La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, rechazó las acusaciones de un grupo de congresistas estadounidenses que aseguraron que el Tren Maya recibe financiamiento proveniente de China. En su habitual conferencia matutina desde Palacio Nacional, Sheinbaum Pardo reafirmó que los recursos destinados a la construcción de esta obra emblemática son públicos y provienen de los impuestos de los ciudadanos mexicanos.
“El recurso con el que se hizo el Tren Maya es público, y todo lo que se ha invertido en este proyecto está reflejado en los informes de la cuenta pública. Los recursos provienen de los impuestos de los mexicanos”, puntualizó Sheinbaum, dejando claro que no existe ningún financiamiento chino para el Tren Maya. Esta declaración surge en respuesta a las recientes preocupaciones expresadas por los congresistas de Estados Unidos, quienes enviaron una carta al presidente Joe Biden solicitando una investigación sobre la posible intervención china en el financiamiento del Tren Maya.
Sheinbaum responde a congresistas de EE.UU.
Un grupo de 35 congresistas estadounidenses había enviado una carta al presidente Donald Trump en la que manifestaban su preocupación por los supuestos vínculos de China con el Tren Maya. En la misiva, los congresistas expresaron que, según reportes, el proyecto podría estar siendo financiado por el Partido Comunista Chino, una alegación que Sheinbaum ha negado rotundamente. La carta también mencionaba la ubicación estratégica de la Península de Yucatán y la importancia de proteger los intereses de seguridad nacional de Estados Unidos, dada la proximidad de esta región a Florida.
Los congresistas se referían a la situación de la mina de Vulcan Materials en la Península de Yucatán y, al mismo tiempo, solicitaban a Trump que exigiera una resolución sobre este asunto. “La ubicación estratégica de la Península de Yucatán requiere una protección vigilante de los intereses de seguridad económica y nacional de Estados Unidos”, argumentaron. La preocupación de los legisladores radicaba en el supuesto vínculo entre el Tren Maya y los intereses de China, lo que, según ellos, podría tener implicaciones geopolíticas en la región.
La respuesta de Sheinbaum y la aclaración sobre el Tren Maya
Frente a estas acusaciones, Sheinbaum reiteró que el Tren Maya no está siendo financiado por China y que toda la inversión en el proyecto es pública y transparente. Además, la presidenta informó que enviará una carta tanto a los congresistas estadounidenses como al presidente Biden para aclarar la situación. En su declaración, Sheinbaum destacó que no ha habido ningún tipo de expropiación en las tierras donde se lleva a cabo la construcción del Tren Maya, tal como afirman algunos de los congresistas en su carta.
“Les vamos a enviar una carta aclaratoria tanto a los congresistas como al presidente Biden. Quiero informarles que no ha habido expropiación. Las tierras son de los propietarios, y el problema radica en que se salieron de las áreas que tenían autorizadas para su explotación y se trasladaron a otras zonas, afectando cenotes y acuíferos”, explicó Sheinbaum.
La mandataria detalló que, ante esta situación, se está buscando una solución que permita resolver el conflicto con la empresa implicada, y si no se alcanza un acuerdo, se procederá por la vía legal. Aclaró que se han llevado a cabo reuniones con la empresa y que la Secretaria de Relaciones Exteriores, Alicia Bárcena, también está involucrada en las gestiones para aclarar la situación.
La preocupación de los congresistas sobre la región
Los congresistas de Estados Unidos mostraron su preocupación no solo por los supuestos vínculos de China con el Tren Maya, sino también por la situación en la Península de Yucatán en general. Según ellos, la proximidad de esta región a la costa este de Estados Unidos, a menos de 650 kilómetros de Florida, justifica una mayor vigilancia y protección de los intereses nacionales y económicos de su país. En su carta, pidieron que se realice una investigación urgente para aclarar la identidad de los desarrolladores detrás del proyecto y para evitar que la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China tenga presencia en esta área clave.
Los congresistas también destacaron que, aunque se reconoce la importancia del Tren Maya como un proyecto de infraestructura en el sureste de México, es fundamental que se garantice que los intereses estratégicos de Estados Unidos no se vean comprometidos por la participación de actores internacionales que puedan tener vínculos con potencias como China.
La postura de México ante las acusaciones
La respuesta de la presidenta mexicana a estas acusaciones refleja un rechazo a la injerencia extranjera en los asuntos internos de México. Sheinbaum subrayó que el Gobierno mexicano está comprometido con la transparencia y la legalidad, y que el Tren Maya es un proyecto nacional que se financia con recursos públicos y no con dinero de otros países.
El Tren Maya, una de las obras más ambiciosas de la administración de Andrés Manuel López Obrador, es un proyecto de infraestructura ferroviaria que busca conectar los estados de Yucatán, Quintana Roo, Campeche, Chiapas y Tabasco, con el objetivo de fomentar el desarrollo económico, turístico y social en la región sureste del país. A pesar de las críticas y controversias sobre el impacto ambiental y social del proyecto, el Gobierno mexicano sigue defendiendo su viabilidad y su importancia para el crecimiento del país.
La estrategia diplomática de México
Sheinbaum también mencionó que, a pesar de las tensiones con algunos sectores de Estados Unidos, México seguirá defendiendo su soberanía y su derecho a tomar decisiones sobre sus proyectos de infraestructura. En este sentido, la mandataria dejó claro que las autoridades mexicanas están dispuestas a aclarar cualquier malentendido y a responder a las inquietudes de los gobiernos extranjeros, pero siempre respetando los intereses de los ciudadanos mexicanos.
En cuanto a la situación de la mina de Vulcan Materials en la Península de Yucatán, Sheinbaum aseguró que México actuará de acuerdo con la ley y que se buscará resolver cualquier disputa sin recurrir a la confrontación. El objetivo, según la mandataria, es llegar a un acuerdo que beneficie tanto a las autoridades mexicanas como a las empresas involucradas, sin que se afecten los derechos de las comunidades locales ni el medio ambiente.
El conflicto generado por las acusaciones de financiamiento chino en el Tren Maya subraya las tensiones geopolíticas que existen en la región, especialmente en lo que respecta a la presencia de potencias extranjeras en América Latina. Sin embargo, el Gobierno mexicano sigue firme en su postura de que el Tren Maya es un proyecto legítimo y nacional, financiado exclusivamente con recursos públicos de México.