El mercado bursátil de Estados Unidos vivió el lunes una jornada de alta volatilidad, destacando la abrupta caída del Nasdaq Composite, que experimentó su mayor descenso desde septiembre de 2022. Este retroceso se produjo en medio de crecientes preocupaciones sobre una posible recesión económica y las políticas comerciales implementadas por la administración del presidente Donald Trump.
Nasdaq: una caída inesperada
El Nasdaq Composite cerró con una pérdida de 632,84 puntos, equivalente a una disminución del 5,16%. Este descenso es el más pronunciado desde el 13 de septiembre de 2022, cuando el índice registró una caída del 5,16%.
La magnitud de la caída sorprendió a muchos inversores, especialmente considerando la recuperación parcial que los mercados habían experimentado en los últimos meses.
Factores que contribuyen al descenso del Nasdaq
Varios elementos convergieron para provocar este desplome en el Nasdaq:
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Políticas comerciales agresivas: La administración Trump anunció la imposición de aranceles adicionales del 25% sobre las importaciones de acero y aluminio provenientes de Canadá. Esta medida generó incertidumbre sobre las relaciones comerciales y aumentó las preocupaciones sobre una posible guerra comercial.
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Temores de recesión: Comentarios recientes del presidente Trump sobre una «transición económica» alimentaron los temores de una desaceleración económica inminente. Estos comentarios contribuyeron a la volatilidad del mercado y a la aversión al riesgo por parte de los inversores.
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Impacto en empresas tecnológicas: El sector tecnológico, que constituye una parte significativa del Nasdaq, se vio especialmente afectado. Empresas como Nvidia experimentaron pérdidas sustanciales, acumulando una disminución de más de $1 billón en su valor desde enero.

Vista de un agente de bolsa durante la jornada en Wall Street, en una fotografía de archivo. EFE/Justin Lane
Reacción de otros índices y mercados
Mientras el Nasdaq sufrió una caída del 5,16%, otros índices también registraron pérdidas, aunque de menor magnitud:
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S&P 500: Registró una disminución del 4,32%, su mayor caída desde junio de 2020.
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Dow Jones Industrial Average: Aunque también cerró en rojo, su descenso fue más moderado en comparación con el Nasdaq y el S&P 500.
A nivel internacional, los mercados europeos y asiáticos mostraron signos de estrés, reflejando la preocupación global sobre la estabilidad económica y las políticas comerciales de Estados Unidos.
Impacto en la economía de los estadounidenses
La caída del Nasdaq y la volatilidad general del mercado pueden afectar la economía de los estadounidenses de diversas maneras:
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Valor de las inversiones: Muchos ciudadanos poseen inversiones en fondos indexados al Nasdaq o en acciones tecnológicas. La caída del índice puede reducir el valor de sus carteras de inversión.
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Confianza del consumidor: La volatilidad del mercado puede afectar la confianza del consumidor, llevando a una reducción en el gasto y afectando el crecimiento económico.
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Costos de financiamiento: Una mayor aversión al riesgo puede aumentar los costos de financiamiento para empresas y consumidores, afectando préstamos e hipotecas.
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Empleo en el sector tecnológico: Las empresas tecnológicas, afectadas por las políticas comerciales y la volatilidad, podrían reducir contrataciones o inversión, impactando el empleo en este sector.

Fotografía del 6 de marzo de 2025 que muestra el índice Nasdaq de Wall Street, que registra una caída por los temores a una posible recesión. EFE/Sarah Yenesel
Perspectivas a corto y mediano plazo
La situación actual plantea interrogantes sobre la dirección que tomará el mercado en los próximos meses:
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Política monetaria: La Reserva Federal se enfrenta al desafío de equilibrar el control de la inflación con el riesgo de frenar el crecimiento económico. Las expectativas apuntan a posibles recortes en las tasas de interés, pero la reciente volatilidad complica la toma de decisiones.
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Tensiones comerciales: Las relaciones comerciales de Estados Unidos con sus principales socios, como Canadá y la Unión Europea, podrían verse afectadas por las nuevas políticas arancelarias. Esto añade un nivel adicional de incertidumbre al panorama económico.
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Sector tecnológico: Las empresas tecnológicas, que han sido pilares de crecimiento en años anteriores, ahora enfrentan desafíos debido a las políticas comerciales y a la creciente preocupación sobre una posible recesión.