El miércoles pasado, un trágico accidente aéreo cerca del Aeropuerto Nacional Reagan, en las afueras de Washington, cobró la vida de Franco Aparicio, un joven patinador sobre hielo, y su padre, Luciano Aparicio. Según fuentes cercanas a la familia chilena, ambos se encontraban a bordo del avión que colisionó con un helicóptero en pleno vuelo. Esta tragedia ha dejado consternados a sus seres queridos y a la comunidad en la que Franco participaba activamente.
El impacto en la comunidad del patinaje sobre hielo
Franco Aparicio era un miembro muy querido del Washington Figure Skating Club. Además de su talento sobre el hielo, era un voluntario activo en el Junior Board de la organización. La noticia de su muerte ha sido recibida con gran tristeza por sus compañeros de club y entrenadores. En un mensaje publicado en redes sociales, la organización expresó su devastación ante la pérdida. «Estamos devastados», publicó el club en su cuenta de Instagram, lamentando profundamente el fallecimiento de Franco y otros miembros de la comunidad.
Tommy Steenberg, quien fue su entrenador, también compartió un mensaje de condolencias en redes sociales, recordando los primeros días en los que entrenó a Franco y su hermana Isabella. «Franco fue uno de los primeros patinadores que entrené. Le enseñé a él y a su hermana desde el primer día… estoy devastado», dijo Steenberg.
El dolor de la familia chilena
La hermana de Franco, Isabella Aparicio, también compartió su dolor en redes sociales, recordando a su hermano y a su padre. En un mensaje conmovedor, Isabella expresó: «El mejor hermano. Te fuiste muy pronto, dulce niño». En otra publicación, recordó a su padre, Luciano: «Gracias papá por tu apoyo infinito y por siempre creer en mí, siempre poniendo a otros antes que a ti mismo, te amo y te extraño siempre».
Este trágico incidente también ha impactado a la comunidad internacional. Una fuente cercana al Gobierno de Argentina confirmó que Luciano Aparicio y su hijo Franco eran argentinos, aunque habían vivido en Chile antes de mudarse a los Estados Unidos.
Detalles del accidente: Colisión entre un avión y un helicóptero
La colisión mortal ocurrió el miércoles por la noche, cuando un avión de American Airlines y un helicóptero del Ejército de los Estados Unidos se estrellaron cerca del río Potomac, cerca del Aeropuerto Nacional Reagan. Según los informes, el helicóptero Black Hawk estaba volando a una altitud mayor de la permitida y se desvió de su ruta prescrita, lo que lo llevó a una colisión con el avión.
Investigaciones sobre la causa del accidente
La Administración Federal de Aviación (FAA) cerró temporalmente el corredor de helicópteros de baja altitud tras el accidente. Este corredor es utilizado principalmente por helicópteros de las fuerzas del orden, evacuación médica, militares y gubernamentales. Las cartas de la FAA indican que los helicópteros deben volar por debajo de los 200 pies sobre el nivel del mar en esta área.
La información de los datos de vuelo preliminares indica que el helicóptero Black Hawk se encontraba a 200 pies sobre el nivel del mar cuando se desvió de su ruta. Dos minutos antes del accidente, el helicóptero ascendió a 300 pies y se acercó peligrosamente al Aeropuerto Nacional Reagan. A medida que el helicóptero se desvió, el avión de American Airlines se aproximaba al aeropuerto, lo que finalmente resultó en la trágica colisión.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, expresó que, basándose en los datos actuales, no está claro si el helicóptero estaba en la altitud correcta o en la ruta adecuada al momento de la colisión. Sin embargo, se ha señalado que el helicóptero estaba fuera de curso y que la altitud de vuelo era incorrecta, lo que podría haber sido un factor determinante en el accidente.
Vista de los restos de un avión mientras otra aeronave intenta despegar, este 30 de enero de 2025, tras el accidente aéreo que se produjo en Washington la noche anterior. EFE/Jim Lo Scalzo
El impacto en la tripulación del helicóptero Black Hawk
El Ejército de los Estados Unidos ha identificado a dos de los soldados que iban a bordo del helicóptero Black Hawk. El primero, el sargento Ryan Austin O’Hara, de 28 años, era el jefe de tripulación del helicóptero. O’Hara, originario de Lilburn, Georgia, era un miembro experimentado de la tripulación con una gran cantidad de horas de vuelo.
El segundo miembro de la tripulación identificado es el suboficial principal 2 Andrew Loyd Eaves, de 39 años, de Great Mills, Maryland. Eaves, un piloto con 1,000 horas de vuelo, también perdió la vida en el accidente. La tercera persona a bordo, cuyo nombre aún no se ha revelado a petición de su familia, era la copiloto del helicóptero. Según los informes, tenía alrededor de 500 horas de vuelo.
Reacciones de autoridades y funcionarios
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se refirió al accidente en un mensaje en su cuenta de Truth Social, sugiriendo que el helicóptero Black Hawk «volaba demasiado alto». Sin embargo, no se ha confirmado si esta afirmación se basa en datos oficiales. En respuesta a las especulaciones, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, indicó que aún no se tiene suficiente información para determinar las causas exactas del accidente.
El gobernador de Mississippi, Tate Reeves, expresó su pesar por la muerte de Andrew Eaves, quien era originario de Brooksville, Mississippi. Reeves publicó un mensaje en X (anteriormente Twitter), ofreciendo sus condolencias a la familia del suboficial fallecido. Por otro lado, el gobernador de Georgia, Brian Kemp, también expresó su tristeza por la pérdida de Ryan Austin O’Hara, quien deja atrás a su esposa y un hijo de un año.