La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su firme rechazo este jueves ante el reciente incidente en el que ciudadanos de Tabasco recibieron regalos del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), uno de los cárteles más poderosos y peligrosos del país. Este hecho fue el segundo de su tipo en menos de dos semanas, tras una situación similar ocurrida en el estado de Michoacán.
Durante su conferencia matutina, Sheinbaum subrayó la postura del gobierno mexicano frente a la violencia y la influencia de los grupos del crimen organizado en las comunidades: «Nosotros no estamos de acuerdo, como lo hemos manifestado, nuestra tarea es evitar que cualquier joven, ciudadano, niño o niña, vea en la violencia o en algún grupo delictivo una perspectiva de vida, porque no es una perspectiva de vida, es una perspectiva de muerte».
El CJNG en Tabasco: entrega de regalos y roscas de Reyes
El miércoles, un video que se viralizó en redes sociales mostró a presuntos integrantes del CJNG entregando regalos y roscas de Reyes en la localidad de Tabasco, en el sureste del país. Este gesto de supuesta “ayuda” se realizó en nombre de un líder regional conocido como el «Señor 88». En el video, uno de los sujetos no identificados expresa a los habitantes: «Venimos para apoyarles y para cuidarles, no para robarles como la gente que estaba aquí», en un claro intento de presentarse como benefactores, aunque su vinculación con el crimen organizado es innegable.
Este tipo de actos no es un fenómeno aislado en el país. La entrega de regalos y comida por parte de organizaciones criminales, como el CJNG, busca ganarse el apoyo de la población local, especialmente en áreas donde la presencia de las autoridades es limitada o inexistente. El cartel intenta legitimarse a través de gestos de aparente solidaridad, mientras sigue operando con métodos violentos en la región.
Sheinbaum y su postura ante la apología de la violencia
La mandataria Claudia Sheinbaum dejó claro que, aunque su gobierno no tolera la violencia ni la apología del crimen, las fuerzas de seguridad del país siguen trabajando intensamente para desmantelar redes delictivas como la del CJNG. «Obviamente, el gabinete de seguridad trabaja y hace la inteligencia e investigación que tenga que hacer ante este tipo de acciones», afirmó, reiterando el compromiso del gobierno federal para frenar la violencia relacionada con el narcotráfico.
El caso reciente no es el primero en el que Sheinbaum ha denunciado las estrategias del crimen organizado para infiltrar y controlar comunidades a través de actos de caridad o asistencia. Tan solo la semana pasada, la presidenta condenó la apología del narcotráfico en el municipio de Coalcomán, en Michoacán, donde miembros del CJNG entregaron regalos navideños. La alcaldesa de ese municipio, Anavel Ávila, está siendo investigada por sus presuntos nexos con el crimen organizado, después de que se difundiera que había agradecido públicamente los obsequios y apoyo del cartel.
«Nos corresponde evitar y hacer toda la atención a las causas para que no haya una apología de la violencia. Nosotros construimos paz», dijo Sheinbaum, resaltando que uno de los objetivos del gobierno es desmantelar las redes delictivas y evitar que los ciudadanos sean seducidos por las falsas promesas de los carteles.
El Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y su impacto en la frontera sur de México
El CJNG se ha convertido en uno de los principales actores del crimen organizado en México, extendiendo su influencia a lo largo del país, especialmente en la zona sur. Este cartel está involucrado en una lucha constante por el control de las rutas del tráfico de drogas y personas desde Centroamérica. La violencia que genera el CJNG ha provocado un aumento significativo de los enfrentamientos en la frontera sur, lo que ha incrementado la inseguridad en estados como Tabasco, Veracruz y Chiapas.
A través de actos como la entrega de regalos, el cartel busca ganarse el apoyo de las comunidades, creando una red de lealtad y complicidad. La estrategia, sin embargo, es una doble cara de manipulación. Por un lado, la organización se presenta como protectora y benefactora de los pueblos, pero por el otro, mantiene su control a través de la violencia, las amenazas y la corrupción.