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En una entrevista conmovedora con el semanario Búsqueda, el expresidente de Uruguay José «Pepe» Mujica compartió que su ciclo está llegando a su fin. A los 89 años, Mujica reveló que el cáncer que le fue detectado en abril, y que afecta principalmente su esófago, se ha expandido a otros órganos, particularmente al hígado. Con un tono sereno pero firme, el exmandatario afirmó: «Ya terminó mi ciclo. Sinceramente, me estoy muriendo. Y el guerrero tiene derecho a su descanso».
El político retirado, quien se ha convertido en una figura icónica tanto en Uruguay como en América Latina, decidió no someterse a más tratamientos. «El cáncer en el esófago me está colonizando el hígado. No lo paro con nada. ¿Por qué? Porque soy un anciano y porque tengo dos enfermedades crónicas. No me cabe ni un tratamiento bioquímico ni la cirugía porque mi cuerpo no lo aguanta», explicó Mujica con la calma que lo caracteriza.
A pesar de su estado de salud, Mujica ha dejado claro su deseo de pasar sus últimos días de forma tranquila y sin más intervenciones públicas. «Lo que pido es que me dejen tranquilo. Que no me pidan más entrevistas ni nada más», expresó, manifestando su deseo de mantener su privacidad en estos momentos difíciles.
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La vida austera de José Mujica: un legado político inquebrantable
El legado de José Mujica trasciende más allá de su lucha contra el cáncer y su vida política. Durante su mandato como presidente de Uruguay (2010-2015), Mujica sorprendió al mundo con su enfoque austero y su discurso anticonsumo. A lo largo de su carrera, desde sus años como guerrillero tupamaro hasta su presidencia, siempre mantuvo una postura firme sobre la importancia de vivir de forma sencilla y centrada en los valores humanos, más allá de las riquezas materiales.
Mujica, quien durante su presidencia eligió vivir en una modesta chacra en las afueras de Montevideo, nunca dejó de lado su vida sencilla. La idea de renunciar a los lujos y llevar una vida coherente con sus principios fue una de las banderas que izó a lo largo de su carrera. A pesar de los lujos que podrían haber acompañado su estatus como presidente, Mujica se destacó por su enfoque ético y por rechazar los excesos.
En la entrevista con Búsqueda, Mujica reveló cómo sigue manteniendo esa vida sencilla, incluso en sus últimos días. «Me compré un tractor, y voy un poquito todos los días», comentó con una sonrisa. A pesar de las dificultades físicas que le impone su enfermedad, el expresidente sigue encontrando consuelo en las actividades cotidianas que lo conectan con su tierra y su pasado.
Raquel Panone, doctora del expresidente uruguayo, el pasado 27 de diciembre. EFE/ Gastón Britos
El último deseo de José Mujica: descansar en su chacra
Uno de los aspectos más conmovedores de las declaraciones de José Mujica fue su voluntad de ser enterrado en su chacra. «Yo me voy a morir acá. Ahí afuera hay un sequoia grande. Está Manuela enterrada ahí. Estoy haciendo los papeles para que ahí también me entierren a mí», comentó, refiriéndose a su perra Manuela, que ya descansa en ese lugar.
Este último deseo de Mujica también se complementa con la solicitud de privacidad que hizo a su familia y amigos cercanos, pidiendo que no se le moleste en estos momentos tan personales. Su médico, Raquel Pannone, también reiteró este pedido y explicó que, a pesar de las metástasis, Mujica no está experimentando dolor y sigue llevando una vida cotidiana tranquila. «Salgamos un poco del Pepe Mujica político y centrémonos en un hombre de (casi) 90 años que está enfermo y que tiene derecho a usar su tiempo como lo crea conveniente», destacó la doctora.
El legado de Pepe más allá de la política
A lo largo de su carrera, José Mujica dejó una huella indeleble no solo en Uruguay, sino en todo el mundo. Su mensaje de simplicidad, su lucha por la justicia social y su crítica constante al consumismo lo convirtieron en una figura admirada por millones de personas. Aunque su vida política ha llegado a su fin, el legado de Mujica continúa influyendo en la política latinoamericana y en los movimientos sociales que buscan un mundo más justo y menos materialista.
En las últimas semanas, Mujica también se mostró satisfecho de ver que su proyecto político continuará con el nuevo presidente electo de Uruguay, Yamandú Orsi, quien asumirá el cargo en marzo. Con este paso, Mujica asegura que su legado no quedará limitado a su figura, sino que seguirá vivo en las futuras generaciones de líderes que tomarán las riendas de la nación.
