El Presidente Biden llega con varios triunfos bajo el brazo a informar sobre el Estado de la Unión
El Presidente se paró frente a la nación entera en el corazón del Capitolio para entregarnos el conocido discurso del Estado de la Unión. Un momento solemne donde el mandatario usualmente hace un resumen de los logros de su administración y al mismo tiempo expone lo que viene durante el próximo año, con una ambiciosa agenda legislativa. La acción climática es gran parte de esa historia, no tan sólo por lo que hemos ganado hasta ahora, sino por lo que nos espera.
Este año es muy diferente a los anteriores. A pesar de los pronósticos políticos que acapararon 2022 lo cierto es que la oposición, es decir, la mayoría republicana en el Congreso, está más fragmentada que nunca y dominada por la parte más extrema del partido, como lo vimos en la dolorosa e interminable elección de Kevin McCarthy como el presidente de la Cámara Baja.
A su vez, el Presidente Biden llega con varios triunfos bajo el brazo, como la Ley de Infraestructura, Ley Para Reducir la Inflación, y unas recientes elecciones legislativas que demuestran que el país está de su lado.
En este delicado y a la vez orquestado momento político en Washington cada palabra cuenta, mientras las expectativas de activistas, líderes comunitarios y locales varían de acuerdo al tono, extensión y énfasis que se le da a cada tema durante el discurso.
Esta vez, los números están a favor del presidente Biden, especialmente cuando se trata de revitalizar la economía, crear empleos y dar los pasos necesarios en la lucha contra el cambio climático. Según un nuevo informe, las subvenciones de la Ley Para Reducir la Inflación han desencadenado una carrera mundial por la energía limpia, abriendo camino a políticas climáticas privadas y gubernamentales ambiciosas. Natural Resources Defense Council y Evergreen Action publicaron esta semana un nuevo reporte en el que se detalla el plan para reducir las emisiones del sector eléctrico en un 80% de aquí a 2030, lo que demuestra que tener estándares ambiciosos pueden poner al alcance el objetivo del Presidente Biden de lograr un 100% de electricidad limpia para 2035.
Esta noticia se produce mientras las empresas realizan importantes inversiones en energías limpias en todo el país, prometiendo miles de millones para ampliar la fabricación de energía solar, eólica, y vehículos eléctricos en Iowa, Kansas, Georgia, Idaho, Nevada, y con Microsoft uniéndose con Qcells para poner en línea más de 2,5 gigavatios de energía solar. La Administración Biden ha aportado esta semana $128 millones de dólares en financiamiento para aumentar los proyectos solares en comunidades desatendidas y acelerar la producción sostenible de biocombustibles. La Agencia de Protección Ambiental está tomando acciones contra la contaminación, anunciando medidas para restringir la contaminación atmosférica y ayudar a las comunidades marginadas sobrecargadas de contaminación. Por último, estados clave están impulsando una ambiciosa legislación para hacer frente a las amenazas relacionadas con el clima, reforzar los recursos de energía limpia y fijar objetivos para lograr una electricidad libre de carbono para 2040.
Los beneficios asociados con estos importantes pasos para expandir la energía limpia están teniendo un impacto directo en los trabajadores. Desde que se aprobó la Ley para Reducir la Inflación las empresas de energía limpia han anunciado miles de nuevos puestos de trabajo para electricistas, mecánicos, trabajadores de la construcción, técnicos, personal de apoyo y muchos otros. Un gran logro y una oportunidad muy importante para la comunidad latina, que ya se ve representada en el sector.
Al mismo tiempo, estos cambios tienen un impacto para nuestra vida cotidiana y nuestro futuro. La semana pasada, la Vicepresidenta Kamala Harris viajó a Tonopah, Arizona, donde visitó el proyecto pionero de infraestructura energética Ten West Link, que conectará las redes eléctricas de Arizona y California, impulsando el suministro de energía renovable en los dos estados. Este tipo de proyectos son importantes porque las condiciones meteorológicas extremas como las olas de calor que se dan ahora con mayor frecuencia e intensidad están comprometiendo el suministro de energía y poniendo en peligro a muchas familias. La nueva línea eléctrica mejorará la eficiencia y fiabilidad del sistema de transmisión, sin dejarla a merced del agua, lo que es clave para los estados occidentales.
Phoenix es la segunda ciudad que más rápido se calienta del país, y el diseño de la ciudad hace que el calor sea más peligroso, hasta el punto de que 155 residentes de Phoenix murieron por enfermedades relacionadas con el calor en 2017. Un informe reciente descubrió que las comunidades latinas y de bajos ingresos de Phoenix experimentan más calor extremo en comparación con las comunidades blancas. Las líneas de transmisión nuevas y mejoradas ayudarán a garantizar que haya suficiente energía para satisfacer la demanda máxima durante el verano, lo que significa menos riesgo de apagones y menos noches sin aire acondicionado.
Es la hora de sacar cuentas en Washington, pero antes que el teatro político empiece, es importante que veamos los números y lo que está ocurriendo en los rincones de este país. Hay un antes y un después de la administración Biden cuando hablamos de acción climática. Una suma que nos beneficia a todos.