La excanciller alemana Angela Merkel recuerda que el presidente electo estadounidense, Donald Trump, durante su primer mandato en la Casa Blanca estaba «fascinado por el poder absoluto» de hombres fuertes como el presidente ruso, Vladimir Putin, y el líder norcoreano, Kim Jong-un.
«La forma en que hablaba de Putin, la forma en que hablaba del (líder) norcoreano –obviamente aparte de los comentarios críticos que hacía– siempre había una especie de fascinación por el poder absoluto de lo que esta gente podía hacer”, dijo Merkel ayer, martes (2.12.2024), en una entrevista con la periodista Christiane Amanpour que publica la cadena CNN.
En la entrevista, Merkel habló de sus nuevas memorias, tituladas «Freedom” (Libertad), que reflejan sus 16 años como la primera mujer en dirigir la mayor economía de Europa y aborda otros temas de actualidad, como el cambio de gobierno que se producirá en Estados Unidos el próximo 20 de enero, cuando tome posesión Trump para un segundo mandato.
Recordó su primer encuentro con Trump en la Casa Blanca en 2017. Sentados junto a la famosa chimenea de la Oficina Oval, los periodistas les pidieron a los dos líderes que se estrecharan la mano para una foto. Trump pareció desdeñar la petición, aunque se dieron la mano en otras ocasiones durante la visita de Merkel a Washington, asegura la CNN.
Merkel dijo que el multimillonario «vive de actuar de manera poco convencional” y a menudo intenta «dejar un rastro” y reitera, como también lo hace en su libro, que el mandatario republicano estaba «claramente fascinado” por Putin y «cautivado” por políticos con una inclinación autocrática.
«Mi impresión siempre fue que soñaba con anular tal vez todos esos órganos parlamentarios que sentía que eran de alguna manera un estorbo para él, y que quería decidir los asuntos por su cuenta”, dijo Merkel a CNN. «En una democracia, bueno, no se puede conciliar eso con los valores democráticos”.
La excanciller alemana se encuentra en Estados Unidos donde el lunes presentó su autobiografía ‘Libertad’ en una conversación en Washington junto al expresidente Barack Obama, en la que ambos repasaron su relación como líderes y abordaron cómo la ultraderecha ha usado el discurso antimigrante para ganar poder en todo el mundo.