Incendios en California: el colapso del mercado de seguros
El estado de California enfrenta una seria crisis en el sector de los seguros, impulsada por varios factores, incluidos los recientes incendios forestales, las políticas que controlan los precios y la dificultad para ajustar las tarifas de seguros a los riesgos reales de incendio, según investigaciones de la Universidad de California en Berkeley.
Los incendios recientes en Los Ángeles han resaltado las deficiencias de un sistema de seguros incapaz de adaptarse al cambio climático y a los desastres naturales. A medida que los incendios forestales se vuelven más frecuentes y destructivos, las aseguradoras no pueden ajustar sus tarifas para reflejar adecuadamente estos riesgos, debido a las regulaciones estatales que exigen que las compañías justifiquen cualquier aumento de precios con base en pérdidas pasadas en lugar de los riesgos futuros, lo que ha distorsionado el sistema de seguros, según los economistas.
Como resultado, importantes compañías de seguros como State Farm y Allstate han dejado de ofrecer nuevos productos y han cancelado miles de pólizas en áreas de alto riesgo. Este retiro ha dejado a muchos residentes de California vulnerables, con pocas opciones para protegerse contra los daños provocados por los incendios.
Los expertos aseguran que el aumento en los precios de los seguros no solo se debe al cambio climático, sino también a otros factores, como la inflación de los costos de construcción y el aumento de las pérdidas no relacionadas con desastres. El estudio de la Universidad de California en Berkeley, dirigido por el investigador Glen Martin, también explica cómo el fenómeno conocido como “la maldición del ganador” ha afectado al mercado de seguros, ya que las aseguradoras con información menos precisa sobre los riesgos tienden a incrementar sus tarifas, lo que, a su vez, eleva aún más los precios en las áreas más propensas a incendios.
Debido a los controles de precios, las aseguradoras que no pueden aumentar sus tarifas conforme a los costos reales se ven forzadas a retirarse de las zonas más peligrosas. Esto ha generado un aumento en la demanda de seguros estatales como el FAIR Plan, un programa de seguro de último recurso para las personas en áreas de alto riesgo. Sin embargo, este plan también enfrenta desafíos, como la exposición a pérdidas que ha crecido considerablemente, especialmente en lugares como Pacific Palisades, donde la exposición alcanzó los $5,900 millones.
El mercado de seguros en California se encuentra al borde del colapso. A medida que los precios de las pólizas suben, muchos propietarios de viviendas se ven obligados a elegir entre pagar tarifas exorbitantes o quedar sin seguro, lo que aumenta su vulnerabilidad frente a los incendios. Además, los costos del reaseguro, que protegen a las aseguradoras de pérdidas catastróficas, también han aumentado debido a la mayor frecuencia de incendios, complicando aún más la situación.
Aunque el gobierno de California ha intentado reformar las regulaciones, los cambios han llegado demasiado tarde para prevenir los problemas actuales. Recientemente, el comisionado de seguros estatal permitió que las aseguradoras incluyeran los costos del reaseguro en sus tarifas y utilizaran modelos catastróficos para ajustar los precios. No obstante, estas reformas vienen con una condición: las aseguradoras deben ofrecer un número mínimo de pólizas en las zonas más vulnerables. Esto podría mejorar la situación, pero también obliga a las aseguradoras a cumplir con objetivos políticos que podrían no ser viables a largo plazo.
Las reformas no resuelven completamente el problema principal: la distorsión de los precios debido a los controles regulatorios. Los expertos explican que las tarifas de los seguros no son cifras arbitrarias, sino señales cruciales que reflejan el riesgo real del mercado. Al mantener los precios artificialmente bajos, California ha ocultado estas señales, lo que ha promovido la construcción de viviendas en áreas de alto riesgo y ha reducido los incentivos para que los propietarios tomen medidas preventivas o contraten seguros adicionales.
Los economistas advierten que, aunque las tarifas de los seguros deben reflejar el riesgo real, un aumento excesivo en los precios puede tener consecuencias sociales graves. Las familias de bajos ingresos podrían verse desplazadas del mercado de seguros, lo que las haría aún más vulnerables ante los desastres naturales. Por lo tanto, la necesidad de encontrar un equilibrio entre la disponibilidad de seguros y la accesibilidad económica se vuelve cada vez más urgente.