A pesar del reforzamiento de la vigilancia fronteriza con el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, cientos de migrantes siguen llegando al límite entre Sonora y Arizona con la intención de cruzar hacia los Estados Unidos. Según reportaron encargados de albergues y centros de atención humanitaria, los migrantes, en su mayoría, no tienen tiempo para seguir las noticias ni conocer las políticas migratorias más recientes. El flujo migratorio persiste debido a la falta de opciones de los migrantes, quienes huyen de la pobreza, la violencia y otras condiciones extremas en sus países de origen.
El flujo migratorio continúa a pesar de la vigilancia en la frontera
El sacerdote católico Prisciliano Peraza García, fundador del Centro Comunitario de Atención al Migrante y Necesitado (CCAMYN) en Altar, Sonora, ha destacado que la migración sigue siendo una constante a pesar de los esfuerzos para reforzar la vigilancia en la frontera entre México y Estados Unidos. Según Peraza, los migrantes no se detienen a ver las noticias, ya que están más enfocados en seguir adelante con su viaje, impulsados por la esperanza de llegar a los EE. UU. En palabras del sacerdote, “ellos no tienen tiempo para ver noticias, entonces van a lo que van: cruzar la frontera”.
El flujo migratorio, a pesar de las restricciones, persiste porque los migrantes enfrentan situaciones desesperadas en sus países de origen. El padre Peraza subraya que las personas que huyen de la violencia y la pobreza en lugares como Guatemala, El Salvador, Honduras y otros países centroamericanos, no tienen muchas alternativas, por lo que la opción de migrar hacia el norte sigue siendo su única salida.
Reforzamiento de la vigilancia fronteriza y el operativo conjunto de fuerzas
A principios de este año, el Ejército mexicano y la Guardia Nacional iniciaron un operativo conjunto en la frontera, como parte del acuerdo alcanzado entre la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. El acuerdo tiene como objetivo reforzar las medidas contra la migración irregular y el tráfico de fentanilo, y establece el despliegue de 10 mil efectivos de las Fuerzas Armadas mexicanas en la frontera.
En relación con este operativo, Sheinbaum lo defendió como un “buen acuerdo”, destacando que los soldados mexicanos estarían específicamente encargados de detener el flujo de migrantes y sustancias ilegales, como el fentanilo. El presidente Trump, por su parte, utilizó las redes sociales para enfatizar que este refuerzo en la frontera sería crucial para reducir la migración ilegal y el tráfico de drogas hacia su país.
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Fotografía cedida por la Presidencia de México de la presidenta de México Claudia Sheinbaum este sábado, durante un acto protocolario en Salvador Escalante en Michoacán (México). EFE/Presidencia de México
La profesionalización de los traficantes de personas
Otro de los factores que sigue alimentando el flujo migratorio hacia la frontera es la presencia de traficantes de personas, quienes han logrado profesionalizar sus servicios y aumentar la demanda de los migrantes. Según el padre Prisciliano Peraza, los servicios ofrecidos por los traficantes de personas ahora son más discretos y sofisticados, y han encarecido significativamente los costos de cruce.
“Su infraestructura ha crecido mucho, y se han profesionalizado los servicios (traficantes de personas), de tal manera que hoy es mayor la oferta que se da a quienes vienen por aquí (Altar). Por supuesto que son otras las formas, pero la migración se sigue dando”, explicó Peraza. Esto indica que, aunque las autoridades mexicanas y estadounidenses implementen medidas para disuadir la migración ilegal, la oferta de servicios por parte de los traficantes sigue siendo alta, lo que facilita el cruce de migrantes, aunque con altos riesgos para ellos.
Integrantes del Ejército Mexicano y la Guardia Nacional durante un operativo conjunto en Ciudad Juárez en Chihuahua (México). EFE/ Luis Torres
Condiciones de salud de los migrantes en su trayecto hacia la frontera
Las condiciones de salud de los migrantes también son un factor que preocupa a las autoridades y organizaciones humanitarias en la región. En ciudades de paso como Hermosillo, Sonora, migrantes provenientes de diversas partes de México y Centroamérica llegan diariamente al ‘Comedor y Dispensario San Luis Gonzaga’, un centro donde reciben comida, atención médica y descanso antes de continuar su viaje hacia el norte.
El doctor Alberto Encinas Félix, quien brinda atención médica en este centro, explicó que los migrantes enfrentan serios problemas de salud, especialmente cuando aún se encuentran en las etapas iniciales de su travesía. Encinas destacó que las infecciones virales, como los resfriados y la gripe, son comunes, debido al hacinamiento en los trenes y las condiciones extremas de su viaje. Además, las lesiones cutáneas son frecuentes debido a la falta de higiene y una alimentación inadecuada durante su trayecto.
“Son personas que viven en estado marginal, en situación de calle, entonces la mayoría de los problemas y patologías dependen de la época del año. Por ejemplo, ahorita en invierno, vienen con mucha gente en los trenes y se contagian de infecciones virales”, señaló el doctor Encinas. La salud de los migrantes se ve seriamente afectada por las condiciones en las que viajan, lo que hace aún más difícil su trayecto hacia la frontera y su posterior cruce hacia Estados Unidos.