El Tribunal Supremo Popular de Cuba anunció este lunes que ha culminado de forma «exitosa» el proceso de excarcelación de 553 presos, un proceso que fue inicialmente anunciado el 14 de enero. Entre los excarcelados se encuentran opositores políticos de alto perfil, como José Daniel Ferrer y Félix Navarro, lo que ha generado controversia tanto a nivel local como internacional.
El contexto político y la excarcelación de opositores políticos
Este proceso de excarcelación se produce poco después de que Estados Unidos, en los últimos días de la administración de Joe Biden, decidiera excluir a Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo. La decisión de Washington fue vista como un gesto hacia la apertura y el diálogo con la isla, lo que coincidió con el anuncio de las excarcelaciones. En este contexto, las autoridades cubanas han defendido que la medida fue un acto soberano, aunque algunas voces en Estados Unidos y en organizaciones internacionales sugieren que fue producto de un acuerdo mediado por el Vaticano.
Las reacciones internacionales ante la excarcelación
A pesar de la defensa oficial de Cuba, el gobierno estadounidense y varios organismos internacionales han señalado que las excarcelaciones no fueron completamente un acto unilateral. Según el gobierno de EE. UU., el Vaticano jugó un papel importante en la negociación de este proceso, que incluyó la liberación de muchos de los participantes en las protestas antigubernamentales del 11 de julio de 2021. Estas protestas fueron las más grandes que ha vivido la isla en décadas, y la represión que siguió dejó a muchos detenidos, entre ellos varios activistas y opositores políticos.
La controversia sobre los liberados
El gobierno cubano no ha proporcionado una lista completa de las personas liberadas ni un calendario detallado sobre cómo se implementará este proceso de excarcelación. Esto ha generado preocupación entre las organizaciones de derechos humanos, que temen que la medida pueda ser utilizada como una forma de encubrir una represión más amplia de las voces disidentes. En particular, varias ONG han reportado que, junto a los opositores políticos, también se han liberado a prisioneros condenados por delitos comunes, lo que podría diluir el impacto político del gesto.
Aunque hasta la fecha, varias organizaciones de derechos humanos han documentado la excarcelación de aproximadamente 200 presos políticos, aún persisten las dudas sobre el alcance real de esta medida y quiénes han sido los beneficiados en su totalidad. La falta de transparencia sobre este proceso ha llevado a varias denuncias sobre el trato hacia los disidentes políticos y las condiciones de los presos que aún permanecen en las cárceles cubanas.