respectivos 176 corredores (quince españoles) que formarán parte de esta 111º edición de la carrera más importante del mundo. Por los presentes, una de las más bonitas por escenario. Barcelona toma nota para el 2026.
El Piazzale Michelangelo, el sitio con las imágenes más espectaculares de Florencia, lugar de innumerables postales, fue el escenario elegido para dicha presentación ante miles de personas, con una copia del David de Miguel Ángel en el centro de la plaza. El primer equipo en subir a saludar, tras partir del Palazzio Vecchio y cruzar el río Arno, fue el EF Education, y no es casualidad. Es sus filas, y con un reluciente maillot de campeón de Italia, está Alberto Bettiol, el único participante de esta edición (ocho italianos en total) que procede de la región de la Toscana, la cuna de Gino Bartali, desde donde será el punto de partida.
A su lado, como compañero de equipo y actual compañero de Portugal, también saludaba Rui Costa con una sonrisa que no se le quitaba de la cara mientras observaba Florencia y recordaba el 2013, lugar y año en el que ganó un Mundial de mal recuerdo para el ciclismo español con la plata y el bronce de Purito y Valverde, respectivamente. Tiempos pasados, pero ahora lo que importa es el presente, y es que desde mañana se disputará uno de los Tour más esperados de los últimos años. “El UAE es como el Madrid, querrán ganar con Pogacar y sumar todas las etapas posibles”, dice Evenepoel, debutante.
El esloveno, siempre sonriente y con una bicicleta especial para la ocasión, respondió que se presentan “con uno de los equipos más fuertes de siempre”. Roglic, tras su salto al Bora, persigue su reto de conquistar las tres grandes, mientras que el vigente campeón, Vingegaard, destaca que “estar en el Tour ya es una victoria” tras su grave caída en abril. Florencia se viste de gala con fachadas, banderas y hasta un globo aerostático, con los colores del Tour, sobrevolando la ciudad. Cuenta atrás para un inicio de carrera que será trepidante.