Las calles de la Ciudad de Panamá fueron escenario de una importante manifestación popular. Diversos sectores obreros se agruparon para mostrar su rechazo tanto a las declaraciones del presidente de EE.UU., Donald Trump, sobre la posibilidad de retomar el control del canal de Panamá, como a las reformas propuestas para la Caja de Seguro Social (CSS). Estas reformas buscan enfrentar la crisis financiera que atraviesa la entidad y su programa de pensiones.
Saúl Méndez, líder del Sindicato de Trabajadores de la Construcción y Similares (Suntracs), anunció su intención de convocar una huelga nacional indefinida si el proyecto 163, que pretende modificar la ley de seguridad social en Panamá, sigue adelante. «Antes de esta medida extrema, se llevará a cabo una huelga de advertencia de 24 horas», agregó Méndez, aunque no precisó la fecha del inicio de dicho paro.
La reforma a la ley de seguridad social en Panamá y sus implicaciones
La reforma a la ley de seguridad social que impulsa el gobierno panameño busca solucionar la crisis de la CSS, que enfrenta un déficit financiero que amenaza con colapsar el sistema de pensiones. Sin embargo, estos cambios han provocado una fuerte oposición entre los trabajadores y sindicatos, quienes temen que las reformas afecten negativamente sus derechos laborales y de pensión.
El proyecto 163 propone una serie de modificaciones que incluyen recortes en beneficios y el aumento de las contribuciones de los trabajadores. Las críticas apuntan a que estas reformas no solucionarán el problema de fondo, sino que profundizarán la precariedad de la clase trabajadora, especialmente en un contexto donde la situación económica ya es difícil para muchos panameños.
Un hombre sostiene un cartel durante una marcha este jueves, en Ciudad de Panamá (Panamá). EFE/ Bienvenido Velasco
Huelga nacional indefinida y denuncias de abusos policiales
Además de la protesta contra las reformas de seguridad social, la marcha también sirvió como un foro para denunciar la detención de 83 miembros de Suntracs. Estos trabajadores fueron acusados de diversos delitos y se les ha impuesto la obligación de reportarse periódicamente ante las autoridades. Esta situación ha generado indignación en los líderes sindicales, quienes acusan al gobierno de utilizar el aparato estatal para silenciar la protesta social.
En un acto simbólico, los manifestantes representaron los presuntos abusos policiales sufridos durante las protestas, reflejando la creciente tensión entre los trabajadores y las fuerzas de seguridad. Los sindicalistas aseguran que el gobierno está utilizando la represión como una herramienta para frenar la movilización popular, pero advirtieron que no se detendrán en su lucha por sus derechos.
La amenaza de Donald Trump sobre el canal de Panamá
Un tema central de la manifestación fue la condena a las recientes declaraciones del presidente de EE.UU., Donald Trump, quien sugirió retomar el control del canal de Panamá. Trump expresó su preocupación por la influencia creciente de China en la vía interoceánica y sus puertos, lo que, según él, podría poner en riesgo la seguridad internacional. Esta amenaza fue rechazada por los panameños, quienes consideran que el canal es un patrimonio nacional que debe ser defendido a toda costa.
Durante la protesta, los manifestantes expresaron su patriotismo con consignas como «¡Un solo territorio, una sola bandera!» y «¡Esta patria no se vende, esta patria se defiende!», rechazando cualquier intento de venta o concesión de territorio nacional a los Estados Unidos. Los líderes sindicales recalcaron que el pueblo panameño está dispuesto a defender su soberanía a pesar de las presiones externas.
Una mujer sostiene un cartel durante una marcha este jueves, en Ciudad de Panamá (Panamá). EFE/ Bienvenido Velasco
La presencia de Estados Unidos en Panamá
Otro tema polémico durante la marcha fue la presencia en Panamá del almirante Alvin Holsey, jefe del Comando Sur del Ejército de EE.UU. Los líderes sindicales consideraron este acto como una muestra de sumisión del gobierno panameño a los intereses de Washington. Saúl Méndez, líder del Suntracs, calificó la situación como «repudiable», afirmando que el gobierno panameño se encontraba «de rodillas frente al gringo». Los manifestantes aseguraron que, pese a las presiones externas, el pueblo de Panamá está dispuesto a defender su país y sus recursos.
La marcha de los grupos sindicales, que culminó frente al Parlamento panameño bajo una intensa lluvia, no logró el encuentro con los legisladores, quienes ya habían abandonado la Asamblea Nacional tras finalizar la sesión del día. Sin embargo, los líderes sindicales aseguraron que continuarán con su lucha, buscando que el gobierno escuche sus demandas y detenga las reformas que consideran perjudiciales para los trabajadores y la seguridad social en Panamá.