El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, firmó este martes la Ley Laken Riley en un emotivo acto que tuvo lugar en la Casa Blanca, en presencia de la madre de la víctima, Allyson Phillips. La ley, que se promueve tras el asesinato de la joven Laken Riley, endurece las políticas migratorias del país, buscando mejorar la seguridad fronteriza y prevenir tragedias similares.
Ley Laken Riley: Un avance en seguridad fronteriza y control migratorio
La Ley Laken Riley, promulgada por el presidente Donald Trump, es un esfuerzo por parte del gobierno para reforzar la seguridad en la frontera y garantizar que incidentes trágicos como el que cobró la vida de Laken Riley no se repitan. Durante la firma del proyecto de ley, Allyson Phillips, madre de la joven de 22 años, agradeció al presidente Trump por cumplir con su promesa de fortalecer la seguridad y hacer justicia por su hija.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, firma la Ley Laken Riley en la Casa Blanca en Washington, EE.UU., el 29 de enero de 2025. EFE/EPA/Jim Lo Sclazo/Pool
«El presidente dijo que nunca olvidaría a Laken, y lo ha demostrado. Es un hombre de palabra», expresó Allyson Phillips con emoción. La madre de Laken destacó la relevancia de la Ley Laken Riley en el proceso de sanación y prevención, asegurando que su historia podría ayudar a salvar vidas en el futuro.
El impacto de la tragedia en el debate migratorio
El caso de Laken Riley, una estudiante de enfermería de la Universidad de Georgia, conmocionó a toda la nación. En febrero de 2024, Laken fue asesinada mientras trotaba en el campus de la universidad por un inmigrante venezolano indocumentado. El crimen generó un intenso debate sobre la inmigración y las políticas de seguridad pública en los Estados Unidos, lo que resultó en la promulgación de la Ley Laken Riley.
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Durante la firma de la Ley Laken Riley, Allyson Phillips compartió cómo su fe cristiana le ha proporcionado la fortaleza necesaria para afrontar la pérdida de su hija. “Gracias a Jesús, sabemos que veremos a Laken nuevamente”, dijo la madre, quien ha encontrado consuelo en su creencia religiosa en medio del dolor. La intervención de Phillips emocionó a los asistentes, quienes la aplaudieron por su valentía y por el mensaje de esperanza que transmitió.
«Mi hija ya no está con nosotros, pero su historia tiene un propósito. Espero que lo que ha sucedido sirva para que otras vidas sean salvadas», agregó. El discurso de Phillips resonó profundamente en la audiencia, subrayando el impacto personal y social del crimen en cuestión.