Miles de migrantes que atraviesan América Central y México tienen un objetivo claro en mente: llegar a la frontera entre México y Estados Unidos antes de que Donald Trump asuma nuevamente la presidencia de Estados Unidos. La retórica del político sobre deportaciones masivas y el cierre de la frontera está generando ansiedad entre aquellos que han emprendido largos y peligrosos viajes con la esperanza de solicitar asilo en territorio estadounidense.
Preocupaciones sobre las deportaciones masivas
Las declaraciones de Trump, quien ha prometido una ofensiva contra la inmigración, han generado una creciente preocupación entre los migrantes que ya se encuentran a las puertas de la frontera. En un evento de Turning Point USA en diciembre, Trump expresó: «En mi primer día de regreso a la Oficina Oval, firmaré una serie histórica de órdenes ejecutivas para cerrar nuestra frontera a los inmigrantes ilegales y detener la invasión de nuestro país». Esto incluyó su propuesta de iniciar la mayor operación de deportación en la historia de EE. UU.
Estas palabras han calado hondo en las personas que se sienten amenazadas por la posibilidad de que sus solicitudes de asilo sean rechazadas, o incluso peor, que sean deportadas sin que su caso sea escuchado. La incertidumbre y el miedo a las represalias han impulsado a muchos migrantes a apresurarse en su viaje hacia la frontera.
Los agentes de Aduanas y Patrulla Fronteriza de Estados Unidos detienen a migrantes de México y Guatemala después de cruzar una sección del muro fronterizo hacia Estados Unidos el 4 de enero en Ruby, Arizona. Brandon Bell/Getty Images
El «efecto Trump» en las decisiones migratorias
Según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU. (CBP, por sus siglas en inglés), los cruces de migrantes en la frontera entre EE. UU. y México han experimentado una disminución desde 2020. En noviembre, justo después de la victoria electoral de Trump, las autoridades reportaron alrededor de 46,000 encuentros fronterizos, la cifra más baja en casi cinco años. Sin embargo, los expertos señalan que no se puede atribuir esta baja exclusivamente a las amenazas de Trump, ya que existen otros factores en juego, como la cooperación de México con Estados Unidos.
Guadalupe Correa-Cabrera, profesora de política y gobierno en la Universidad George Mason, explica que las amenazas de Trump probablemente solo han retrasado la decisión de muchos migrantes. «Algunos podrían estar esperando a ver qué acciones específicas tomará la nueva administración y luego adaptar sus estrategias en consecuencia», señaló Correa-Cabrera.
El gobierno mexicano frente a la posible deportación masiva
En respuesta a la amenaza de deportaciones masivas, el gobierno mexicano ha tomado medidas para prepararse. La presidenta Claudia Sheinbaum sugirió que México ya está haciendo lo suficiente para ayudar a los migrantes en su territorio, brindándoles orientación, trabajo en el camino y asistencia en los refugios. Además, el gobierno ha anunciado planes para construir 25 refugios a lo largo de los estados fronterizos para los deportados mexicanos y también está evaluando la posibilidad de recibir a migrantes no mexicanos deportados desde EE. UU.
Sin embargo, los expertos advierten que México y los países centroamericanos no están completamente preparados para enfrentar las consecuencias de las deportaciones masivas, ya que los recursos y las infraestructuras aún no son suficientes para atender a un número significativo de deportados.
Cheney Orr/Reuters
Condiciones de vida difíciles para los migrantes en tránsito
Mientras tanto, los migrantes continúan enfrentando graves dificultades a lo largo de su trayecto. Los contratiempos y los peligros en el camino han complicado aún más su viaje hacia la frontera, pero su determinación de llegar a EE. UU. sigue intacta.
A medida que la fecha de investidura de Trump se acerca, la incertidumbre sobre el futuro de la política migratoria en Estados Unidos se intensifica. Para los migrantes, cada día que pasa se convierte en una carrera contra el tiempo. Aunque los flujos migratorios parecen haber disminuido en los últimos años, la retórica de Trump y su amenaza de deportaciones masivas siguen siendo un factor de gran preocupación.