El partido de hockey entre los rivales Estados Unidos y Canadá se transformó en un caos desde el mismo momento en que el puck fue lanzado, cuando tres peleas estallaron en los primeros nueve segundos de juego. La intensidad del enfrentamiento no solo estuvo en el hielo, sino que se sintió en las gradas, donde la multitud abucheó con fuerza durante la interpretación del himno estadounidense.
Tensión desde el primer segundo del partido de hockey
“Necesitábamos enviar un mensaje”, comentó el estadounidense Matthew Tkachuk, quien se enfrentó al canadiense Brandon Hagel en el primer cara a cara del partido de hockey. “El mensaje que queríamos enviar es ‘Es nuestro momento’”, agregó Tkachuk, quien no dudó en desafiar a Hagel para un combate a los dos segundos de comenzado el juego.
El ambiente de tensión entre los dos países, que mantienen una larga historia de rivalidad y cooperación, se trasladó rápidamente al hielo. En el segundo enfrentamiento, el hermano menor de Tkachuk, Brady, también se lanzó al choque con Sam Bennet de Canadá apenas tres segundos después del siguiente saque. A la pelea de estos dos se le unió J.T. Miller, quien, tras un cruce de palos con Colton Parayko, decidió resolver sus diferencias en el hielo, sumando así tres peleas en los primeros segundos del encuentro.

Juego lleno de emociones
A pesar del inicio tan agitado, el equipo de Estados Unidos logró mantener el control del juego y terminó imponiéndose 3-1 sobre su principal rival. Dylan Larkin, quien anotó el gol que dio la ventaja a su equipo en el segundo período, se mostró emocionado por la intensidad del encuentro. “Fue una de las mejores experiencias de mi vida. Este partido fue increíble. Los Tkachuk y Millsy, qué inicio, y un gran aplauso para ellos por responder el llamado. Y la multitud, fue una gran noche para nuestro deporte y una gran noche para esta rivalidad”, comentó Larkin.
El equipo de EE. UU. mostró una gran capacidad para igualar la velocidad, habilidad y talento de los jugadores canadienses, destacando en un torneo internacional de la NHL con sus mejores elementos en casi una década.
La rivalidad que se respira en Canadá y la emoción del público
La idea de las peleas en los primeros momentos del partido surgió, según Tkachuk, de un grupo de chat entre él, su hermano y Miller. A pesar de los abucheos durante el himno estadounidense, los jugadores aseguraron que eso no tuvo nada que ver con los combates. Por el contrario, señalaron que la atmósfera cargada de emoción en el estadio solo sumó al espectáculo de la noche.
“Es increíble, la atmósfera aquí en Canadá, jugar en esta etapa, fue muy especial para todos nosotros”, dijo Jake Guentzel, quien anotó dos goles, incluido el tanto vacío que selló la victoria. “La emoción de nuestro equipo al salir para el calentamiento y ver cómo estaba el estadio lleno fue realmente algo especial”, agregó el delantero estadounidense.
El caos inicial y la estrategia de EE. UU.
El entrenador de Canadá, Jon Cooper, describió los primeros momentos del partido como “un caos total”. “Creo que fue una exhalación de 10 años sin hockey internacional condensado en un minuto y medio”, comentó Cooper, quien reconoció la agitación del comienzo del encuentro, pero también la calidad del juego posterior.
EE. UU. avanza a la final del 4 Nations Face-Off
Con su victoria 3-1, Estados Unidos aseguró su lugar en la final del 4 Nations Face-Off, donde se enfrentará a Suecia en el último partido de la fase de grupos. Canadá, por su parte, se medirá con Finlandia en el otro partido que definirá a los clasificados para la siguiente ronda.