¿Es un héroe? ¿Un asesino? ¿Ambos?
Casi al mismo tiempo que los memes #FreeLuigi con el bigotudo plomero del juego de video Super Mario Brothers proliferaban en internet esta semana, los comentaristas compartían memes en los que Tony Soprano declaraba héroe a Luigi Mangione, el hombre acusado de asesinar al presidente ejecutivo de UnitedHealthcare en Manhattan. Hubo mensajes que ensalzaban el físico y el aspecto de Mangione, otros que especulaban sobre quién podría interpretarle en el programa Saturday Night Live y otros que denunciaban e incluso amenazaban a los empleados de un McDonald’s de Pennsylvania que lo vieron y llamaron a la policía.
Todo fue demasiado para el gobernador de Pennsylvania, un demócrata en alza que estuvo a punto de ser el candidato a la vicepresidencia este año. Josh Shapiro –quien lidiaba con un caso en otro lugar’– denunció lo que consideraba un creciente apoyo a la «justicia por mano propia».
Un hecho de violencia que ha despertado el interés de todo el país
Mangione, han determinado las autoridades, no era cliente de la aseguradora médica y podría haberla tomado como objetivo por su tamaño e influencia, indicó este jueves un alto funcionario de la policía de Nueva York.
Joseph Kenny, jefe de los detectives de la policía de Nueva York, dijo este jueves en una entrevista con la NBC de Nueva York que los investigadores han descubierto evidencia de que el sospechoso tenía conocimiento previo de que UnitedHealthcare iba a celebrar su conferencia anual de inversionistas en esa ciudad, informó The Associated Press.
«No tenemos indicios de que fuera cliente de UnitedHealthcare, pero mencionó [en sus notas] que es la quinta mayor empresa de Estados Unidos, lo que la convierte en la mayor organización de atención de salud del país. Así que posiblemente por eso apuntó contra esa compañía», declaró Kenny.
UnitedHealthcare aclaró este viernes que Mangione no estaba asegurado por ellos.
Como tantos otros acontecimientos estadounidenses en este momento del siglo XXI, el curioso caso del presidente ejecutivo Brian Thompson y Luigi Mangione ha cautivado y polarizado a una nación saturada de medios de comunicación.
La saga ofrece una visión de cómo, en un mundo conectado, tantos aspectos diferentes de la vida moderna estadounidense pueden estar subrepticiamente vinculados: desde la violencia pública a la política, desde la atención de salud al humor (o intentos de él).
También suscita una pregunta: ¿cómo puede tanta gente considerar a alguien un héroe cuando las normas que rigen la sociedad estadounidense –la ley– lo tratan como todo lo contrario?
Policías de Nueva York en la escena de un crimen en el que murió tiroteado Brian Thompson, director ejecutivo de UnitedHealthcare, el 4 de diciembre de 2024, en Nueva York. EFE/Justin Lane
Presentado como una figura romántica
Mangione se encuentra en una celda de Pennsylvania a la espera de ser extraditado a Nueva York bajo acusación de asesinato. Se dispone de poca información nueva sobre el posible motivo del crimen, aunque los escritos encontrados en posesión de Mangione insinuaban un vago odio a la avaricia empresarial y una expresión de ira contra las compañías de seguros médicos «parasitarias».
Ese detalle se produjo después de que pistas anteriores mostraran que algunas balas recuperadas del lugar de los hechos tenían las palabras deny (negar), defend (defender) y depose (deponer), un reflejo de las palabras utilizadas por los críticos del sector de los seguros. Varios de los mensajes combinan un rechazo por las aseguradoras de salud y lo que estos críticos ven como un aparente desdén por la salud y vida de sus clientes, y pocos ofrecen compasión por la muerte de Thompson o el duelo de su familia, todo en un intento de humor.
«Fue un valiente mártir italiano. En esta casa, Luigi Mangione es un héroe, ¡fin de la historia!», afirmó una persona en la red social X que ha tenido casi 2 millones de vistas, una alusión a la aclamada serie The Sopranos, sobre la mafia italiana-estadounidense en Nueva Jersey, reportó The Associated Press.
El lunes, Shapiro se mostró en desacuerdo con este tipo de comentarios. Fue un momento extraordinario en el que se vio envuelto simplemente porque Mangione fue detenido en Pennsylvania. Los comentarios de gobernador, punzantes, apasionados e inevitablemente políticos, trasladaron a la vida real la conversación que se estaba desarrollando en las pantallas de los teléfonos de tanta gente.
«No matamos a gente a sangre fría para resolver diferencias políticas o expresar un punto de vista», dijo Shapiro. «En una sociedad civil, todos estamos menos seguros cuando los ideólogos practican la justicia por mano propia».
Pero, por lo que dicen algunos de sus conciudadanos, no es así en absoluto, y presentaron memes en contrarespuesta a Shapiro que mostraban imágenes del gobernador firmando personalmente las bombas que EE.UU. le vende a Israel para dejar caer en Gaza. Para algunos en internet, al igual que Bonnie y Clyde, John Dillinger, D.B. Cooper y otros famosos del pasado estadounidense que toman la justicia en sus propias manos, Mangione es presentado como alguien a quien se debe admirar.
¿Más terrorismo doméstico que «vigilantismo»?
Regina Bateson, profesora adjunta de Ciencias Políticas de la Universidad de Colorado en Boulder, ha estudiado el «vigilantismo», término al que aludía Shapiro. Según ella, este caso no encaja bien con el término, porque la víctima no estaba vinculada a ningún delito o infracción concretos. En su opinión, se trata más bien de terrorismo doméstico.
Pero Bateson considera que las amenazas contra trabajadores electorales, fiscales y jueces van en aumento –además de los intentos de asesinato contra el presidente electo, Donald Trump, el verano pasado– como posibles señales de que pueden estallar agravios personales o agendas políticas. «Los estadounidenses están expresando más apoyo a –o al menos comprensión hacia– la violencia política», señaló.
Shapiro, aparentemente harto de la aceptación del crimen, elogió a la policía y a los habitantes del condado de Blair, que acataron el dictado de la era del 9/11 de ‘si ves algo, di algo’. Los comentaristas se equivocan con Mangione, expresó el gobernador: «Escúchenme. No es un héroe. El verdadero héroe de esta historia es la persona que llamó al 911 en el McDonald’s esta mañana».
Incluso lejos de apoyar la violencia, hay muchos casos de personas que se desahogan por la forma en que las aseguradoras médicas deniegan las reclamaciones. Pensemos en Tim Anderson, cuya esposa, Mary, tuvo que lidiar con las denegaciones de cobertura de UnitedHealthcare antes de morir de la enfermedad de Lou Gehrig en 2022. «El modelo de negocio de las aseguradoras es no pagar», comentó Anderson, de 67 años, de Centerville, Ohio, a The Associated Press.
El discurso en torno al asesinato y a Mangione va más allá de los memes. Las conversaciones sobre la interconexión de varias partes de la vida estadounidense también se están desarrollando en internet, impulsadas por el asesinato. Un usuario de Reddit dijo que fue expulsado durante tres días por apoyar a Kyle Rittenhouse, quien fue absuelto tras declarar que actuó en defensa propia cuando mató a tiros a dos personas en 2020 durante protestas. «¿Crees que la gente está siendo cancelada por apoyar a Luigi?», preguntaba la publicación en la red social.
Los comentarios abarcan mucho terreno. Incluyen personas que consideran que el asesinato del presidente ejecutivo de UnitedHealthcare no es una «cuestión de derecha o izquierda», y se preguntan qué se necesitaría para ser expulsado de la plataforma.
«Probablemente sólo tienes que cruzar la línea de la promoción de la violencia», escribió otra persona en un comentario. «No sólo reírte de cómo no te importa este tipo».
En conjunto, los comentarios dejan clara una cosa: el caso –y ahora el propio Mangione– han capturado la imaginación estadounidense, al menos por el momento. Y cuando eso ocurre en una nación de teléfonos y memes, mucha gente va a tener opiniones, desde comentaristas anónimos en Reddit hasta el propio gobernador de Pennsylvania.