Alemania entra en recesión por segundo año consecutivo
La economía de Alemania experimentó una contracción del 0,2 por ciento en 2024, según los datos preliminares publicados el miércoles 15 de enero de 2025 por la Oficina Federal de Estadística (Destatis). Con esta caída, el país encadena su segundo año consecutivo en recesión. La mayor economía de Europa enfrenta una crisis persistente en su modelo industrial y exportador, lo que podría tener repercusiones negativas en toda la Unión Europea.
Ruth Brand, presidenta de Destatis, señaló que diversos factores coyunturales y estructurales obstaculizaron el desarrollo económico en 2024. Entre estos factores se encuentran la creciente competencia que enfrenta la industria exportadora alemana en mercados clave, los altos costos energéticos, las tasas de interés elevadas y las perspectivas económicas inciertas.
En 2023, la economía alemana ya había experimentado una caída del 0,3 por ciento. La contracción de 2024 coincide con las proyecciones del gobierno y del Bundesbank, aunque el Fondo Monetario Internacional (FMI) era más optimista y esperaba un estancamiento. Para 2025, el banco central alemán ha reducido su estimación de crecimiento a solo un 0,2 por ciento, muy por debajo de la previsión anterior, que apuntaba a un aumento del 1,1 por ciento.
De acuerdo con estimaciones preliminares basadas en datos aún incompletos, el Producto Interno Bruto (PIB) alemán se redujo en un 0,1 por ciento en el cuarto trimestre de 2024 en comparación con los tres meses anteriores, ajustado por precios, efectos estacionales y de calendario. La difícil situación económica también afectó al comercio exterior, con una caída de las exportaciones de bienes y servicios del 0,8 por ciento, mientras que las importaciones crecieron levemente en un 0,2 por ciento.
Las exportaciones de Alemania, que históricamente han sido un pilar clave de su éxito económico, disminuyeron a pesar de un aumento global en el comercio mundial durante 2024, comentó Brand. En particular, en el sector automotriz, las grandes empresas del país han perdido terreno frente a sus competidores chinos. Además, el consumo interno tampoco ha logrado compensar estas tendencias. A pesar de un aumento en los ingresos de los hogares, las personas se mostraron reacias a realizar compras debido a la incertidumbre sobre la evolución económica, según la información proporcionada por Destatis.