Inmigrantes repudian reunión de alcalde de Nueva York y zar de Trump para la frontera. Adams se dice dispuesto a cooperar para deportar. Burgomaestre afirma que estado no será más santuario.
El alcalde de Nueva York, Eric Adams, sostuvo este jueves la reunión solicitada por Tom Homan, designado zar de la frontera por el presidente electo Donald Trump. Por ello, grupos de defensa a inmigrantes se mostraron furiosos por dicha postura que atenta contra los derechos humanos.
«Queremos soluciones, no deportaciones», y «Queremos justicia», gritaban, mientras portaban letreros en repudio a Homan, frente a la entrada de la Alcaldía, donde Adams se reunió con Homan a puertas cerradas.
Adams, un expolicía, ha dicho que no se opone a que inmigrantes que hayan cometido delitos sean deportados, idea con la que también está de acuerdo la gobernadora Kathy Hochul, y que le gustaría mejorar la cooperación con los federales.
El demócrata ha dejado claro que no va a «entrar en guerra» con la nueva administración Trump sino a «trabajar con ella» y se ha manifestado en contra de que Nueva York -donde han llegado más de 200.000 indocumentados en los últimos dos años, en su mayoría fuera ya del sistema asistencial- sea una ciudad santuario, que protege a los inmigrantes no cooperando con las autoridades migratorias.
«Como neoyorquinos estamos decepcionados que el alcalde quiera reunirse con Homan, que ha dicho que quiere deportar a familias enteras y que durante la primera administración de Trump separó familias», señaló a EFE Yatziris Tovar, de la oenegé Se Hace Camino Nueva York, que convocó la protesta.
Homan, neoyorquino y expolicía, en 1984 pasó al Servicio de inmigración y Naturalización, que luego se convirtió en Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), donde fue escalando hasta llegar a ser el director asociado en deportaciones.
Bajo el Gobierno de Trump, se le señala como el autor intelectual de la política de «tolerancia cero» que separó inmigrantes en la frontera de sus hijos. Se estima que 5.500 niños fueron separados de sus padres.
«El alcalde debe centrarse en proteger a los neoyorquinos, en escucharles, en expandir las leyes (de protección a inmigrantes) en la ciudad», agregó Tovar.
Mientras que otro de los manifestantes, el ecuatoriano Manuel Ordoñez, aseguró que los inmigrantes están » asustados» con las anunciadas deportaciones masivas que pondrá en marcha Trump «desde el primer día de su Gobierno, el 20 de enero”, según ha dicho.
«No es posible que Adams se reúna con el zar porque no debe olvidar que Nueva York es una ciudad santuario y debe respetarse y al reunirse con Homan se está apartando de eso», comentó Ordoñez, quien dijo ser residente legal «pero siempre estará en la lucha por la comunidad inmigrante».
«Adams se olvida que es demócrata y que está a las puertas de una nueva elección», señaló y aseguró que seguirán protestando durante los próximos cuatro años de Trump.
Adams: ciudad cooperará con deportaciones
Tras la reunión con Homan, Adams dejó claro que ambos estaban de acuerdo en “perseguir a migrantes que están cometiendo crímenes” y que la ciudad cooperará con el fin de deportarlos.
“No vamos a ser un refugio para los que cometan crímenes contra inmigrantes inocentes, inmigrantes y neoyorquinos. Esa fue mi conversación con el zar de la frontera, para averiguar cómo perseguir a aquellos individuos que están cometiendo delitos repetidamente en nuestra ciudad”, puntualizó.
La rueda de prensa fue del alcalde en solitario, pese a que se había indicado que Homan participaría junto a él, lo que puede significar que tal vez no hubo una completa sintonía en sus puntos de vista.
Adams, demócrata, ya había señalado -al igual que la gobernadora Kathy Hochul- que no quiere en la ciudad a quienes cometan delitos, y ha comenzado a acercarse al presidente electo, el republicano Donald Trump, con quien ha sostenido conversaciones y expresado su deseo de cooperar con la nueva Administración.
Para ese objetivo común -indicó Adams-, su equipo legal examina el alcance de sus poderes ejecutivos como alcalde para poder cooperar con los agentes de inmigración y sortear así el carácter de Nueva York como ‘una ciudad santuario’ que en teoría no permite a las agencias gubernamentales colaborar con las autoridades de Inmigración.
El alcalde también tuvo un mensaje a los indocumentados, atemorizados por la política de deportaciones masivas que Trump ha dicho pondrá en marcha.
“Vamos a decirles a los que están aquí, que respetan la ley, que sigan utilizando los servicios de la ciudad, educando a sus hijos, usando la atención médica, protección pública y las cosas por las que hemos estado orgullosos durante mucho tiempo”, señaló.
“Pero -reiteró- no seremos un refugio seguro para quienes cometen actos violentos. No lo hacemos por quienes son ciudadanos y no lo vamos a hacer por aquellos que son indocumentados”.
Adams se mostró complacido con la reunión con Homan. “Lo que escuché es que tenemos el mismo deseo de perseguir a quienes están cometiendo actos violentos y me alegró porque compartimos el mismo deseo. Su objetivo es el mismo que el mío”, afirmó.
Homan, quien también estuvo a cargo de las deportaciones durante la presidencia de Barack Obama, dirigirá la mayor operación de deportación que se haya realizado en EE.UU, de acuerdo con lo dicho por Trump y ya el designado zar ha dicho que comenzará en Chicago en enero.