Trump anuncia nuevos planes de deportación y cambios en inmigración
Han pasado seis meses desde que Nedi, una madre venezolana de 35 años, comenzó su arriesgado viaje por el Tapón del Darién, con la esperanza de llegar a Estados Unidos y establecerse en Miami. Después de atravesar la frontera, Nedi y su familia llegaron a San Diego hace 11 días, utilizando la aplicación CBP One, la cual ayuda a los inmigrantes a organizar entrevistas con autoridades de inmigración antes de su llegada.
Sin embargo, cuando Donald Trump asumió la presidencia el lunes, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) anunció que la funcionalidad de la aplicación CBP One sería eliminada, cancelando todas las futuras citas de asilo. Esto dejó a miles de migrantes, incluyendo a algunos que ayudaron a Nedi, preocupados por su futuro y sin saber qué sucedería con su situación migratoria.
Desde que Trump se postuló para la reelección, ha prometido aplicar políticas más estrictas contra la inmigración y revertir las medidas de la administración Biden, que consideraba demasiado permisivas. El presidente firmó varios decretos que permiten a la agencia de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) llevar a cabo más acciones de cumplimiento en áreas sensibles, ampliar los grupos de inmigrantes indocumentados sujetos a deportación acelerada y terminar con la ciudadanía por derecho de nacimiento, lo que ha provocado rechazo de expertos constitucionales y de ciudades y estados demócratas que ya impugnaron la medida.
Aunque no se han registrado aún operaciones masivas de deportación, las nuevas políticas están comenzando a perfilar la estrategia de Trump para abordar la inmigración. El «zar de la frontera» Tom Homan señaló que ICE ya estaba llevando a cabo operaciones específicas, pero con más libertad para actuar. A pesar de que los operativos rutinarios continúan, una diferencia clave es que si ICE arresta a un criminal, cualquier inmigrante indocumentado presente también podría ser detenido.
La nueva política también autoriza a ICE a realizar arrestos cerca de lugares sensibles como escuelas e iglesias, sitios donde anteriormente, bajo la administración Biden, se requerían pasos adicionales para actuar. En palabras de Benjamine Huffman, secretario interino de Seguridad Nacional, «los criminales ya no podrán esconderse en las escuelas e iglesias de EE.UU.».
Trump también extendió un procedimiento para acelerar las deportaciones, que incluiría a inmigrantes indocumentados que no puedan demostrar que han residido en el país de manera continua por dos años o más. La «expulsión acelerada» permite a las autoridades deportar a personas sin que tengan una audiencia ante un juez de inmigración, lo que amplía los poderes del gobierno para realizar deportaciones.
El presidente criticó la práctica conocida como «captura y liberación», que implica liberar provisionalmente a inmigrantes mientras esperan su audiencia en la corte. En su discurso inaugural, Trump prometió poner fin a esta práctica, lo que ya ha implicado que CBP mantenga a los inmigrantes detenidos durante más tiempo hasta su expulsión, incluso si no son elegibles para el asilo.
El martes, CBP notificó a Catholic Charities de San Diego que ya no entregaría migrantes a su cuidado, lo que generó incertidumbre en la organización que, desde 2021, había ayudado a los migrantes a recibir refugio y servicios de inmigración. La organización recibía a entre 200 y 300 migrantes diariamente, y ahora enfrenta el desafío de atender a más de 200 migrantes bajo su cuidado sin saber qué sucederá con su futuro.
Por su parte, Danielle Cosmes, del Comité de Servicio de los Amigos Americanos, observó migrantes esperando ser detenidos cerca del muro fronterizo. Cosmes, quien dirige una carpa de ayuda a migrantes, expresó su preocupación por el miedo y la incertidumbre que las nuevas políticas están generando en las comunidades migrantes, tanto dentro de Estados Unidos como en tránsito.
Cosmes anticipó un aumento de lesiones y muertes entre aquellos que intentan cruzar por zonas más remotas debido a la eliminación de las oportunidades de entrada segura. Las nuevas políticas podrían poner en peligro la vida de muchas personas, que no tienen acceso a un proceso de asilo adecuado.
Mientras tanto, en Chicago, el Sindicato de Maestros se ha preparado para proteger a los estudiantes en caso de redadas de ICE, brindando capacitación sobre cómo defenderse de la persecución de inmigrantes. Erin, una maestra, comentó que el objetivo es asegurar que las familias se sientan seguras al enviar a sus hijos a la escuela, sin temor a que ICE interfiera.
En Las Vegas, el sheriff Kevin McMahill también se pronunció en contra de las redadas masivas, señalando que su departamento no participará en este tipo de acciones. Según McMahill, el enfoque debe centrarse en evitar que las personas crucen la frontera ilegalmente, en lugar de centrarse en las redadas en la comunidad.