Este martes, el Gobierno de Nicaragua comunicó oficialmente su decisión de abandonar la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) luego de que este organismo incluyera al país centroamericano en su informe de 2024 sobre las naciones con mayor índice de hambre. La medida, que también incluye la orden de cerrar de manera inmediata la representación de la FAO en Nicaragua, ha causado un fuerte impacto en la política internacional.
Retiro de Nicaragua de la FAO: Motivos y consecuencias
La decisión del Gobierno de Nicaragua fue anunciada a través de una carta emitida por el ministro de Exteriores nicaragüense, Valdrack Jaentschke. En el escrito, el canciller calificó de «inaceptable» e «irrespetuosa» la actitud de la FAO y señaló que el informe de la organización carecía de objetividad y rigor metodológico. Según Nicaragua, los datos presentados en el informe «Estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2024» son falsos, injerencistas y malintencionados, y tienen como fin dañar la imagen del Gobierno nicaragüense.
La controversia comenzó cuando la FAO publicó que más de 1,3 millones de personas en Nicaragua padecen hambre. Según el informe, el 19,6% de la población total del país enfrenta esta situación, mientras que un 15% de los niños menores de cinco años sufren de retraso en su crecimiento debido a una mala nutrición.
El informe de la FAO sobre la situación del hambre en Nicaragua
El informe de la FAO refleja un panorama preocupante para Nicaragua, con datos que indican un aumento de la inseguridad alimentaria en los últimos años. La situación ha empeorado desde 2018-2020, cuando la FAO estimaba que el 17,8% de la población nicaragüense, equivalente a 1,1 millones de personas, padecía hambre. La actualización del informe de 2024 mostró un incremento considerable en estas cifras, lo que ha generado una reacción negativa por parte del Gobierno de Nicaragua.
Jaentschke, en su carta, acusó a la FAO de publicar datos sin consultar o validar la información con las autoridades nicaragüenses. Según el canciller, las organizaciones internacionales deben respetar la soberanía de los países y asegurarse de que cualquier información publicada sea aprobada previamente por el Gobierno de la nación en cuestión. Al no hacerlo, la FAO violaría los principios básicos de respeto hacia los Estados miembros.
Rechazo oficial de Nicaragua: «Información falsa y malintencionada»
El Gobierno de Nicaragua ha expresado su indignación con el informe de la FAO, afirmando que los datos sobre el hambre en el país no solo son incorrectos, sino que fueron difundidos con fines políticos. Jaentschke acusó a la FAO de facilitar «insumos falsos» que tienen el propósito de desprestigiar las políticas del Gobierno de Nicaragua en materia de lucha contra la pobreza, el desarrollo humano y la seguridad alimentaria.
La postura del canciller resalta la falta de consulta previa con las instituciones nicaragüenses y cuestiona la metodología empleada por la FAO para obtener sus estadísticas. Además, la carta subraya que el Gobierno no ha sido informado sobre las cifras exactas ni ha sido consultado sobre los datos utilizados para redactar el informe.
La seguridad alimentaria en Nicaragua: Desafíos y políticas del Gobierno
A pesar de la controversia con la FAO, el Gobierno de Nicaragua ha defendido sus políticas internas para combatir el hambre y mejorar la seguridad alimentaria en el país. Sin embargo, la publicación de la FAO pone en evidencia que existen serios desafíos en el ámbito nutricional que no pueden ser ignorados.
En los últimos años, Nicaragua ha implementado programas destinados a mejorar las condiciones de vida de su población, especialmente en áreas rurales, donde la pobreza y la desnutrición son más prevalentes. Las autoridades nicaragüenses han trabajado en la distribución de alimentos y en proyectos agrícolas para incrementar la producción nacional y reducir la dependencia de las importaciones.