Los niños migrantes en México han aumentado considerablemente. Como último punto de tránsito hacia la frontera que representa un futuro prometedor para muchos, las estadísticas mexicanas evidencian este incremento. Según la actualización de los datos de 2024 de la Unidad de Política Migratoria, hasta agosto de ese año, 108.444 menores de 18 años fueron registrados en el país, lo que representa un aumento del 514% respecto al mismo periodo de 2018.
Incluso al comparar las cifras de 2024 con el total de 2023, cuando se registraron 113.542 menores durante todo el año, los números de este año muestran un aumento notable. Esto refleja un crecimiento constante en la cantidad de migrantes menores, salvo en 2020, cuando la pandemia provocó una caída significativa en las cifras, que luego se recuperaron. Estos datos coinciden con el incremento de migrantes hacia Estados Unidos tras la pausa de la pandemia y durante el gobierno de Joe Biden, hasta que la administración demócrata endureció las políticas fronterizas el año pasado.
Además del aumento general de menores migrantes, ha habido un cambio significativo en el tipo de menores que viajan. En 2018, durante la presidencia de Donald Trump, la mayoría de los menores eran adolescentes no acompañados. Sin embargo, en 2024, hasta agosto, solo 4.283 de los más de 100.000 menores estaban viajando solos. Un dato relevante es que el 72% de los menores registrados el año pasado tenían menos de 11 años, mientras que en 2018 esa cifra era del 43%.
Estas cifras reflejan la nueva realidad en el terreno, donde el migrante que solía ser un hombre adulto viajando solo se ha transformado en una imagen de familias enteras migrando juntas.
La migración puede resultar un trauma difícil de manejar para los menores, quienes son especialmente vulnerables a la violencia que atraviesa el camino. Ante esto, la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM) ha subrayado la importancia de abordar el fenómeno migratorio desde un enfoque integral, especialmente para grupos prioritarios, lo cual mejoraría su acceso a servicios básicos como salud, educación y recreación, además de reducir la conflictividad social.
El origen de los migrantes menores ha cambiado, reflejando las tendencias generales de la migración. Aunque en 2018 el Triángulo Norte de Centroamérica (Guatemala, Honduras y El Salvador) era la principal fuente de migrantes hacia México, en 2024, Venezuela es el país con el mayor número de menores migrantes. En los primeros ocho meses de 2024, se detectaron 46.384 menores venezolanos cruzando por México, un aumento significativo frente a los 37 registrados en 2018.
La razón del éxodo masivo de venezolanos en los últimos años está bien documentada, en gran parte debido a la crisis económica y política del país. Sin embargo, el cambio en la forma en que las familias migran es menos claro. Lo que antes era una migración de adultos que enviaban a sus hijos después, ahora involucra a familias completas viajando juntas.
Según organizaciones defensoras de los derechos de los migrantes, hay dos principales razones para este cambio. En primer lugar, argumentan que la crisis en Venezuela es tan severa que los padres prefieren arriesgarse a viajar con sus hijos, ya que no ven un futuro viable en su país. En lugar de dejar a los niños con familiares en un entorno sin esperanza, los padres prefieren enfrentar los peligros del viaje al norte.
En segundo lugar, algunos informes sugieren que los migrantes creen erróneamente que viajar con niños les dará más posibilidades de quedarse en Estados Unidos de forma permanente. Sin embargo, no hay evidencia de que esto sea cierto. Con el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, las políticas migratorias podrían endurecerse, lo que incluye la implementación de deportaciones masivas y medidas para desincentivar la migración. Esto deja incertidumbre sobre si los flujos migratorios por México seguirán aumentando.
migrantes