El gobernador de California, el demócrata Gavin Newsom, emitió este jueves el estado de emergencia para dar refuerzo a las zonas afectadas por el terremoto de magnitud 7,0 que agitó el norte del estado, sin causar víctimas ni daños materiales.
Newsom «ha ordenado a las agencias y departamentos estatales que utilicen y empleen personal, equipo e instalaciones estatales para el desempeño de todas y cada una de las actividades de acuerdo con las instrucciones de la Oficina de Servicios de Emergencia y el Plan de Emergencia Estatal», informó su gabinete en un comunicado.
Foto de BBC
El gobernador agradeció en el escrito el sólido sistema de aviso de seísmos que tiene implementado California, que «funcionó como estaba previsto» para mantener a la ciudadanía informada y segura.
El seísmo, de magnitud 7,0, tuvo lugar a las 10:44 hora local (18:44 GMT) a una profundidad de 10 kilómetros en el noroeste de Petrolia, una ciudad del condado de Humboldt, en el norte de la ciudad de San Francisco.
La potencia del temblor provocó la alerta de tsunami en el norte de California y en parte de la costa del estado colindante de Oregón, aunque luego se levantó el aviso tras analizar la situación.
Foto de archivo del gobernador de California, Gavin Newsom. EFE/EPA/ALLISON DINNER
A esta sacudida le siguió a los tres minutos una réplica de magnitud 5,8 a 9 kilómetros de Cobb, en el norte de California, y más de una decena de temblores de entre 2,5 y 4,3 de magnitud, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS por sus siglas en inglés).
Por el momento no se han reportado víctimas. Las autoridades locales trabajan para analizar posibles daños y mantienen la recomendación ciudadana de alejarse de las zonas de playa.
Foto: USGS
Aunque los terremotos son habituales en California, al encontrarse en el límite occidental de la placa norteamericana, no suelen superar la magnitud 5.
El temblor más trágico de la historia reciente y que todavía permanece en la memoria de muchos californianos fue el de 1994 en Northridge, de magnitud 6,7 en la zona metropolitana de Los Ángeles, que dejó 57 muertos, miles de heridos y numerosos daños materiales.