Rickey Henderson le cambió el significado al término, para irse a la gloria como el más célebre ladrón de bases de todos los tiempos. El líder en bases robadas de la historia de las ligas mayores de béisbol (MLB, por sus siglas en inglés) falleció el viernes, a tres días de cumplir 66 años de edad, de acuerdo con lo anunciado este sábado por la MLB.
Rickey Henderson nacido en Chicago en 1958, el jardinero impactó profundamente la historia de la MLB al convertirse en el máximo robador de bases en la historia del juego.
Rickey Henderson record
Superó el récord de Lou Brock de 938 bases robadas en 1991, y terminó aumentando la marca hasta la insólita cifra de 1.406 estafadas de por vida.
Además, las 2.295 carreras anotadas de su trayectoria también son otra marca histórica de la MLB.
Henderson jugó 25 temporadas en las mayores, desde 1979 hasta 2003, donde fue nominado 10 veces para el Juego de las Estrellas, ganó un premio al Jugador Más Valioso (MVP, por sus siglas en inglés) de la Liga Americana en 1990 con los Athletics de Oakland, ganó dos Series Mundiales, la de 1989 con los Athletics y la de 1993 con los Blue Jays de Toronto, y fue exaltado al Salón de la Fama en su primera votación, en 2009, con el 94,1% de los votos.
Pero más allá de los números, Ricky Henderson fue uno de los primeros peloteros en tener “las 5 herramientas”, bateo para promedio y con fuerza, velocidad en las almohadillas, un brazo poderoso, y una defensa envidiable. Fue un pelotero que marcó una época y que rompió de tal forma los paradigmas del juego, que hasta logró que el término robar fuese algo positivo.
Una leyenda del juego, que ahora está corriendo a toda velocidad, robando bases en el campo de sueños.