Los de Minnesota se adelantan en la semifinal del Oeste (2-0) con una defensa agresiva y el talento de Anthony Edwards y Karl Anthony-Towns.
Los lobos tienen hambre de éxito. El equipo liderado por Anthony Edwards, la nueva superestrella de la NBA, y por Karl-Anthony Towns ha enseñado los dientes en Denver. Los Timberwolves se han adelantado 2-0 en la primera semifinal de la Conferencia Oeste de la NBA con un descaro insultante. Emplearon su poderío físico tanto en defensa como en ataque, desesperando a los vigentes campeones. Los Nuggets de Nikola Jokić se quedan contra las cuerdas tras perder los dos primeros partidos de la serie en casa. Los Timberwolves tienen la posibilidad de sentenciar la eliminatoria en las dos próximas citas en Minnesota, que más allá de ser el lugar de origen de los Lakers, no tiene un gran pedigrí baloncestístico.
Los Nuggets salieron dispuestos a parar a Anthony Edwards, Antman, que les endosó 43 puntos en el primer partido, incluidos 25 en la primera mitad. Reforzaron la defensa sobre él con un marcaje férreo y ayudas constantes. Y consiguieron frenar a la joven estrella de 22 años. Sin embargo, el marcador decía que el plan no funcionaba. Karl Anthony Towns, el novato del año de 2016, tomó el relevo en ataque y todo el equipo sacó las garras en defensa hasta conseguir a su vez lo que parecía imposible: anular a Nikola Jokić, el candidato a mejor jugador del año y la figura dominante en la NBA.
Los de Denver no terminaban de creerse lo que estaba sucediendo. Anthony Edwards llevaba solo 4 puntos, pero el marcador señalaba un 20-39 al poco de iniciarse el segundo cuarto, con Towns desatado. Los amagos de reacción de los Nuggets se vieron frustrados una y otra vez y al descanso se llegó con un 35-61. Para colmo, ya ni siquiera lograban parar a Edwards, que se dio el lujo de colgarse del aro tras uno de sus espectaculares mates con gesto desafiante.
Los Timberwolves estaban disfrutando del partido. Se animaban en cada tiempo muerto, sonreían sobre la cancha, se felicitaban. Los Nuggets se desesperaban frustrados, protestaban, se quejaban. Estaba siendo un dolor de muelas para ellos. Compitieron en el tercer cuarto, pero solo para apuntarse un parcial de 25-21 y plantarse en el tramo final del partido 22 puntos abajo (60-82). Su magra puntuación era reflejo sobre todo del ejercicio defensivo de los de Minnesota, que robaron balones y pusieron tapones sin parar. Al final del tercer cuarto acumulaban 10 robos y 11 tapones, algunos de ellos al propio Jokić. El veterano Mike Conley, de 36 años, parece haber contagiado a los Timberwolves el espíritu del grit and grind, ese dejarse la piel en cada jugada que se hizo célebre en la etapa en que coincidió con Marc Gasol en los Grizzlies de Memphis.
La distancia al empezar el último cuarto era excesiva. Los de Denver intentaron maquillar un tanto el resultado en el último cuarto, pero ni lo consiguieron ni nunca tuvieron posibilidades reales de remontar. Cuando quedaban cuatro minutos, los de Minnesota ya aprovechaban los tiempos muertos para celebrar su inevitable victoria. Al final, 80-106.
Karl-Anthony Towns acabó el partido con 27 puntos y 12 rebotes, tras una serie de 10 de 15 tiros de campo, incluidos 3 de 5 triples. Ant-man se quedó con otros 27 puntos, lo que en su caso baja la media reciente. Chris Finch, el entrenador de los Timberwolves, se permitió darles descanso en el último tramo del partido. Desde el banquillo, Nickeil Alexander-Walker sumó 14 puntos y Naz Reid, el mejor sexto hombre de la liga, otros 14. Por parte de los Nuggets, Jokić se quedó en solo 16 puntos, aunque también sumó 16 rebotes y 8 asistencias.
Los de Jokić habían convertido el Ball Arena en un fortín, en parte ayudados por la altura de Denver, a la que ellos están acostumbrados. Entre las eliminatorias del año pasado y la primera ronda de este año habían ganado 13 de los 14 partidos disputados en casa en los playoffs. Ahora, han perdido dos seguidos.
Minnesota pasa a ser favorito en la eliminatoria. Los Timberwolves quedaron terceros de la Conferencia Oeste en la temporada regular con solo una victoria menos que los Oklahoma City Thunder y los Denver Nuggets. En el primer cruce barrieron a los Phoenix Suns de la estrella de la infancia de Edwards, Kevin Durant, por 4-0, con una destacada actuación de Edwards, pero pocos apostaban por ellos en un enfrentamiento directo contra los campeones, sus verdugos del año pasado en primera ronda con un claro 4-1. Juegan por primera vez en 20 años (y por segunda en su toda su historia) unas semifinales de conferencia. Pero van camino de ganarla.