Se cumplirá el 13 de agosto de 2021, 500 años de la caída de Tenochtitlan, tras férrea resistencia de Moctezuma, Cuitláhuac, Cuauhtémoc al frente de su pueblo y apoyados por sus aliados. Cortés por medio de engaños impuso el total dominio español, dado que llegó sin permiso del Rey para conquistar, junto con Bernal y compañía tuvo que justificarse inventando que Moctezuma voluntariamente colaboró para entregar todo, lo que es falso. Moctezuma los recibió siguiendo su costumbre hospitalaria ante visitantes extranjeros, él y su comitiva los condujeron al Palacio de Axayacatl y ahí en cuanto pudieron lo hicieron prisionero a él y a todos los principales. Falso que fue conciliador y cobarde, por lo contrario. Tuvo una actitud de resistencia.
Es muy desconocido que Moctezuma Xocoyotzin, siendo prisionero y mantenido como rehén en el Palacio de Axayacatl, encadenado y bajo severa vigilancia declaró la guerra a los Españoles, pero no le entendieron, lo hizo en los siguientes términos según Bernal Díaz del Castillo.
“La respuesta y mandó que nuestros teules han dado a nuestros papas y a mí y a todos mis capitanes y es que os demos guerra y os matemos y os hagamos ir por la mar adelante, lo que he colegiado de ello y me parece que antes que comiencen la guerra, que luego salgáis de esta ciudad y no quede ninguno de vosotros aquí, y esto, señor Malinche os digo que hagaís de todas maneras que os conviene: si no mataros han y mirad que se os va la vida.” (Bernal: Verdadera Historia p.625).
Lo que traduciendo a sus costumbres quería decir: Luego de consensar y evaluar la situación, la respuesta a que se ha llegado y a nombre y por determinación del Consejo (Tlatokan) que ha dado órdenes a mí y a mi ejército que les dé a Ustedes, un ultimátum, así que mejor sálgase de la ciudad y no quede ninguno aquí antes de que comience la guerra, así que señor Cortés te advierto que lo vas a tener que hacer y les conviene porque si no serán muertos y quedarán sin vida.
Tras que Moctezuma fue hecho prisionero y les declaró la guerra a los españoles a su manera tradicional misma que sus captores no comprendieron Moctezuma gestionó la liberación de Cuitláhuac y sacrificándose le dio la orden de dar guerra a muerte. El tlatoani fue obligado a subir a la azotea en medio del ataque y la lluvia de piedras, pero se negó a hablar. Los españoles lo asesinaron (lo dicen los cronistas indígenas y religiosos españoles) y aventaron su cadáver para huir mientras se le hacían honras fúnebres.
Ahora han salido con el cuento de que los Mexicas fueron derrotados en una guerra intestina entre pueblos indígenas. Esto debido al hecho de que los invasores españoles contaron con aliados indígenas. En primero lugar hay que decir que aquí no había una sola nación, sino decenas de naciones originarias y que cada quién podía hacer las alianzas que le conviniesen. Cortés engañó, amenazó y traiciono a sus aliados que actuaban según sus costumbres ancestrales, de aliarse varios pueblos en equidad para lograr hegemonía. Tras 500 años ya hay que abandonar la versión hispanista. España invadió todo el territorio del Anáhuac y estableció “La Nueva España”. Aquí no existía un Imperio sino Confederaciones, había muchos pueblos que acostumbraban a hegemonizar por medio de la Triple Alianza: México, Tacuba, Texcoco en 1519 que sustituyó a la de: Azcapotzalco, Texcoco y Culhuacán. Los tlaxcaltecas, huejotzincas, totonacas, cholultecas, pretendía con su alianza con Cortés establecer una nueva Alianza hegemónica en el Anáhuac, con equidad entre los aliados. Cortés los engañó e impuso el total dominio Español, como llegó sin permiso del Rey para conquistar, junto con Bernal y compañía tuvo que justificarse inventando que Moctezuma voluntariamente colaboró para entregar todo. Falso. En toda invasión hay aliados locales, los hubo en la Independencia, la Invasión Norteamericana y la Francesa, el que el ocupante tenga aliados no implica que no sea una invasión. No hubo tal sublevación de todos contra los mexicas, sino un invasor que se aprovechó de aliados coyunturales a los que luego también sometió al dominio de la corona española.
Durante la Invasión del Anáhuac, los mexicas tenían como aliados a los matlatzincas, los malinalcas y cohuixcas , tepanecas, Tlalnepantlenses, a los pueblos de Cuautitlán, Tenayuca, Otumba, Cuautlalpan y a los pueblos tlatelolcas. para ayudar en una ofensiva externa a los mexicas.
Pese a la heroica resistencia de Moctezuma, Cuitláhuac y Cuauhtémoc vino la derrota, la viruela diezmó a las tropas defensoras, las armas europeas: cañones, fusiles, armaduras, caballos, picas de acero, enfrentaron armas de madera y obsidiana, la falta de unión en el territorio del Anáhuac, todo ello llevó a la derrota y al inicio de 500 años de resistencia, la esperanza en el futuro se refleja en el último mensaje de Cuauhtémoc.
La tradición oral atribuye este poema como el último mensaje del Tlahtokan (consejo de gobierno) de Mexhico Tenochtitlan. Dado a conocer por Cuauhtémoc como mandato de su último acto el 12 de agosto de 1521, día ze koatl (uno serpiente) de la veintena tlaxochimako (“se obsequian flores”) del año yei kalli (tres casa)
Nuestro Sol se ocultó
Nuestro Sol desapareció su rostro
Y en completa oscuridad nos ha dejado
Pero sabemos que otra vez volverá
Que otra vez saldrá
Y nuevamente nos alumbrará
Pero mientras allá esté y en la mansión del silencio permanezca
Muy prontamente reunámonos y estrechémonos
Y en el centro de nuestro ser ocultemos
Todo lo que nuestro corazón ama
Y lo que sabemos es un gran tesoro.
Destruyamos nuestros recintos al principio creador
Nuestras escuelas, nuestros campos de pelota
Nuestros recintos para la juventud, nuestras casas para el canto y el juego.
Que nuestros caminos queden abandonados
Y nuestros hogares nos resguarden
Hasta cuando salga nuestro nuevo sol.
Los papacitos y las mamacitas
Que nunca olviden guiar a sus jóvenes
Y hacer saber a sus hijos mientras vivan
Cuán buena ha sido
Hasta ahora nuestra amada tierra Anáhuac.
Al amparo y protección de nuestro destino
Y por nuestro gran respeto y buen comportamiento,
Confirmados por nuestros antepasados
Y que nuestros papacitos muy animosamente
Sembraron en nuestro ser.
Ahora nosotros les encargamos a nuestros hijos
Que no olviden informar a sus hijos
Cuán buena será, como se levantará
Y alcanzará fuerza
Y cuán bien realizará su gran destino
Esta nuestra amada madre tierra Anáhuac.
La historia que narro en este texto, que difiere de la oficial se basa en investigaciones profundas de varios mexicanos entre los que destaca Eulalia Guzmán a quien recomiendo leer y estudiar. En este aniversario 500 de la invasión española es importante recordar esta gran mexicana, que dio mucha luz sobre lo que verdaderamente sucedió a partir de 1519 en nuestras tierras. Eulalia Guzmán, maestra y arqueóloga mexicana fue una pionera en el rescate de nuestra cultura. Se tituló en 1904 en la Escuela Normal. Desde la época revolucionaria participó en la lucha contra la dictadura al lado de Madero y siempre levantó la bandera de la reivindicación indígena, luego del asesinato de Madero se opuso al dictador Victoriano Huerta y junto con otras mujeres que integraron el grupo “Lealtad”, en plena dictadura llevaba flores al presidente sacrificado en el Golpe Militar auspiciado por el embajador de EU, Henry Lane Wilson. Además, audazmente organizaba volanteo, conferencias, mítines y defendían presos políticos.
Se dedicó a la docencia durante décadas, luego estudió Historia y antropología. Entre 1920 y 1924 dirigió la campaña nacional de alfabetización, y diez años después estudió por su cuenta Monte Albán y Mitla. A los 55 años recibe su maestría en Historia. Estudió Filosofía en la UNAM y se doctoró en Massachussets. Organizó y fue jefa del Archivo Histórico del ENAH de 1937 a 1970. En 1934 fue nombrada jefa del Departamento de Arqueología del Museo Nacional y recorrió parte de la mixteca alta. Durante el gobierno de Lázaro Cárdenas en 1937 a 1940 la SEP le encargó localizar información de la época prehispánica en universidades y bibliotecas europeas. En 1942 realizó diversas exploraciones en Chiapas. De 1940 a 1951 Eulalia Guzmán estuvo a cargo en Ixcateopan, Guerrero, sobre los restos del Tlatoani Cuauhtémoc.
En 1949 su anuncio de haber localizado los restos de Cuauhtémoc conmocionó a México, en 1962 su reportaje Bomba a la Historia, en la revista Impacto provocó gran polémica entre los avezados estudiosos de la antropología y la historia. De inmediato sus detractores los hispanistas oficiales se dieron a la tarea de negar su trabajo y ridiculizar, pero ella hasta los 94 años continuó firme y decidida. Como dato curioso ella nació en 1890 en San Pedro Piedra Gorda, Zacatecas, en el municipio Cuauhtémoc.
Fue una apasionada estudiosa del pasado indígena de México y pasó largas temporadas en el extranjero estudiando en las fuentes originales los códices y manuscritos de la historia mexicana. Estudió en las bibliotecas de Oxford, Berlín, Viena, Milán, Valencia y Francia. Su intenso interés la convirtió en la mejor paleógrafa que jamás haya existido en México.
Eulalia Guzmán participó en todas las grandes gestas del siglo XX, la oposición al dictador Díaz, la revolución, la lucha contra Victoriano Huerta, la lucha por los derechos de la mujer y su derecho al voto, la alfabetización, la expropiación petrolera y en el Movimiento de 1968 apoyó decidida a los estudiantes contra el autoritarismo del PRI-Gobierno.
Dio luz sobre muchos aspectos de nuestra cultura, cuestionando las historias sobre sacrificios humanos, sobre el papel de Moctezuma, Cuitláhuac y Cuauhtémoc, en la lucha de resistencia contra la invasión, en el sistema económico, político y social de la época precuauhtemica y la lectura de sus libros es imprescindible. Escribió alrededor de 20 libros, algunos como el de “Cartas de Relación de Hernán Cortés” son de lectura obligada en estas fechas.