La estrella de los Lakers busca socios financieros para ser el propietario de uno de los equipos de expansión de la NBA cuando se retire.
LeBron James, tras colgarse la medalla de oro con Estados Unidos en los Juegos Olímpicos, está ya centrado en la próxima temporada, en la que cumplirá uno de sus sueños, el de compartir vestuario y jugar junto a su hijo Bronny en la NBA. ‘King’ James tiene contrato esta campaña con los Lakers a razón de 48,7 millones de dólares. Y tiene opción de jugador para la 2025/26 por 52,6 millones. Su retirada no parece lejana y tal vez por eso ya planifica su futuro para cuando llegue el momento de colgar la camiseta.
De hecho, su intención es seguir teniendo una presencia importante en la NBA, y tiene clara la forma de lograrlo. Según Fortune, el cuatro veces campeón de la NBA tiene previsto presentar una oferta por uno de los nuevos equipo de expansión a los que dará vía libre la NBA, concretamente por la franquicia que se creará en Las Vegas.
«La lista de posibles pretendientes incluye, entre otros, a LeBron James y sus patrocinadores y a la empresa propietaria de la marca Red Bull Bloomberg.
«La inminente guerra de ofertas por el equipo de expansión de la NBA que se espera que se adjudique a Las Vegas se perfila como el acuerdo deportivo más competitivo y costoso en la historia del deporte en Estados Unidos», según Bloomberg . «La lista de posibles pretendientes incluye, entre otros, a LeBron James y sus patrocinadores y a la empresa propietaria de la marca Red Bull, según personas familiarizadas con la situación. El precio total, incluida la construcción de un nuevo estadio, podría alcanzar los 7.000 millones de dólares, según dos asesores deportivos que han vendido anteriormente equipos de la NBA».
LeBron, de 39 años, ha ansiado durante mucho tiempo la oportunidad de asumir el papel de propietario/gobernador de su propio equipo, pero la oportunidad no se ha presentado hasta ahora. Con 20 años de experiencia en la NBA, tiene la intención de mantener viva su influencia una vez que decida retirarse, y seguir así los pasos de otra leyenda como Michael Jordan, que fue accionista mayoritario de los Charlotte Hornets. Las Vegas se presenta como su mejor oportunidad para lograr este objetivo.
Cada vez más equipos en Las Vegas
Con una población de 656.274 habitantes, Las Vegas (Nevada) es uno de los centros más populares de su área y se ha vuelto mundialmente famosa por sus casinos, espectáculos y la vida nocturna que millones de turistas visitan cada año. Las Vegas nunca tuvo mucha presencia en los deportes profesionales, pero eso ha cambiado en los últimos años.
Desde los Golden Knights (Hockey) y los Raiders (fútbol americano) hasta las Aces (baloncesto femenino), Las Vegas es una ciudad deportiva en ascenso y la NBA podría ser la próxima en la lista para aprovechar la oportunidad. Ya han hecho de Las Vegas la sede del torneo de la Copa de la NBA de reciente creación y el equipo de Estados Unidos lleva años utilizando la ciudad como centro de entrenamiento para sus jugadores antes de disputar torneos internacionales.
Dos o tres franquicias nuevas
La NBA trabaja para incluir al menos dos o tres franquicias más en la Liga. Es probable que una de ellas tenga su sede en Seattle, otra en Las Vegas y posiblemente otra en Ciudad de México. Y lo que parece claro es que quienes quieran acaudillar esos proyectos tendrán que rascarse el bolsillo, pues se estima que la NBA pedirá un mínimo de 6.000 millones de dólares a cada una. Parte de ese dinero se repartiría entre todas las franquicias, unos 400 millones a cada una si son dos, y algo más si finalmente son tres equipos nuevos.
Las Vegas es, sin duda, la ciudad de expansión más probable y eso es una buena noticia para LeBron James, que ya reconoció en el pasado que quería ser el propietario de un equipo en Las Vegas y, como uno de los mayores pioneros del deporte, es probable que la NBA aceptase su solicitud cuando estén listos para incorporarlo.
El único obstáculo para LeBron sería conseguir los fondos. James es multimillonario, pero para afrontar esa descomunal inversión que podría rondar los 7.000 millones de dólares, necesitaría algunos socios comerciales y otras conexiones para construir un grupo de propietarios adecuado capaz de llevar a buen puerto esa macro operación.