Este año fue profundamente transformador para mí y para mi negocio. Aunque aún no he hecho un análisis detallado de todos los aspectos de mi negocio, quiero compartirte algunos logros importantes. En el 2024, tripliqué mi facturación, expandí mi negocio a ocho nuevos países y tuve el honor de ser speaker internacional de manera presencial en Ecuador. Representé a la Fundación FLOR como embajadora en las Naciones Unidas y participé como oradora en espacios locales aquí en Atlanta, como la Asociación Latinoamericana y la Cámara de Comercio Hispana de Georgia. También participé como profesora y jueza del Programa NAVES del IAE siendo el IEA la Escuela Número 1 de negocios de Argentina y top 10 de latinoamerica. Mi red de vínculos se expandió de manera exponencial.
Y un MEGA logro que le debo agradecer a mi negocio es que toda mi familia obtuvo la green card gracias a que el gobierno de los Estados Unidos me otorgó la Visa de Profesional con Habilidades Extraordinarias por mi método de Inteligencia Emocional Financiera®. Esta green card es una puerta a mucha libertad, estabilidad y grandes oportunidades para mi familia y para mi negocio.
Sin embargo, más allá de los números y los reconocimientos, el aprendizaje más profundo que me deja este año no está en las cifras, sino en la confianza. Aprendí a confiar mucho más en mí misma, y eso transformó completamente la forma en que lidero mi negocio y mi equipo lo cual se vio directamente reflejado en mis resultados.
Confiar en mí cambió todo
Sinceramente a nivel equipo este 2024 no fue lo que más fluyó. De hecho viví momentos con altos niveles de estrés que me hubiera gustado evitar. Pero, como me conocen, no pasé por alto lo que sucedió y me pregunté ¿Por qué buena razón me pasó lo que me pasó? ¿Cuál es el aprendizaje? ¿Qué me está mostrando esta situación? Y reflexionando me di cuenta que lo que me sucedió fue que delegué en mi equipo desde la inseguridad y confianza total en ellas poniendo mi voz en segundo lugar. ¡Súper fuerte! En mi propio negocio a pesar de tener muchísimo conocimiento, porque lo estudié, sobre comunicación y marketing, daba más peso a las opiniones y estrategias de las personas en mi equipo porque ese era su rol profesional, su área de especialización. Mi voz quedaba en un segundo plano. Asumía que ellas sabían más, que ellas eran “la autoridad” en ese campo y, aunque te cueste creerlo (yo ahora en perspectiva lo miro y no lo puedo creer tampoco) seguía las órdenes de lo que me decían que tenía que hacer.
Así como soy muy obediente, respondía y respondía. Sin embargo, los resultados proyectados no llegaban. ¡Ahí fue cuando me empecé a estresar y a frustrar! No entendía como podía ser que tenía un gran equipo, que yo hacía todo lo que me pedían que hiciera y los resultados no eran lo que esperaba. ¿Qué tenía que cambiar? ¡Yo! ¡La confianza en mí, en mi estrategia comercial y en mi forma de comunicar! Tenía que tomar total responsabilidad como dueña de mi propio negocio por el logro de los objetivos y seguir avanzando hacia mi meta sin importar si había contratado a alguien para que ejecutara y no sucediera.
Deje de pedir, recordar y esperar y solucioné, comprometiéndome con mis objetivos y los resultados hablan por sí sólos. Tripliqué mis ingresos y me demostré que la experta en mi negocio y la estratega de mi negocio soy yo, mi equipo está para implementar esa estrategia, para aportar a esa estrategia pero yo soy, al menos en esta etapa de mi negocio, quien diseña y lidera toda la estrategia comercial y delega con claridad. Volví a liderar desde mi claridad, respetando mi experiencia y mis formas, dejando de comprometer mis decisiones para adaptarlas a las opiniones externas.
Lo más lindo de todo es que esta confianza en mí me llevó a conectarme desde otro lugar con mi negocio, volver a abrazarlo desde un lugar de mucho más cuidado y protagonismo, y sobre todo me llevó a conectarme con cada una de ustedes desde un lugar de mucha mayor autenticidad compartiendoles más mi intimidad, mis vulnerabilidades, mis desafíos y mis logros como lo estoy haciendo ahora.
Ustedes lo saben, mi negocio, es una extensión de mí. Creé el método Inteligencia Emocional Financiera®, porque yo necesité desarrollar la mía, porque yo sufrí de mucho estrés financiero a raíz de mi propio analfabetismo emocional financiero. Por lo tanto entiendo profundamente las necesidades y los dolores de ustedes —porque también los he vivido. Entonces al volver a tomar las riendas de la estrategia comercial y comunicacional de mi negocio, acompañándolas de la manera que a mí me hubiera gustado ser acompañada todo cambió. Cada vez comunico más desde la Vale auténtica con mis pausas, con mi “irme por las ramas” y les comparto más mi intimidad con mucha paz y tranquilidad porque confío mucho más en mí. Y la confianza se multiplica y por lo tanto multiplico mis resultados. Y cuando te acompaño en lo que más me enfoco es en que confíes en ti para que tú también multipliques tus resultados.
Entonces ahora te toca a ti:
- ¿Cómo lideras tu negocio? ¿Lo lideras desde la confianza o desde la inseguridad?
- ¿Delegas sacándote el tema de encima sin apropiarte del resultado o haciéndote cargo del resultado final?
- ¿Qué tan conectada estás con tu esencia al liderar tu negocio?
- ¿Confías plenamente en tus decisiones, o las adaptas para cumplir con las expectativas de otros?
- ¿Qué cambiarías hoy para liderar desde tu autenticidad y multiplicar tus resultados?
Te invito a reflexionar profundamente sobre estas preguntas. Confía en ti, en tu camino, y en tu capacidad de liderar tu negocio desde tu esencia. Los resultados llegan cuando avanzamos con claridad, autenticidad y confianza en nosotras mismas.
Tu negocio es el vehículo que te va a generar los ingresos para construir la vida que valoras en el 2025. ¿Y qué quieres para el 2025? Te voy a guiar para que reflexiones en ello este jueves 12 de diciembre en el Ritual de Fin de Año. Si aún no lo hiciste regístrate de manera gratuita en Valelaco.com/ritual
¡Nos vemos!