Agencias de asistencia humanitaria en Tijuana han debido suspender o finalizar varios proyectos dirigidos a personas en contexto de movilidad debido a la interrupción de los apoyos económicos del gobierno de Estados Unidos. La jefa de misión de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en México, Dana Graber Ladek, explicó que estos recortes están impactando directamente a los migrantes y refugiados en la ciudad fronteriza.
Impacto de la suspensión de fondos en Tijuana
Graber Ladek explicó que varios programas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) han sido suspendidos, mientras que otros están siendo evaluados para determinar si pueden continuar de manera parcial. Esta interrupción de los fondos responde a la orden ejecutiva firmada por el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, que congeló los fondos de asistencia humanitaria otorgados por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
La suspensión de los fondos ha afectado la asistencia humanitaria en diversas regiones, y en Tijuana, las organizaciones locales están sintiendo el impacto directo, lo que pone en riesgo la continuidad de los proyectos. Graber Ladek precisó que hasta 80,000 personas en contexto de movilidad en México podrían verse afectadas por estos recortes, aunque destacó que es difícil precisar el número exacto debido a la falta de documentación oficial de muchos de los migrantes.
Migrantes deportados en el puerto fronterizo de El Chaparral en Tijuana (México). EFE/ Joebeth Terríquez
La OIM y el sector privado frente a la crisis
La jefa de misión de la OIM en México comentó que, debido a los recortes, la organización ha tenido que finalizar varios contratos con organizaciones no gubernamentales (ONG) locales en Tijuana. Estas ONGs han comenzado a buscar otras fuentes de financiamiento, incluyendo subvenciones de otros organismos internacionales y apoyo del sector privado mexicano.
El papel del sector privado en México es crucial en esta situación, ya que puede ser un aliado clave para ayudar a cubrir las necesidades básicas de los migrantes. Las empresas deben coordinarse con las organizaciones humanitarias para asegurar que la ayuda continúe fluyendo a las personas más vulnerables.
“Estamos buscando colaboración y coordinación con otras entidades para poder seguir atendiendo a las personas que más lo necesitan”, afirmó Graber Ladek, destacando la importancia de la cooperación internacional.
Suspensión de fondos y su impacto en albergues locales
Uno de los albergues más afectados por los recortes es el Border Line Crisis, dirigido por Judith Cabrera. Aunque este albergue no recibe fondos directamente de USAID, sí depende de instituciones financiadas por esta agencia, las cuales suspendieron un estipendio mensual destinado a la alimentación de los migrantes.
La falta de fondos está generando una gran incertidumbre en los albergues de Tijuana, que tienen que hacer ajustes en sus operaciones mientras buscan alternativas de financiamiento. Cabrera expresó su preocupación por el futuro de los albergues y la sostenibilidad de la asistencia humanitaria en la ciudad.

La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) en Washington, DC, EE.UU.. EFE/EPA/Shawn Thew
Estimaciones sobre el impacto en los migrantes de Tijuana
Aunque el número exacto de personas afectadas por los recortes es incierto, Graber Ladek subrayó que hay muchas personas “invisibles” en términos de su documentación o estatus migratorio, lo que dificulta la obtención de cifras precisas. Esto complica aún más el trabajo de las organizaciones humanitarias, que deben operar en un contexto de creciente incertidumbre.
“Es muy difícil saber cuántas personas podrían estar afectadas, porque muchos migrantes no tienen acceso a los registros oficiales. Los más vulnerables suelen ser los que no están documentados y no se cuentan en las estadísticas oficiales”, explicó Graber Ladek.
Respuesta internacional y la colaboración necesaria
A pesar de los desafíos, la OIM está trabajando para ampliar su colaboración con donantes internacionales y buscar nuevas fuentes de financiamiento. Graber Ladek destacó que la cooperación internacional y la coordinación entre las distintas entidades serán clave para superar esta crisis.
La respuesta desde las Naciones Unidas es clara: continuar con el apoyo a los migrantes y refugiados a través de nuevos mecanismos de colaboración. Sin embargo, la dependencia de fondos de gobiernos extranjeros como Estados Unidos sigue siendo un desafío significativo para las operaciones de asistencia humanitaria en Tijuana y otras partes de México.