El Senado, con mayoría republicana, ratificó este lunes a Marco Rubio como nuevo Secretario de Estado, validando así el primer nombramiento de Donald Trump para su segundo mandato en la Casa Blanca. Rubio, de ascendencia cubana y quien servía su tercer mandato como senador republicano por Florida, fue evaluado la semana pasada por el Comité de Relaciones Exteriores del Senado. Según lo previsto, iniciará sus labores esta semana con reuniones clave con los ministros de Asuntos Exteriores de India, Japón y Australia, quienes viajaron a Washington D.C. para asistir a la investidura de Trump.
Marco Rubio como nuevo Secretario de Estado
La confirmación de Marco Rubio como Secretario de Estado marca un hito importante en la administración de Donald Trump, que comenzó su segundo mandato con una serie de nombramientos clave. Rubio, un político con una sólida trayectoria en el Senado, asumirá uno de los cargos más importantes de la diplomacia estadounidense. En su audiencia de confirmación, Rubio reafirmó su postura de priorizar la política de «Estados Unidos primero» en la agenda internacional.
Rubio, quien se ha destacado por su enfoque en la política exterior, se comprometió a mantener una política exterior que favorezca los intereses de Estados Unidos, especialmente en relación con las amenazas globales y la seguridad nacional. Aseguró que el orden global establecido tras la Segunda Guerra Mundial ya no es eficaz y, en muchos casos, ha sido usado en contra de los intereses de su país.
La política exterior de Rubio: «Estados Unidos primero»
En su audiencia de confirmación, Marco Rubio dejó claro que su enfoque de política exterior será fiel al principio de «Estados Unidos primero». El nuevo Secretario de Estado señaló que el sistema de alianzas y tratados globales establecidos tras la Segunda Guerra Mundial ya no es adecuado para enfrentar los desafíos del siglo XXI. Rubio indicó que estos acuerdos, aunque en su momento fueron eficaces, hoy en día están siendo utilizados en contra de los intereses de los Estados Unidos.
Rubio no solo subrayó la necesidad de reformar el orden global, sino que también se comprometió a defender la soberanía nacional de Estados Unidos en todas las negociaciones diplomáticas. Además, el senador reiteró su posición sobre la importancia de reforzar las relaciones con los aliados tradicionales, como India, Japón y Australia, mientras se adoptan medidas más firmes contra las naciones que desafían el poder y la influencia estadounidense, como China y Rusia.
Los cárteles mexicanos y la seguridad fronteriza
Uno de los temas más debatidos durante la audiencia de confirmación de Rubio fue su postura hacia los cárteles mexicanos. Rubio respaldó la decisión de Donald Trump de considerar a los cárteles del narcotráfico como organizaciones terroristas, una medida que podría permitir una mayor cooperación internacional en la lucha contra el crimen organizado. Aunque Rubio se mostró a favor de la cooperación con México en la lucha contra los cárteles, también destacó que el narcotráfico es un problema binacional que afecta tanto a Estados Unidos como a México.
EFE/Graeme Sloan
“Yo optaría por cooperar con los mexicanos en este tema, porque impacta tanto a su nación como a la nuestra”, afirmó Rubio durante su audiencia. Además, destacó que la violencia de los cárteles no solo afecta a Estados Unidos, sino que también socava la estabilidad política y económica en México. En ese sentido, Rubio subrayó la importancia de trabajar conjuntamente para combatir el narcotráfico y mejorar la seguridad en la frontera.
Aunque Rubio se mostró dispuesto a cooperar con México, evitó opinar sobre la posibilidad de usar la fuerza militar contra los cárteles u otros grupos como el Tren de Aragua o la MS-13. Esta ambigüedad sobre el uso de la fuerza refleja una postura calculada que intenta equilibrar las demandas de la base conservadora de Trump con los intereses diplomáticos y de seguridad de Estados Unidos.