Groenlandia ha respondido contundentemente a las recientes declaraciones de Donald Trump, quien en su discurso ante el Congreso de Estados Unidos afirmó que la isla del Ártico podría unirse a Estados Unidos en un futuro cercano. Múte B. Egede, el jefe de Gobierno groenlandés, utilizó su cuenta de Facebook para aclarar la postura de su pueblo ante las intenciones de Trump. «Groenlandia es nuestra. No queremos ser estadounidenses, tampoco daneses, somos groenlandeses. Los estadounidenses y su líder deben entenderlo. No estamos en venta y no pueden adquirirnos sin más, porque nuestro futuro lo decidimos nosotros en Groenlandia», escribió.
Estas palabras reflejan un sentimiento generalizado entre los habitantes de la isla, quienes han manifestado en diversas ocasiones su rechazo a la idea de ser absorbidos por Estados Unidos. La declaración de Egede sigue el tono de otras opiniones expresadas en los últimos meses, especialmente tras las amenazas de Trump hacia Dinamarca, país al que Groenlandia sigue vinculado políticamente. El expresidente estadounidense había sugerido que si Dinamarca no aceptaba su oferta, Estados Unidos tomaría medidas para asegurar la venta de la isla.
El rechazo de Dinamarca a la compra de Groenlandia
La respuesta de Dinamarca no se hizo esperar. Lars Løkke Rasmussen, el ministro de Exteriores danés, se pronunció al respecto, dejando claro que los groenlandeses «quieren aflojar sus lazos con Dinamarca», pero rechazó la idea de que busquen integrarse a Estados Unidos. «Estamos trabajando para una relación más igualitaria entre Dinamarca y Groenlandia, pero no tengo idea de que quieran hacer eso para integrarse en Estados Unidos», afirmó Rasmussen durante una rueda de prensa en Helsinki.
Por su parte, el ministro de Defensa danés, Troels Lund Poulsen, también expresó su postura ante el medio público danés DR, afirmando que «la dirección que Groenlandia quiere tomar será decidida por los groenlandeses». Estas declaraciones reafirmaron la postura danesa de respetar la autodeterminación del pueblo groenlandés y su derecho a decidir sobre su futuro sin presiones externas.
Trump y su deseo de incorporar Groenlandia a EE.UU.
El comentario de Trump sobre Groenlandia fue parte de su discurso ante una sesión conjunta del Congreso de Estados Unidos, en el cual expresó su deseo de que la isla se uniera al país por razones de seguridad nacional. Trump señaló que la isla tiene una gran importancia estratégica, no solo debido a su ubicación en el Ártico, sino también por sus vastos recursos naturales. Según Trump, la incorporación de Groenlandia «de una forma u otra» es una necesidad para fortalecer la posición geopolítica de Estados Unidos en el norte del planeta.
El presidente estadounidense también subrayó que, a pesar de las objeciones de Dinamarca y Groenlandia, Estados Unidos seguiría trabajando para asegurar la anexión de la isla. Sin embargo, el hecho de que Trump mencionara la importancia de la «autodeterminación» del pueblo groenlandés, en lugar de imponer unilateralmente sus deseos, fue una parte destacada de su discurso. A pesar de las tensiones sobre el tema, el presidente de EE.UU. dejó abierta la puerta a futuras conversaciones con Groenlandia sobre su posible inclusión en el país.
El derecho a la autodeterminación de los groenlandeses
El ministro de Exteriores danés, Lars Løkke Rasmussen, trató de restar importancia a los comentarios de Trump, enfatizando que el aspecto más relevante del discurso fue el reconocimiento por parte del presidente de Estados Unidos del derecho de autodeterminación del pueblo groenlandés. «Somos conscientes de que Groenlandia, Dinamarca y EE. UU. tienen intereses comunes en lo que respecta a la seguridad en el extremo norte y el Ártico», afirmó Rasmussen. No obstante, añadió que cualquier discusión sobre el futuro de Groenlandia debería basarse en los principios de respeto a su soberanía y el deseo de los groenlandeses de decidir su propio destino.
Las elecciones en Groenlandia y la posible independencia
Groenlandia se encuentra en medio de un proceso político clave, ya que el próximo 11 de marzo celebrará elecciones autonómicas. Este evento ha generado preocupación sobre posibles influencias externas, incluida la intervención de actores internacionales como Estados Unidos, que han mostrado un interés creciente en la isla. Como resultado, el Parlamento groenlandés aprobó una ley el 4 de febrero que prohíbe las donaciones anónimas o extranjeras a los partidos políticos, con el fin de proteger la integridad del proceso electoral.
La isla cuenta con un nuevo Estatuto de Autonomía desde 2010, que reconoce explícitamente el derecho de Groenlandia a la autodeterminación. A pesar de las diferencias en cuanto al ritmo y los métodos para alcanzar la independencia, la mayoría de los partidos políticos groenlandeses apoyan la idea de una futura independencia. Los partidos como el IA de Egede y el Siumut abogan por fortalecer primero la economía de la isla, mientras que otros, como el Naleraq, buscan una independencia más rápida, incluso considerando la firma de un tratado de asociación con Estados Unidos, aunque sin fijar una fecha específica para la independencia.
La economía de Groenlandia y su dependencia de Dinamarca
Con una población de poco más de 57,000 habitantes y una superficie de 2,2 millones de kilómetros cuadrados, el 80% de Groenlandia está cubierto por hielo permanente. La isla depende en gran medida de la ayuda económica de Dinamarca, que representa el 40% de sus ingresos. La principal actividad económica de Groenlandia es la pesca, que constituye el 90% de sus exportaciones. Esta dependencia económica ha llevado a muchos a cuestionar cómo la isla podría gestionar su independencia a largo plazo, ya que necesitaría diversificar su economía y garantizar fuentes de ingresos sostenibles.
A pesar de su independencia política, la realidad económica de Groenlandia hace que su futuro político esté estrechamente ligado a Dinamarca y, en menor medida, a otros actores internacionales como Estados Unidos. La cuestión de la soberanía y la autodeterminación sigue siendo un tema candente en la isla, especialmente a medida que las elecciones autonómicas se acercan y las fuerzas políticas debaten el camino hacia una mayor autonomía o incluso la independencia.
Conclusión sobre el futuro de Groenlandia
Las tensiones sobre el futuro político de Groenlandia y su relación con Dinamarca y Estados Unidos continúan siendo un tema de debate intenso. Si bien el pueblo groenlandés ha dejado claro que no están dispuestos a ser comprados o vendidos, la isla sigue enfrentando desafíos económicos y políticos significativos. A medida que las elecciones se acercan, el camino hacia una mayor autonomía o independencia se perfila como uno de los temas clave que marcarán el futuro de Groenlandia en los próximos años.