El argentino se impuso por en las tarjetas (116-112; 117-111; 120-108) tras protagonizar una pelea que fue mutando con el correr de los rounds.
Es uno de los combates de boxeo internacional más esperados del año. Fernando Martínez se coronó en Japón tras vencer al local Kazuto Ioka, quien poseía el cinturón de la Asociación Mundial de Boxeo (WBA). La victoria, por decisión unánime en las tarjetas (116-112; 117-111; 120-108) le permitió al Puma unificar los títulos, ya que él se presentaba como campeón de la Federación Internacional de Boxeo (IBF) de la categoría supermosca.
Ambos boxeadores dieron un espectáculo increíble a las más de 11 mil personas que acudieron al Ryogoku Kokugikan. A lo largo de los 12 asaltos, el combate fue mutando hasta terminar en una demostración de potencia de cada lado.
El Puma Fernando Martínez tiñó de celeste y blanco el recinto de Ryogoku Kokugikan (11.098 espectadores) durante su presentación a una de las peleas más importantes de su carrera. El argentino, que ingresó con el sonido de las trompetas que caracterizan a la hinchada Xeneize, subió al escenario junto a su equipo, entre los que se encontraba el Chino Maidana para enfrentar a Kazuto Ioka por la unificación de los títulos de la Federación Internacional de Boxeo (IBF) y la Asociación Mundial de Boxeo (WBA) de la categoría supermosca.
El boxeador del barrio de la Boca comenzó el primer round muy agresivo. A base de ganchos al cuerpo y al rostro logró hacerle daño al japones en los segundos iniciales. Cada golpe de Martínez resonó en el cuerpo de su rival, que prefirió recibir el impacto en vez de intentar esquivarlo para contraatacar.
El segundo round tuvo un descenlace similar. Los ganchos y uppercuts entraban de lleno en la cabeza y debajo de las costillas. El japones, más pasivo, buscó el momento para entrar en la defensa de Martínez, que mantuvo una buena guardia cerrada. Para el tercer asalto, el argentino tenía el combate totalmente controlado, no solo en ataque sino también en defensa, bajando la guardia y esquivando los débiles golpes de su rival con fintas.
La cuarta vuelta se desarrolló con menor intensidad. El argentino aprovechó para recuperar energía tras un arranque muy agresivo. Si bien siguió atacando, priorizó los jabs y los rectos para tomar distancia. A partir del quinto, se pudo ver al japonés más activo, intentando proponer en vez de solo recibir.
Para el sexto round la pelea comenzó a emparejarse. Como si fuera por estrategia, el asiático activó su ataque. Si bien continuó recibiendo golpes, se adueñó del centro del cuadrilátero, aunque el argentino respondió bien y pudo recomponerse sobre el final. Los golpes más claros y certeros fueron del lado sudamericano hasta el noveno asalto. Pese a que el asiático cambió completamente su postura con respecto al principio, Martínez supo defenderse y atacar en el momento exacto, a diferencia de los primeros rounds en donde era una ráfaga de ganchos.
“¡Faltan tres, vamos!”, y “Dale que vas bárbaro”, se podía escuchar desde la esquina del Puma, que se ponía de pie para afrontar el décimo, uno de los asaltos más parejos de la velada. En los últimos dos rounds Kazuto Ioka tenía la obligación de salir a buscar el combate para no perder en las tarjetas, mientras que el argentino aminoró la ráfaga de golpes para centrárse en la defensa e impactar en el momento exacto.
Fernando pudo contener los embistes del japonés y llegar al último round como claro dominador. Para el número 12 el argentino tenía la ventaja y sólo una caída podía poner en duda el resultado. Martínez, sin embargo, no se resguardó y salió a competir de igual a igual para quedarse con el cinturón de su rival y fue ahí donde volvió a ganar la posición.
El japonés nunca encontró la forma de defender los ataques del Puma y contraatacar.
“Estoy muy emocionado. Para vos viejita linda, para mis hermanos y hermanas, para todos los Martínez. Los quiero un monton. Gracias a Japón, por la gente. Estoy muy agradecido con ustedes y espero volver a venir”, fueron las primeras palabras del argentino tras colgarse el segundo cinturón. Además, describió cómo fue el combate al reconocer el nivel de su oponente: “Ioka es un campeón de campeones. Se notó el nivel, la experiencia, los títulos que ganó, que no fueron en vano. Tiré todo, lo di todo y se aguantó todos los golpes. El público quería guerra y la tuvo”.