El gobierno de México ha comenzado a enviar vuelos con deportados de Estados Unidos a Honduras, como parte de un esfuerzo para gestionar el regreso de los migrantes. Este proceso comenzó el 20 de enero, y hasta la fecha, se han recibido más de 10,000 migrantes, incluyendo a 2,539 personas de diversas nacionalidades, según reveló la presidenta Claudia Sheinbaum durante su conferencia de prensa semanal.
Deportaciones y asistencia humanitaria
En su intervención, Sheinbaum detalló que los migrantes, que incluyen personas deportadas bajo la administración de Donald Trump, están siendo trasladados de manera voluntaria, con el apoyo del gobierno mexicano para garantizar su retorno seguro a sus países de origen. “Han salido vuelos de México hacia Honduras, y también se están realizando traslados terrestres. Recuerden que este proceso es siempre voluntario. Si así lo desean, estamos aquí para acompañarlos en su regreso”, explicó la mandataria.
La situación de los migrantes deportados, especialmente desde la llegada de Trump a la Casa Blanca, ha generado un debate constante sobre cómo deben gestionarse estas deportaciones. A pesar de sus críticas hacia el manejo de la política migratoria de Estados Unidos, Sheinbaum ha reiterado en varias ocasiones que México se compromete a ofrecer asistencia humanitaria, enfocándose en la voluntariedad de los retornos y garantizando que no haya violaciones a los derechos humanos durante este proceso.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, participa en una conferencia de prensa este viernes, en Palacio Nacional de la Ciudad de México (México). EFE/José Méndez
Derechos humanos de los deportados: compromiso del gobierno mexicano
Uno de los aspectos más preocupantes para el gobierno mexicano ha sido el trato que reciben los migrantes durante su proceso de deportación desde Estados Unidos. En respuesta a denuncias sobre posibles abusos, como la afirmación de la gobernadora de Morelos, Margarita González, quien mencionó que los migrantes llegan «esposados» al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), Sheinbaum subrayó el compromiso del gobierno de garantizar el respeto de los derechos humanos.
“Siempre que un migrante es deportado, realizamos una entrevista para verificar si se ha producido alguna violación a sus derechos humanos. Si es necesario, se presentan las quejas correspondientes y se hace una revisión exhaustiva”, comentó la presidenta de México. Esta medida tiene como objetivo asegurar que los migrantes no sean víctimas de abusos durante el proceso de deportación y retorno.
Preocupación por las deportaciones masivas
La intensificación de las deportaciones, especialmente bajo la administración de Trump, ha causado inquietud en México debido a las consecuencias económicas y sociales que podría generar. Con alrededor de la mitad de los 11 millones de indocumentados en Estados Unidos siendo mexicanos, las deportaciones masivas afectan no solo a los migrantes, sino también a sus familias en México.
Además, las remesas enviadas por los migrantes mexicanos en Estados Unidos representan casi el 4% del Producto Interno Bruto (PIB) de México, lo que las convierte en una fuente crucial de ingresos para el país. En 2024, México recibió un récord de casi 65,000 millones de dólares en remesas, lo que refleja la importancia económica de estos flujos.
Luis Torres/EFE
Una política de deportación controvertida
La administración de Donald Trump fue conocida por su postura firme en materia de inmigración, lo que incluyó la implementación de políticas que favorecían las deportaciones rápidas y masivas. A pesar de la oposición de varios países, México tuvo que gestionar el paso de los deportados, incluso enfrentando las presiones para hacerse cargo de los migrantes que llegaban desde Estados Unidos.
A través de estas políticas, la administración de Trump buscó disminuir el número de inmigrantes indocumentados en el país, un objetivo que, para muchos, resultó en una crisis humanitaria. El gobierno mexicano, por su parte, ha procurado equilibrar su postura en defensa de los derechos de los migrantes, mientras se encarga de recibir y asistir a los deportados de manera adecuada.
Una respuesta humanitaria ante la crisis migratoria
México ha sido constantemente señalado por su papel en la gestión del fenómeno migratorio, que ha tomado nuevas dimensiones con la implementación de políticas migratorias más estrictas en Estados Unidos. A pesar de las dificultades y tensiones diplomáticas, el país mantiene su compromiso de ofrecer apoyo humanitario a los migrantes que regresan a su país.
El gobierno de Sheinbaum ha reiterado que el acompañamiento a los deportados es una prioridad para garantizar que su retorno sea seguro y respetuoso con sus derechos humanos. Además, ha prometido seguir investigando cualquier incidente que sugiera que los migrantes han sido maltratados, subrayando la importancia de proteger a las personas más vulnerables dentro de este proceso.