La diferencia entre la salida voluntaria y la autodeportación en el contexto migratorio de Estados Unidos ha generado confusión, especialmente con las nuevas medidas implementadas por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS). Aunque ambos términos son utilizados en ocasiones de manera intercambiable, poseen implicaciones legales distintas que afectan el futuro migratorio de quienes se encuentran en situación irregular.
En términos generales, la salida voluntaria es un proceso regulado por el sistema judicial de inmigración de EE.UU., mientras que la autodeportación es una decisión personal del migrante de abandonar el país sin intervención directa del gobierno. Estos dos conceptos no solo tienen implicaciones legales diferentes, sino que también afectan el historial migratorio de una persona y pueden influir en futuras solicitudes de visado o residencia.
¿Qué es la salida voluntaria?
La salida voluntaria es un proceso regulado por la Oficina Ejecutiva de Revisión de Casos de Inmigración (EOIR) que se otorga a los migrantes que enfrentan un proceso de deportación. Este procedimiento permite que la persona abandone el país de manera controlada, dentro de un plazo determinado, sin recibir una orden formal de expulsión. Existen dos tipos de salida voluntaria: la solicitada al inicio del proceso migratorio y la otorgada al final de la audiencia, siendo esta última más difícil de obtener.
El beneficio de optar por la salida voluntaria es evitar sanciones severas, como la prohibición de reingreso durante años. Además, permite que el migrante tenga la oportunidad de regularizar su estatus en el futuro, si cumple con los requisitos establecidos por la ley de inmigración de EE.UU. Según la EOIR, optar por la salida voluntaria puede facilitar el reingreso legal al país en el futuro.
Para poder acceder a este beneficio, los migrantes deben cumplir ciertos requisitos. Entre ellos, se incluye demostrar que tienen los recursos económicos para costear su viaje de regreso y comprometerse a salir en el tiempo establecido por la autoridad migratoria. En algunos casos, se podría exigir el pago de una fianza para garantizar que se cumpla con la salida.
Esteban Biba/ EPA/ EFE
¿Qué es la autodeportación?
A diferencia de la salida voluntaria, la autodeportación no es un término oficial en la legislación migratoria de Estados Unidos. Este concepto hace referencia a la decisión personal de un migrante de abandonar el país sin intervención directa de las autoridades migratorias. Según la firma de abogados Andrew T. Thomas, la autodeportación suele ocurrir cuando los migrantes enfrentan dificultades para acceder a trabajo, vivienda o servicios básicos debido a políticas migratorias estrictas.
En muchos casos, los migrantes consideran que la autodeportación puede ayudarles a evitar los procedimientos formales de deportación. Sin embargo, esto no siempre es cierto, ya que, en algunos casos, la autodeportación podría complicar aún más las posibilidades de regularizar su estatus migratorio en el futuro.
Un aspecto relevante de la autodeportación es que no garantiza la posibilidad de reingresar legalmente a Estados Unidos. Aunque el migrante abandone el país por su cuenta, su historial de presencia irregular podría convertirse en un obstáculo en futuras solicitudes de visado o residencia. Incluso, en algunos casos, la salida bajo autodeportación puede ser vista como un intento de eludir las sanciones migratorias, lo que podría generar problemas adicionales en el proceso de retorno.
Diferencias clave entre salida voluntaria y autodeportación
Las diferencias entre salida voluntaria y autodeportación son significativas y deben ser consideradas cuidadosamente por los migrantes que se encuentren en situación irregular. A continuación, se detallan algunas de las principales diferencias:
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Proceso legal: La salida voluntaria es un procedimiento regulado por la ley de inmigración, mientras que la autodeportación es una decisión personal sin un marco legal específico.
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Orden de deportación: La salida voluntaria evita que el migrante tenga una orden formal de deportación en su historial, lo cual facilita su retorno en el futuro. En cambio, la autodeportación no necesariamente protege contra sanciones migratorias futuras.
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Consecuencias legales: Optar por la salida voluntaria puede permitir que un migrante solicite el reingreso legal sin restricciones severas. Por otro lado, la autodeportación puede llevar a la prohibición de ingreso por hasta diez años si hubo una estancia ilegal prolongada.
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Requisitos: La salida voluntaria requiere que el migrante cumpla con ciertas condiciones establecidas por la corte de inmigración, mientras que la autodeportación no necesita la aprobación de ninguna autoridad.
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Impacto en futuras solicitudes: Un migrante que opta por la salida voluntaria puede demostrar que cumplió con la normativa migratoria, lo que podría mejorar sus posibilidades de reingreso. Por otro lado, aquellos que se autodeportan sin regularizar su estatus pueden enfrentar obstáculos adicionales.
¿Cómo afecta la nueva aplicación CBP Home?
La implementación de la aplicación CBP Home por parte del DHS ha renovado el debate sobre la salida voluntaria y la autodeportación. Esta herramienta reemplaza a CBP One e incluye la función “Intent to Depart”, que permite a los migrantes en situación irregular notificar su intención de abandonar el país. Sin embargo, expertos advierten que este mecanismo no reemplaza el proceso formal de salida voluntaria y podría generar confusión en cuanto a sus implicaciones legales.
Es importante entender que, aunque esta aplicación facilita la notificación de la salida, no sustituye el proceso de salida voluntaria regulado por la Oficina Ejecutiva de Revisión de Casos de Inmigración. Las personas que opten por esta opción a través de CBP Home aún deben cumplir con los requisitos legales establecidos para evitar una orden formal de deportación.
Foto de CBP Home
La autodeportación en el contexto de las políticas migratorias
En administraciones anteriores, la autodeportación ha sido vista como una estrategia indirecta para reducir la cantidad de migrantes sin documentos en Estados Unidos. Durante el gobierno de Donald Trump, se promovieron políticas que endurecieron las condiciones para los migrantes con el objetivo de incentivar la autodeportación. Estas medidas incluyeron la restricción del acceso a beneficios públicos y la dificultad para obtener permisos de trabajo, lo que llevó a algunos migrantes a optar por la autodeportación.
Sin embargo, organizaciones de derechos humanos han advertido que estas políticas exponen a los migrantes a situaciones vulnerables en sus países de origen y dificultan su regularización futura en EE.UU. Por lo tanto, los migrantes deben considerar cuidadosamente sus opciones y, en la mayoría de los casos, buscar asesoría legal antes de tomar decisiones que puedan afectar su futuro migratorio.
La importancia de la asesoría legal
Abogados especializados en inmigración recomiendan que los migrantes que enfrentan una situación irregular busquen asesoría legal antes de decidir si optan por la salida voluntaria o la autodeportación. Mientras que la salida voluntaria es un proceso formal que puede evitar sanciones, la autodeportación es una decisión individual que no garantiza mejores condiciones para un posible retorno a Estados Unidos.
Además, es fundamental evaluar las opciones disponibles en cada caso. Existen otras vías legales que podrían permitir regularizar el estatus migratorio sin necesidad de salir del país, como solicitudes de asilo, ajuste de estatus o visas humanitarias. Consultar con un abogado de inmigración es esencial para determinar la mejor estrategia según la situación específica de cada migrante.
Muchas organizaciones sin fines de lucro en EE.UU. se dedican a brindar servicios legales gratuitos o de bajo costo a migrantes, especialmente a aquellos de comunidades vulnerables. Algunos ejemplos son:
- American Immigration Council: Proporciona recursos educativos y promueve reformas migratorias, además de ofrecer ayuda legal en casos específicos.
- RAICES (Refugee and Immigrant Center for Education and Legal Services): Ofrece representación legal gratuita o a bajo costo a inmigrantes, incluyendo asesoría sobre procesos de asilo, defensa en casos de deportación y obtención de visas.
- Immigrant Legal Resource Center (ILRC): Proporciona recursos y formación a abogados y organizaciones que asisten a migrantes. También ofrece herramientas para comprender el proceso migratorio.
3. Programas de asistencia legal de universidades y facultades de derecho
Muchas universidades y escuelas de derecho tienen clínicas legales donde los estudiantes, bajo la supervisión de abogados experimentados, ofrecen servicios de asesoría y representación legal gratuita o a precios reducidos. Ejemplos incluyen:
- Clinical Programs de la Universidad de California, Berkeley (Berkeley Law): Ofrecen asistencia en una amplia gama de casos migratorios, desde la obtención de visas hasta la defensa en procedimientos de deportación.
- Clinicas Legales de la Universidad de Nueva York (NYU School of Law): Proporcionan servicios legales gratuitos a migrantes, incluidos casos de asilo y peticiones de residencia.
4. Consultas telefónicas y en línea
Algunas organizaciones y firmas de abogados ofrecen consultas gratuitas o de bajo costo por teléfono o en línea, lo cual puede ser muy útil si el migrante no puede acudir personalmente a una oficina. Ejemplos:
- National Immigration Law Center (NILC): Ofrecen asistencia legal y orientación en línea para inmigrantes, especialmente en lo que respecta a la protección contra la deportación y el acceso a beneficios sociales.
- Legal Aid Society: Proporciona consultas telefónicas gratuitas a inmigrantes y orientación sobre cómo abordar casos de deportación, ajuste de estatus y otros temas migratorios.