La favorita indiscutible derrotó a Francia en la gran final del baloncesto femenino y empata con oros con China lo que les da el triunfo en el medallero.
Katie Ledecky, Noah Lyles, LeBron James, Simone Biles… Muchos nombres han contribuido a que la gran potencia mundial, los Estados Unidos de América, gane el medallero de los Juegos Olímpicos de París 2024. Pero no podría haber ocurrido sin la última ‘chapa’ dorada en juego, la del baloncesto femenino que cerraba la competición antes de la clausura en la que se entregará el testigo a Los Ángeles. El ‘Dream Team’ femenino, como también hizo el masculino, batió a Francia en París (66-67) y prolonga su hegemonía. Son ocho oros seguidos, jamás nadie lo hizo, y su mito Diana Taurasi encadena seis.
Las chicas de Estados Unidos dieron el oro número 40 a las barras y estrellas, significando que igualan los oros de China. Pero resultan vencedores del medallero tras sumar 127 metales, con 44 platas y 43 bronces. Es su cuarta consecutiva, siendo la de Pekín 2008, ante el gigante chino, la última vez en la que no salieron como más laureados de los Juegos (en esa ocasión la nación asiática sumó más oros).
En baloncesto femenino no existe historia. Estados Unidos sigue arrasando en un torneo que lleva sin ceder desde Barcelona 1992, cuando el Equipo Unificado (la antigua URSS) las dejó sin el oro tras un estelar torneo de la jugadora lituana Natalya Zasulskaya. Desde allí son 61 partidos sin perder en cita olímpica, prologando una de las hegemonías más brutales del deporte.
La resistencia de Francia
La final se midió, como era previsible, en la resistencia de Francia. Durante la primera parte fue una constante (25-25) entre los pocos puntos, dos genialidades de Marine Johannes en el primer cuarto y los dos momentos excepcionales justo antes del bocinazo del descanso. Un triple de Fauthoux desde su casa y la canasta de Salaun llegó a colocar a Francia al mando aunque Collier empató para llegar en tablas al intermedio.
También la aportó en un tercer cuarto de locos. Francia, motivada por un público caliente y copado de la flor y nata de la sociedad y el deporte del país, salió en tromba y clavó un parcial de 10-0 tejido por Fauthoux y Ayayi. Estados Unidos ahí vio las orejas al lobo, subió su acierto con los triples de Kelsey Plum y aportó el trabajo de Wilson y Collier para ir en crecimiento.
No impidió que la valentía gala siguiese con un triplazo de Johannes que enviaba la final a una decisión en los 10 minutos finales (43-45, 30′). Sin intimidar a Francia, llegando a colocarse mandando tras un canastón de Marieme Badiane. Si Estados Unidos quería el oro tendría que sudarlo (51-51, 35′).
Entendiendo que la batalla sería cerrada, con poca opción a romperlo. Entre Breanna Stewart, constantemente generando ventajas, y A’Ja Wilson abrieron una ventana (57-60, 38′). Mínima, pero ya hacía a Francia maniobrar. Se encargó Williams, recortando a un punto de margen con minuto y medio por disputarse.
La americana nacionalizada por Francia dio el aire necesario, pero también se lo quitó poco después. Kahleah Cooper hizo una bandeja, y Williams quiso contestar desde la larga distancia. Pero forzada por el tiempo ni tocó aro, regalando a Estados Unidos una ventaja clave (59-62, 39′). Y aunque no lo aprovechó de primeras, ‘USA’ repitió defensa clave para cerrar el oro. Fauthoux se quedó sin espacio entre Wilson y Stewart, y en el tiro libre A’Ja abrió margen a las dos posesiones de diferencia.
Pero tampoco mató a una Francia épica. Gabby Williams recortó desde el triple para regalar una final decidida en la última posesión. Cooper, sangre fría, dejó la renta en tres desde el tiro libre. Y Francia, con toda París a sus espaldas, buscó el milagro. De nuevo Williams, que quiso lanzar de tres, dio pasos al frente y sacó un tiro de dos sobre la bocina que metió. Francia perdía de uno (66-67) con oro para Estados Unidos y victoria en el medallero.