Donald Trump rechaza plan bipartidista de financiación del gobierno. Acción amenaza con cierre parcial antes de Navidad. Presidente electo pide renegociación cerca a fecha límite.
El presidente electo, Donald Trump, rechazó abruptamente un plan bipartidista para evitar un cierre del Gobierno en Navidad, y en su lugar le dijo al líder de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, y a los republicanos que básicamente renegociaran, días antes de la fecha límite cuando se agote el financiamiento federal.
La repentina entrada de Trump en el debate y las nuevas exigencias hicieron que el Congreso se tambaleara mientras los legisladores intentan terminar su trabajo y regresar a casa para las fiestas. Esto deja a Johnson luchando por diseñar un nuevo plan antes de la fecha límite del viernes 20 para mantener al Gobierno funcionando.
“Los republicanos deben SER INTELIGENTES y DUROS”, dijeron Trump y el vicepresidente electo JD Vance en un comunicado.
El presidente electo hizo una propuesta casi irreal que combinaba la continuación de los fondos gubernamentales junto con una disposición mucho más controvertida para aumentar el límite de deuda de la nación, algo que su propio partido rechaza rutinariamente.
Los demócratas condenaron la revuelta en el Partido Republicano en torno a la medida provisional para mantener en funcionamiento las oficinas federales.
«Los republicanos de la Cámara de Representantes han recibido la orden de cerrar el Gobierno», comentó el líder de la minoría demócrata en la Cámara Baja, Hakeem Jeffries. «[Van a] perjudicar a los estadounidenses de clase trabajadora que dicen apoyar. Si rompen el acuerdo bipartidista, asumirán las consecuencias».
El proyecto de ley ya estaba al borde del colapso, ya que los conservadores de la derecha dura y el aliado multimillonario de Trump, Elon Musk, rechazaron el plan.
Los legisladores criticaron el enorme proyecto de ley de 1,500 páginas por su aumento del gasto -que incluye sus primeros aumentos salariales en más de una década-, una conmoción tras una de las sesiones caóticas más improductivas de los tiempos modernos. Varios republicanos esperaban que Trump indicara si debían votar a favor o en contra.
“Esto no debería ser aprobado”, publicó Musk en su red social X.
El resultado no es ninguna sorpresa para Johnson, que, como otros líderes republicanos de la Cámara de Representantes antes que él, ha sido incapaz de convencer a su mayoría de que se pliegue a las necesidades rutinarias de las operaciones del Gobierno federal, las cuales preferirían recortar.
Ni siquiera la adición de la tan necesaria ayuda para catástrofes, de unos 100,400 millones de dólares tras los huracanes Helene y Milton y otras calamidades naturales que asolaron estados este año, además de 10,000 millones de dólares en ayuda económica para los agricultores lograron convencer a los republicanos, deseosos de recortar el presupuesto.
Todo ello demuestra lo difícil que será unificar y liderar la nación para los republicanos el próximo año, cuando tengan el control de la Cámara de Representantes, del Senado y la Casa Blanca. Y subraya lo mucho que Johnson y los líderes del Partido Republicano deben depender de la bendición de Trump para ver cualquier paquete legislativo.
“¿Qué quiere el presidente Trump que hagan los republicanos: votar a favor de la CR [resolución continua| o cerrar el Gobierno? A falta de liderazgo, reina la confusión”, comentó el senador republicano por Utah Mitt Romney en un mensaje en la red social X.
El presidente electo aún no se ha pronunciado sobre lo que deberían hacer los legisladores.
Pero Musk, que está al frente de su nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental y lideraba la carga contra la medida, advirtió: “¡Cualquier miembro de la Cámara de Representantes o del Senado que vote a favor de este escandaloso proyecto de ley de gastos merece ser expulsado dentro de 2 años!”.
No es una amenaza vana viniendo de Musk, el hombre más rico del mundo, que ayudó a financiar la victoria de Trump y puede utilizar fácilmente su America PAC para hacer o destruir carreras políticas.
Jamie Raskin, representante demócrata por Maryland, indicó que este es el problema con “la oligarquía de un puñado de personas ricas dirigen todo y se supone que todo el mundo vive con miedo de ellos. Su riqueza se convierte en un instrumento de poder coercitivo sobre todo”.
Se espera que los demócratas, que negociaron la medida final con Johnson y los líderes del Partido Republicano en el Senado, proporcionen suficiente apoyo para ayudar a Johnson a garantizar la aprobación, como suele ocurrir con los grandes proyectos de ley. La financiación del Gobierno federal se acaba el viernes a medianoche.
“Cuanto antes actúe el Congreso, mejor”, dijo el líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer, al inaugurar las sesiones de la Cámara Alta. “Como siempre, la cooperación bipartidista debe liderar el camino: no podemos tener retrasos de última hora ni grandilocuencias”.
El paquete final prorroga los programas y servicios gubernamentales existentes en sus niveles actuales de funcionamiento durante unos meses más, hasta el 14 de marzo de 2025.
La medida provisional es necesaria porque el Congreso no ha podido aprobar sus proyectos de ley anuales de asignaciones para financiar todas las agencias del Gobierno federal, desde el Pentágono y los aparatos de seguridad nacional, hasta la salud, bienestar, transporte y otros servicios domésticos rutinarios. Cuando el año fiscal terminó el 30 de septiembre, el Congreso se limitó a eludir el problema al aprobar una ley de financiación temporal que expira el viernes.
Pero el proyecto de ley va más allá de la financiación rutinaria e incluye otras medidas que los legisladores intentan aprobar antes de que finalice el periodo de sesiones del Congreso, sobre todo teniendo en cuenta que algunos funcionarios electos no volverán el próximo año.
La representante Anna Paulina Luna, republicana por Florida, calificó el proyecto de ley de esencialmente basura. El presidente del Freedom Caucus, el representante Andy Harris, republicano por Maryland, puntualizó que muchos legisladores “están un poco decepcionados sobre el resultado de esta última semana”.
Aumento de salario incluido
Algunos legisladores expresaron su preocupación por el hecho de que el proyecto de ley desactiva una disposición de congelación salarial que fue incluida en la anterior medida de gasto a corto plazo. Ese cambio podría permitir un ajuste salarial máximo del 3.8% o 6,600 dólares en 2025, lo que situaría el sueldo anual de los legisladores en 180,600 dólares, según un informe del Servicio de Investigación del Congreso.
Los miembros del Congreso obtuvieron un aumento por última vez en 2009, cuando el salario fue incrementado 2.8% hasta 174,000 dólares anuales. Si el sueldo de los miembros no se hubiera congelado desde 2009, los salarios rondarían los 217,900 dólares.
Si se ajustan a la inflación, los salarios han disminuido alrededor de un 31% desde 2009, según el informe de investigación.
“¿En qué medida merecemos un aumento de sueldo?”, dijo el representante Ralph Norman, republicano por Carolina del Sur.
Entre otras medidas en el paquete, está la financiación federal total para reconstruir el puente Francis Scott Key de Baltimore, que fue derrumbado al ser golpeado por un carguero. También hay una medida para transferir los terrenos del antiguo estadio RFK del Gobierno federal al Distrito de Columbia, lo que podría dar lugar a un nuevo estadio para el equipo de béisbol Washington Commanders.
En el ámbito de la salud, la legislación pretende ampliar la cobertura de las citas de telesalud para los afiliados a Medicare y controlar la cantidad de dinero que los gestores de beneficios farmacéuticos –las empresas que negocian cómo y qué medicamentos cubren los planes de seguros– obtienen de esos acuerdos.
El proyecto de ley también incluye disposiciones para contrarrestar a China, como la ampliación de la orden ejecutiva del presidente, Joe Biden, enfocada en restringir las inversiones en países que supongan una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos. El enfrentamiento de las ambiciones chinas en materia de alta tecnología es uno de los pocos asuntos que goza de amplio apoyo en Washington, tanto por parte de republicanos como de demócratas.