Un grupo de congresistas republicanos presentó este jueves un proyecto de ley en la Cámara de Representantes de Estados Unidos con el objetivo de autorizar a la Casa Blanca a negociar la compra del canal de Panamá. La iniciativa, denominada «Ley de la recompra del canal de Panamá», propone dar al presidente estadounidense el poder de iniciar conversaciones con el Gobierno de Panamá para adquirir la infraestructura clave.
La iniciativa para la recompra del canal de Panamá
Este proyecto legislativo establece que el presidente de EE. UU. tendrá un plazo de 180 días, a partir de la promulgación de la ley, para entregar un informe detallado sobre el avance de las negociaciones. De esta manera, el Congreso busca establecer una directriz formal que permita a Estados Unidos recuperar el control sobre una de las rutas comerciales más importantes del mundo.
La propuesta fue elaborada por el congresista Dusty Johnson, quien cuenta con el respaldo de 15 colegas republicanos. Este proyecto se enmarca dentro de las tensiones políticas entre EE. UU. y Panamá en relación con la soberanía del canal, un tema que ha cobrado relevancia en los últimos tiempos, especialmente debido a las declaraciones del presidente electo, Donald Trump.
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Trump reafirma su interés en el control del canal de Panamá
Donald Trump, quien asumirá la presidencia de EE. UU. en los próximos días, ha expresado en diversas ocasiones su deseo de retomar el control sobre el canal de Panamá. En las últimas semanas, el mandatario electo ha subido el tono de sus declaraciones, señalando que, en su opinión, el canal debe estar bajo control estadounidense. Trump incluso ha sugerido que no descartaría el uso de la fuerza militar para lograr este objetivo.
Durante una rueda de prensa realizada el pasado martes, Trump afirmó: «El canal de Panamá es vital para nuestro país. Está siendo operado por China. Se lo entregamos a Panamá, no a China, y han abusado de ese regalo. Nunca debió haberse tomado esa decisión». Estas palabras reflejan el malestar del presidente electo ante lo que considera un desequilibrio en el manejo de este vital paso interoceánico.
La historia de la entrega del canal de Panamá a Panamá
El canal de Panamá fue una de las grandes obras de ingeniería del siglo XX. Su construcción fue llevada a cabo por Estados Unidos a finales del siglo XIX y principios del XX. Durante años, el canal fue operado bajo control estadounidense, pero en 1999, tras un acuerdo firmado entre ambos países, Estados Unidos entregó la soberanía del canal al Gobierno panameño.
Este traspaso se realizó en el contexto de la firma de los Tratados Torrijos-Carter en 1977, los cuales establecieron el proceso de transición para que Panamá asumiera el control total de la vía interoceánica. Desde entonces, Panamá ha gestionado el canal, y hoy en día sigue siendo una infraestructura clave para el comercio global.
El canal de Panamá y su importancia estratégica
A pesar de la transferencia de la soberanía, Estados Unidos sigue siendo el principal usuario del canal de Panamá, por donde transita alrededor del 3 % del comercio mundial. China, aunque no tiene un papel protagónico en la administración del canal, es el segundo país con mayor volumen de tráfico marítimo por esa vía.
El canal de Panamá tiene una importancia estratégica innegable. Conecta el océano Pacífico con el océano Atlántico, permitiendo que los barcos eviten el largo y costoso trayecto por el estrecho de Magallanes, al sur de América del Sur. Esta ruta corta también facilita el comercio internacional, especialmente para los productos que se transportan entre Asia y América, y entre América y Europa.
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La posición de Panamá sobre la recompra del canal
Desde que EE. UU. entregó la soberanía del canal de Panamá, el Gobierno panameño ha dejado claro que considera este acuerdo como una «conquista irreversible». Para las autoridades panameñas, el control del canal es un símbolo de soberanía y un pilar fundamental para la estabilidad económica del país.
El gobierno de Panamá ha reiterado su compromiso de administrar el canal de manera eficiente y ha rechazado cualquier intento de reversionar el control del canal. Además, se considera que cualquier intento de apropiación del canal por parte de Estados Unidos podría tener repercusiones políticas y económicas tanto para Panamá como para la región.