La mañana del 23 de enero, el gobierno de Sinaloa confirmó un ataque con un artefacto explosivo al cenotafio de Édgar Guzmán López, hijo de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, en la ciudad de Culiacán. Aunque el incidente solo causó daños materiales, ha generado gran preocupación en las autoridades, quienes siguen de cerca las investigaciones. Pero, ¿qué hay detrás de este ataque? En este artículo exploramos las posibles razones y las implicaciones de este acto violento.
El ataque al cenotafio de Édgar Guzmán López
El atentado ocurrió alrededor de las 7:30 de la mañana en el estacionamiento del centro comercial ubicado en el Desarrollo Urbano Tres Ríos, Culiacán. A pesar de que el ataque con artefacto explosivo no dejó víctimas, causó daños considerables al monumento erigido en honor a Édgar Guzmán, y afectó a un vehículo Nissan Sentra estacionado cerca del cenotafio.
Este incidente no solo ha causado alarma por lo que implica en términos de violencia, sino también por los posibles mensajes que podría estar enviando este ataque, especialmente en un contexto de constante lucha por el poder entre facciones del Cártel de Sinaloa.
Édgar Guzmán fue asesinado durante la «guerra» del Cártel de Sinaloa y los Beltrán Leyva. (Especial)
La figura de Édgar Guzmán López y su relevancia
Édgar Guzmán López nació el 30 de mayo de 1986, hijo de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán y Griselda Guadalupe López Pérez. Desde joven, Édgar estuvo involucrado en los negocios del narcotráfico, específicamente en la producción y tráfico de marihuana y cocaína, junto a su padre. Aunque no se sabe mucho de su vida privada, su trabajo en el Cártel de Sinaloa le permitió consolidarse como una figura respetada dentro de la familia criminal.
La muerte de Édgar Guzmán, ocurrida el 8 de mayo de 2008, representó una gran pérdida para el Cártel de Sinaloa. El joven fue asesinado en el estacionamiento de un centro comercial en Culiacán, y se especula que su muerte fue resultado de una guerra entre el Cártel de Sinaloa y los Beltrán Leyva, aunque algunos informes señalan que la orden provino erróneamente de Vicente Zambada Niebla, hijo de ‘El Mayo’ Zambada.
Desde su fallecimiento, su cenotafio en Culiacán ha sido un lugar de homenaje, con familiares y habitantes locales adornándolo en fechas importantes.
(Foto: Facebook / Eden del Sureste)
El conflicto entre facciones del Cártel de Sinaloa
El ataque al cenotafio de Édgar Guzmán no puede verse aislado de la creciente violencia que se vive en Sinaloa, especialmente desde la detención de Ismael “El Mayo” Zambada en septiembre de 2024. Las luchas internas por el control del Cártel de Sinaloa, entre la facción liderada por los hijos de ‘El Chapo’ (Los Chapitos) y otros grupos, han desatado una ola de violencia que se ha extendido por toda la región.
José Luis Montenegro, periodista y experto en narcotráfico, considera que este ataque es un claro mensaje dirigido a Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, hijos de ‘El Chapo’ y miembros prominentes de Los Chapitos. Según Montenegro, el grupo conocido como “La Mayiza” estaría detrás de este ataque, con la intención de enviar una advertencia sobre la disputa por el control de Culiacán, un lugar clave para las operaciones del cártel, no solo por su posición estratégica, sino también por su importancia en actividades ilegales como el tráfico de drogas y el lavado de dinero.
El periodista y escritor mexicano José Luis Montenegro posa durante una entrevista con EFE, el 29 de abril de 2024, en la Ciudad de México (México). EFE/ Mario Guzmán
Un mensaje directo a Los Chapitos
Para Montenegro, este atentado no solo es un ataque a la memoria de Édgar Guzmán, sino también una forma de presionar a los hermanos Ovidio y Joaquín Guzmán, quienes actualmente están en negociaciones con las autoridades de Estados Unidos. Se rumorea que Ovidio y Joaquín, en un intento de reducir sus penas, podrían estar colaborando con las autoridades estadounidenses, lo que habría causado descontento dentro del Cártel de Sinaloa, especialmente entre aquellos que permanecen leales a ‘El Mayo’ Zambada.
Este escenario de traición y lucha interna dentro del cártel ha generado tensiones entre los diferentes grupos, que no dudan en usar la violencia para imponer su autoridad y reafirmar su poder. El ataque al cenotafio de Édgar Guzmán podría interpretarse, entonces, como un recordatorio de la feroz batalla por el control de Culiacán y otros territorios clave en la región.