El gobierno de Sudáfrica expresó este sábado su preocupación por lo que considera una «campaña de desinformación y propaganda» por parte de Donald Trump, tras la orden ejecutiva firmada por el presidente de Estados Unidos para suspender la ayuda al país africano de forma indefinida. El mandatario estadounidense ha señalado a Sudáfrica por su ley sobre la expropiación de tierras sin compensación y por su postura contra Israel, lo que ha generado un fuerte rechazo en Pretoria.
Sudáfrica responde a la acusación de Trump sobre la expropiación de tierras
El gobierno sudafricano expresó su gran preocupación por la orden ejecutiva emitida por el presidente Donald Trump, la cual bloquea toda la ayuda de Estados Unidos a Sudáfrica. El Ejecutivo de Pretoria criticó lo que considera una falta de fundamentos en los argumentos de Trump, especialmente en lo referente a las acusaciones sobre la expropiación de tierras en el país africano.
En un comunicado oficial, el gobierno de Sudáfrica subrayó que la orden carece de «rigor factual» y mostró su preocupación por lo que denominó una campaña de «desinformación y propaganda» que busca desacreditar la nación. Este reclamo se produce después de que Trump acusara a Sudáfrica de llevar a cabo expropiaciones de tierras sin ofrecer compensación, tras la aprobación de una ley el 23 de enero que facilita la expropiación por motivos de interés público.
La orden ejecutiva de Trump: Impacto sobre Sudáfrica y su relación con Estados Unidos
La orden ejecutiva de Trump incluye la suspensión indefinida de la ayuda y la asistencia a Sudáfrica. Este pronunciamiento no solo afecta a la ayuda humanitaria, sino que también tiene implicaciones económicas y políticas para el país africano, que ve en estas sanciones una represalia por su política interna de expropiación de tierras. La ley sudafricana sobre la expropiación ha generado un debate interno y externo, ya que aborda las secuelas del sistema de apartheid, en el cual la distribución de tierras estuvo marcada por profundas desigualdades.
Además de las medidas sobre la ayuda, la orden de Trump también contempla la promoción del reasentamiento de los «refugiados afrikáners», una minoría blanca descendiente de colonos neerlandeses, que «escapan de la discriminación racial promovida» por el gobierno de Sudáfrica. Esta propuesta ha sido vista como un intento de desestabilizar aún más las relaciones entre ambos países.
Sudáfrica defiende su política de expropiación de tierras y cuestiona la postura de Trump
El gobierno de Sudáfrica ha defendido la expropiación de tierras como una medida necesaria para corregir las injusticias históricas derivadas del apartheid. A pesar de las críticas internacionales, Pretoria insiste en que esta reforma es crucial para garantizar una distribución más equitativa de la tierra en el país, donde, según un informe de 2017, más del 72% de las tierras de cultivo de propiedad privada están en manos de la población blanca, que representa menos del 8% de la población total.
El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, durante una cumbre de los BRICS, en una fotografía de archivo. EFE/Gianluigi Guercia/Pool
La orden de Trump también ha sido rechazada por Sudáfrica por lo que consideran una falta de reconocimiento de su «profunda y dolorosa historia» de colonialismo y apartheid. En un tono irónico, Pretoria señala que la orden ejecutiva estadounidense concede el estatus de refugiado a un grupo privilegiado dentro de Sudáfrica, mientras que Estados Unidos deporta y niega asilo a personas vulnerables de otras partes del mundo. Esta crítica pone de manifiesto las diferencias en las políticas migratorias y de derechos humanos entre ambos países.
El impacto de la suspensión de la ayuda
La medida de Trump es especialmente significativa porque incluye el corte de la ayuda de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), que desempeña un papel clave en la asistencia humanitaria y económica en Sudáfrica. Esta suspensión de la ayuda puede tener efectos negativos sobre sectores como la educación, la salud y el desarrollo económico en el país africano.
Además, se suma a otras decisiones que afectan las relaciones diplomáticas entre los dos países. Por ejemplo, el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, también suspendió su participación en la reunión de ministros de Exteriores del G20, que se celebrará en Sudáfrica a finales de febrero. Este tipo de sanciones y medidas punitivas se perciben en Pretoria como una manera de aislar al país en el ámbito internacional.