El Gobierno de Perú ha anunciado un nuevo retraso en la inauguración del tan esperado aeropuerto internacional de Lima, el cual ahora se prevé que abra sus puertas el 30 de marzo de 2025, dos meses después de la fecha inicialmente programada para el 29 de enero. La decisión, tomada en conjunto con la concesionaria Lima Airport Partners (LAP), responde a motivos de seguridad y busca garantizar que las operaciones se lleven a cabo con los más altos estándares de eficiencia y seguridad. Esta noticia fue comunicada oficialmente este miércoles por el Ministerio de Transportes y Comunicaciones.
Motivos del retraso en la inauguración del aeropuerto de Lima
Se ha acordado un período adicional de 60 días de pruebas operacionales, tanto en el lado aéreo como en el lado terrestre, a fin de asegurar que todo el personal y los servicios estén completamente capacitados y listos para el inicio de operaciones. Esta decisión se toma alineada con los estándares internacionales de la aviación civil.
Raúl Pérez Reyes, ministro de Transportes y Comunicaciones de Perú, enfatizó durante una reunión con la comunidad aeronáutica que la apertura de un aeropuerto implica un proceso complejo, que debe coordinarse cuidadosamente entre las autoridades, la concesionaria y los actores involucrados para garantizar su funcionamiento eficiente y seguro.
Fotografía del Aeropuerto Jorge Chávez durante los trabajos de ampliación, en Lima. EFE/Paolo Aguilar
El impacto de la ampliación del Aeropuerto Internacional de Lima
La inauguración del nuevo aeropuerto de Lima es de gran importancia para Perú, ya que la nueva terminal será tres veces más grande que el actual Aeropuerto Internacional Jorge Chávez. Este incremento en capacidad es esencial para atender el creciente número de pasajeros y las necesidades logísticas de una de las economías más dinámicas de América Latina. El aeropuerto también jugará un papel crucial en el fortalecimiento del sector turístico y comercial del país, así como en la mejora de la infraestructura aérea a nivel internacional.
Pruebas operacionales y capacitaciones en el nuevo aeropuerto
El periodo adicional de 60 días garantizará que las aerolíneas y los servicios especializados estén completamente preparados para operar en el nuevo aeropuerto. De acuerdo con Pérez Reyes, «iniciar operaciones en un aeropuerto es un proceso complejo», lo que hace que la coordinación entre Lima Airport Partners, la Dirección General de Aeronáutica Civil del ministerio y otros actores sea clave.
A pesar del retraso, la extensión del plazo permitirá afinar todos los detalles para una transición exitosa a las nuevas instalaciones, que serán fundamentales para la conectividad de Perú con el resto del mundo.
Nuevo Aeropuerto Jorge Chávez. Foto: Andina
El proceso de traslado al nuevo aeropuerto de Lima
El nuevo aeropuerto internacional de Lima, ubicado en la zona de Callao, ha sido objeto de diversas discusiones en las últimas semanas, principalmente debido a los problemas logísticos que aún afectan a algunas aerolíneas. Según la información proporcionada por la Asociación de Empresas de Transporte Aéreo Internacional (AETAI), varias compañías aún tenían problemas para presentar sus expedientes técnicos y completar los trámites necesarios para mudarse a nueva terminal.
El 28 de diciembre, Francisco Jaramillo, gerente de supervisión y fiscalización del organismo supervisor Ositran, indicó que, de las empresas aéreas que deben trasladarse al nuevo aeropuerto, el 56 % ya tenía sus expedientes técnicos aprobados, pero el 22 % aún no había presentado la documentación necesaria. Esta situación generó preocupación en el gremio de aerolíneas, que recomendaba aplazar la apertura hasta resolver estos inconvenientes.
La importancia de la nueva infraestructura aeroportuaria para Perú
El nuevo aeropuerto no solo es crucial para mejorar la capacidad operativa y logística de Perú, sino que también se espera que impulse el turismo, el comercio y la inversión extranjera directa. Con una infraestructura moderna y ampliada, el nuevo aeropuerto será capaz de recibir a millones de pasajeros adicionales, permitiendo a Perú mantener su posición como un centro de conectividad en América Latina.