El ministro de Cultura de Colombia, Juan David Correa, presentó este miércoles su renuncia tras un consejo de ministros tenso que fue televisado, un evento que expuso las divisiones internas dentro del gobierno del presidente Gustavo Petro. La renuncia de Correa se suma a un creciente malestar en el gabinete presidencial, que en los últimos días ha evidenciado conflictos entre funcionarios cercanos a Petro.
La renuncia de Juan David Correa: Crisis interna en el Gobierno de Petro
En su carta de dimisión, Juan David Correa expresó que se iba «con la convicción de haber dejado, a quien asuma esta responsabilidad, proyectos estructurados, el manejo impecable del presupuesto y una apertura constante a combatir al patriarcado, al clasismo, la racialización, la aporofobia y a defender lo público, lo común, lo colectivo sobre el individualismo y la corrupción que reina desde hace décadas en el país». Estas palabras reflejan una profunda crítica a la situación política y social del país, al mismo tiempo que subrayan su trabajo en la gestión pública.
La renuncia de Correa ocurre en un contexto de creciente tensión dentro del gobierno, especialmente después de las críticas de la vicepresidenta Francia Márquez hacia Laura Sarabia, la nueva ministra de Relaciones Exteriores, y el cuestionamiento de la conducta del jefe de gabinete, Armando Benedetti. Esta situación ha llevado a algunos miembros del gobierno a reflexionar sobre la viabilidad del gabinete actual.
Tensiones y conflictos por los nombramientos de Benedetti y Sarabia
Uno de los puntos más críticos en esta crisis interna ha sido el nombramiento de Armando Benedetti como jefe de gabinete, quien ha sido acusado de corrupción en el pasado. Además, su designación como alto funcionario ha sido rechazada por varios ministros, incluidos aquellos que son cercanos a Petro, debido a su historial y a las denuncias en su contra. También, la elección de Laura Sarabia como nueva ministra de Relaciones Exteriores ha generado controversia, especialmente luego de las críticas que recibió por su comportamiento hacia varios de los ministros, incluidas las declaraciones de la vicepresidenta Francia Márquez, quien mencionó ciertos «actitudes» problemáticas.
La situación empeoró aún más cuando la ministra de Medio Ambiente, Susana Muhamad, señaló a Benedetti por un caso de violencia machista denunciado por su esposa, Adelina Guerrero. Este señalamiento aumentó las tensiones internas y dejó claro que el clima político dentro del gobierno de Petro se había vuelto insostenible.
Dimisiones y propuestas de cambio: La situación insostenible en el gabinete
En medio de la crisis, varios funcionarios han comenzado a presentar sus renuncias, incluidos aquellos que han sido aliados cercanos de Gustavo Petro. Uno de los primeros en hacerlo fue Jorge Rojas, director del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre), quien dejó su puesto tras el consejo de ministros del martes, un evento que fue transmitido públicamente y que expuso las fracturas internas en el gobierno. Rojas, en su declaración, comentó: «Lo que pasó ayer muestra nuestras debilidades, nuestras angustias, pero también debe mostrar la fortaleza y la decisión de un equipo de gobierno que quiere seguir adelante (…) Yo presenté mi renuncia irrevocable ayer».
En el mismo consejo de ministros, de seis horas de duración, varios ministros y la vicepresidenta Francia Márquez expresaron su descontento con el nombramiento de Benedetti y criticaron el manejo general del gobierno. La crisis se profundizó cuando el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, calificó la situación de «insostenible» y sugirió la posibilidad de una renuncia general del gabinete para permitir que el presidente Petro pueda hacer los cambios necesarios para afrontar los retos en la recta final de su mandato.
La crisis institucional de Colombia y su impacto en el gobierno de Petro
El escenario político en Colombia se encuentra en un momento delicado, con un gobierno en crisis debido a las fracturas internas y las tensiones entre los miembros del gabinete presidencial. La falta de consenso sobre temas clave, como los nombramientos de Benedetti y Sarabia, ha generado una serie de dimisiones y críticas públicas que debilitan la imagen del presidente Petro y su capacidad de gobernar de manera efectiva.
Además, las críticas internas sobre el manejo de las políticas gubernamentales, especialmente en lo que respecta a la gestión de los proyectos sociales y la lucha contra la corrupción, han aumentado la presión sobre el Ejecutivo. El desgaste político parece estar alcanzando su punto más álgido, y la posibilidad de nuevas renuncias en el gobierno no está descartada.